73: OCEAN

OCEAN

No podemos estar juntos según las reglas de mis padres.

No debemos vernos más dicen sus padres.

Yo amo a mis padres, los respeto y son muy importantes en mi vida pero es momento que comprendan algo. Esta es mi vida. Ellos me trajeron a este planeta pero el resto del camino depende de mí, de mis decisiones, de mis acciones y de afrontar las responsabilidades de ellas.

Mis padres tienen derecho a sentirse como quieran, puede que nunca perdonen a los Andrews, eso depende de ellos. Yo no fui la persona traicionada, la persona que sus mejores amigos les dieron la espalda aun si existió una justificación. Yo no estaba ahí, sintiendo cada emoción que ellos tuvieron que soportar.

Pero yo tengo derecho a sentir lo que quiero también. Barrett es un Andrews pero él jamás eligió nacer en esa familia, yo tampoco. Ambos amamos a nuestros padres, ambos estamos agradecidos por lo que han hecho por nosotros. Pero no pueden prohibirnos el amor.

Tal vez no lo lleguen a aceptar, tal vez no lo entiendan y siempre vivan en contra de ello pero es hora de tomar decisiones para nosotros. Decido ser feliz, decido seguir mi corazón, decido caminar mi propio camino y aun si tropiezo y caigo, no tendré arrepentimientos.

Barrett sí regresó a la escuela. Aunque solo nos vimos por cortos periodos de tiempo para evitar arruinar nuestro plan, sabía que los ojos de la mayoría estaban sobre nosotros.

Mis padres me advirtieron que me mantuviera lejos de él, yo me seguía mostrando en contra de todo ello. Por suerte mis hermanos tomaron mi lado y comenzaron a hablar sobre sus propios pensamientos.

Daisy les confesó que tenía mucho interés por grabar y  editar, que le gustaría filmar documentales en el futuro y que si llegaba a hacerlo, esperaba ganar muchos premios y fama. Daisy sin duda tiene muchas más agallas que yo, afirmó que lo lograría con o sin su apoyo.

Finn aceptó que también renunció a su sueño de jugar baloncesto por ellos. Que considera que ahora es tarde para él pero espera que no cometan los mismos errores con Nick.

Yo admití sobre mi sueño de cantar. Les dije que la única persona que lo sabía era Barrett y que él siempre me había motivado a no rendirme y a perseguirlo, que él sí creía en mí.

No sé qué piensan ellos pues desde esa vez que llegaron los Andrews se siente como si hubiera un muro entre nosotros pero noto que algo ha cambiado. Ellos han dejado de discutir conmigo, ya no les importa cuando menciono el nombre de Barrett en alguna conversación y me han devuelto mi teléfono. Aunque borraron el número de Barrett.

Finn y Whitney sí van a ir al baile. Desde que Barrett dejó la escuela Whitney llegaba casi todos los días a mi casa. Ella me acompañaba en mi dolor y me escuchaba quejarme sin parar de lo injusto que era todo. Mis padres no podían negarse a que ella llegara, creían que no estaba relacionada de ninguna forma con Barrett.

Yo les avisé que iría al baile. Me preguntaron si pensaba pasar tiempo con Barrett y les contesté que tal vez él no iba a llegar. Pero si va a estar ahí. Hoy es la noche en que todo cambiará, y sin importar quien está de acuerdo con esto, comenzaremos a vivir nuestras propias vidas.

Así que aquí estoy, de nuevo en el salón donde Barrett y yo bailamos hace varios meses. Los profesores, incluyendo mis padres están en la parte de arriba. Como es el baile de “Bienvenida a la primavera” hay flores por todas partes.

Es hermoso, el salón luce como sacado de un cuento de hadas y todo podría marchar así excepto que en esos cuentos la princesa y el príncipe son bien recibidos por el público. En nuestra historia, la princesa y el príncipe dejaran las coronas y zapatillas para tomar lo que siempre ha sido suyo.

Su libertad.

Puedo sentir la mirada de mis padres por encima de mi cabeza. Seguramente ya notaron que Barrett está del otro lado, con un traje azul oscuro. Del mismo color de mi vestido.

Veo a Barrett finalmente. Sus ojos y los míos se encuentran a pesar que varias personas están en el medio del lugar. Puedo sentir como mis padres intentan controlarme desde arriba, como si fuera un personaje en un juego y temen que me mueva en la dirección incorrecta.

Pero soy hay una dirección para mi corazón y sin duda, es la correcta.

Es por eso que cuando la canción cambia y Lindsay Arianne comienza a sonar por todo el lugar con su tema más famoso por ser el que todas las parejas agregan en las listas de canciones para sus bodas, sé que este es el momento. Sabemos que es ahora o nunca.

Puede que esté desafiando lo que creía estaba tan dentro de mi como si fuera parte de mi genética. De mi propio ADN. Pero con cada paso que tomo, con cada momento a su lado, cada vez que nuestras manos se tocaban y nuestros labios se unían comprendí lentamente que efectivamente era parte de mi ADN.

Sin embargo, nunca fue sobre odiar a un Andrews.

Fue sobre amarlo.

Quien sabe lo que sucederá con mis padres, tal vez jamás perdonen a sus padres y nunca acepten que no todo es blanco o negro. Puede que Finn finalmente practique basquetbol profesionalmente o puede que Daisy alcance fama mundial con sus documentales que grabará en el futuro. Puede que ellos entiendan que está bien tomar sus propias decisiones.

Como ahora, he decidido que es lo que yo quiero. A quien quiero. Es él. Es Barrett Andrews, es el chico más guapo del mundo. Es quien me abraza y me hace sentir a salvo. Quien escucha sobre mis sueños bajo las estrellas y me deja sostener su mano cuando me siento perdida. Es el chico que ama a sus abuelos, cocina delicioso y cree en mí.

Que me ama.

Estamos frente a frente, mis manos se colocan en sus hombros y sus manos en mi cintura. Comenzamos a movernos como ese primer baile, como lo hacíamos hace meses cuando no tenía la menor idea de todo lo que estaba a punto de suceder.

La canción no sigue el ritmo de nuestros pasos, es mucho más animada pero nosotros estamos en sintonía. Nuestros latidos, la forma en que nos sonreímos y el ángulo de nuestros rostros, perfecto para que algo suceda algo.