OCEAN
—Ocean Summer, ¿Lista para tu fiesta de cumpleaños? —Whitney se acerca a mí y se sienta a mi lado.
Junto mis cejas. — ¿Fiestas de cumpleaños?
Se encoje de hombros. —Claro, ¿Crees que no vamos a celebrar tu paso a la adultez? Ya lo tengo todo preparado.
Tomo un mechón de mi cabello. —Um, pero, ¿realmente preparaste una fiesta de cumpleaños para mí?
Asiente. —Claro que sí —suelta una risa—. Soy la mejor celebrando los cumpleaños de mis amigas, solo necesito que me digas que pastel prefieres de los que te enviaré después.
Bajo la mirada. —Oye, no tienes que hacer nada.
Se mueve cerca de mí y golpea mi hombro con el suyo. —Claro que sí, somos amigas, ¿no?
—Lo somos —contesto y sonrío—. Gracias Whitney.
—De nada, entonces, ¿Tu hermano llegará? —Pregunta—. Está saliendo con Tammy, ¿no?
Sacudo la cabeza. —Ya no, ellos… ya no.
—No me sorprende —responde—. Tammy tiene esa costumbre, sale con chicos por unos meses —hace una mueca—. No sé si debería decirlo pero… bueno, lo haré, eres mi amiga —acerca su rostro—. Ella salió con un conocido, era el hijo de un cliente de mi mamá y a veces hablamos, me dijo que ella se la pasaba haciéndole preguntas como “¿Qué les gusta a los chicos?” “¿Crees que me vería bien así?” “¿Les molesta cuando hacemos esto o aquello?” y él me dijo que era raro porque pues, estaban saliendo.
No digo nada, solo la escucho.
—Te diré algo realmente tonto —suelta una risa—. Me sentía un poco enojada con ella, sentía que fue en parte su culpa que ya no éramos amigos porque Tammy invitaba a Barrett a su casa sin mí, me excluía de sus planes y Barrett es como si, siempre le dice “sí” a todo —mueve sus ojos hacia la ventana, se ve un poco triste—. Pues el punto es, pensé que tal vez le gustaba y por eso yo solía estar cerca de Barrett. Uno de los motivos era eso, intentar hacerla sentir celos pero bueno, algo patético que hacía.
— ¿Entonces tu sentías que a ella le gustaba él? —pregunto.
El profesor entra pero ella sigue con la plática, solo baja la voz. —Sí, desde que éramos niños —se acerca más—. Incluso una vez me dijo que quería que su primer beso fuera con él.
Suspiro.
—Pero tranquila, Barrett puede ser muchas cosas pero no es de esos que son indecisos, es claro que no le gusta ella y está aún más claro que tu si le gustas —toma mi muñeca—. De todas formas tú me caes mejor que ella y Barrett se comporta menos idiota desde que tu estas aquí.
Le doy una pequeña sonrisa y ahora sí, escuchamos lo que sigue en la clase.
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Bien, quien sea que está escribiendo el libreto de mi vida, tiene que detenerse.
No solo varias personas comenzaron a preguntarme si era la novia de Barrett sino que están comentando algo también, que Barrett me está engañando con Tamara.
Pero él me contó todo lo que sucedió con ella y sé que es un malentendido. Mi hermano me mira y no sabe que creer, está confundido y aunque parece molesto conmigo no me lo ha dicho aun.
Yo intento ignorar la forma en que nos miran cuando estamos trabajando juntos en Expresión y Arte. Ocasionalmente veo a mi hermano con Tamara, parece que ambos lograron trabajar civilizadamente sin causar una escena.
Barrett y yo no hablamos de nada que no tenga que ver con el festival durante la clase. Siento las miradas de las personas y como si fuera tan interesante, creo que intentan adivinar cuál es la verdad con nuestra forma de interactuar.
Cuando la clase termina Barrett se acerca un poco y pasa sus dedos rápidamente por mi brazo, un gesto sutil para decirme que todo estará bien.
Luego ambos salimos por diferentes puertas pero nos juntamos en el pasillo contrario, estamos tomando el camino largo para nuestras siguientes clases. No importa, solo queremos un poco de tiempo para hablar.
—Whitney me organizó una fiesta de cumpleaños —le aviso.
Barrett resopla. —Me imagino que haría algo así, oficialmente te considera su mejor amiga.
— ¿Mejor amiga? —lo miro—. ¿De verdad?
—Sí y eso tendrá ventajas —algunas personas pasan a nuestro lado, no sé si es mi imaginación pero se detienen un segundo para analizarnos, luego continúan caminando—. Ya lo verás, nos será útil.
Giro mi rostro para comprobar que no hay nadie y entrelazo mi meñique con el de él. —Me siento en medio de una tormenta.
Barrett levanta mi mano y besa mis dedos. —Pero no estás sola, yo también estoy en la tormenta.
—Tamara ya no se sienta contigo en la cafetería, ¿no? —Seguramente sale a comer a alguna parte o simplemente no llega.
Se detiene, voltea su rostro y sonríe. —Me acabas de dar una idea, no vayas a la cafetería en el almuerzo, ve al estacionamiento.
Junto mis cejas. — ¿vamos a salir?
Asiente. —Sí.
—Pero si no estamos, Finn se dará cuenta —le recuerdo—. Si tú no estás y yo no estoy…
Barrett mira hacia los dos lados, toma mi rostro y besa mis dos mejillas. —Tu solo confía en mí, ¿bien?
Siento chispas en mi corazón. —Bien, espero que no nos lleves a nuestro trágico final.
—Claro que no —toma mi mano—. Vamos así, detesto estar separado de ti, ¿sabes? Es raro, me gusta que estés cerca, que me abraces y que tomes mi mano.
—Eso es algo que he leído, creo que se llama ser alguien que necesita afecto físico.
Niega. —No, se llama estar enamorado de Ocean Palmers.
Llegamos a mi clase, Barrett suelta mi mano y se despide de mi con un gesto. Lo veo alejarse y tengo que bajar el rostro para ocultar mi sonrisa. Entro y me siento al fondo.
Usualmente Finn y Tamara se sentaban al frente de mí, juntos. Mi hermano entra unos segundos después y se sienta a mi lado sin preguntar. Cuando Tamara llega nos mira un segundo y se sienta al frente.