El resto de la semana fue muy tranquilo, dejaban trabajos y tareas, como siempre, pero también habían bastantes ratos libres, ratos que a las chicas les gustaba aprovechar para jugar a voleibol, claro que a mí no me gustaba mucho, yo era demasiado torpe si quiera para darle a un balón en el aire, lo mío era y siempre ha sido el Ultimate, desde el colegio, recuerdo que solía jugar eso todos los descansos y me encantaba, es más era tan buena que hasta iba a los partidos Intercolegiados de Ultimate a representar a mi colegio, pues en ese tiempo yo era la As del 'frisbee', pero ya en la universidad las cosas habían cambiado y parecía que muy pocos conocían de este deporte, así que se quedó solo en otro anhelado sueño...
Una tarde soleada de viernes optamos por no ir a bailar al pub y más bien pasar un buen rato disfrutando del sol en un parque que quedaba cerca de la universidad, nos quedamos a charlar en el parque con Danna, Scarlett, Lineros, Esteban, Ana María, y yo, Jeimmy solo permanecía con nosotras en los horarios de la universidad, pues tenía una hija pequeña que recoger del colegio y también tenía un trabajo al que debía asistir, así que era casi imposible que ella celebrara con nosotros cada viernes.
Nos recostamos en el pasto y nos pusimos a charlar, como siempre conociéndonos más y más. De repente volteamos a ver y Esteban y Scarlett estaban recostados a un lado en una pequeña montaña que rodeaba los rodaderos y los columpios del parque, no se me hizo raro, pero si nos sorprendió a todos cuando en un momento de repente se empezaron a besar, me sentí un poquito rara y Danna, Ana María, Lineros y yo decidimos dejarlos solos e irnos a charlar a otro lado.
— Ay no el ambiente esta muy aburrido — Empezó a decir Ana María. — Que les parece si vamos a mi casa? Mis papás tienen varias botellas de vino... — Terminó de decir
— Genial vamos de una — Dijo Danna.
Entonces tomamos un taxi y fuimos a su departamento. Scarlet llegó varios minutos después.
Al llegar Ana maría abrió la puerta y en la sala habían varias personas.
— Hola Johnny, vamos a tomar en mi cuarto — Le dijo Ana a alguno de ellos.
— OK — Contestó el chico que estaba sentado en el sofá. Yo le miré de reojo, el me miró por un rato. Entonces seguimos a la habitación de Ana María.
— No les pongan cuidado, es mi hermano y sus amigos, son unos idiotas — Dijo.
Luego fue a traer las tales botellas de vino y empezamos a tomar hasta emborracharnos.
Danna empezó a llorar en el baño y Ana se fue a tratar de ayudarla. Yo me sentí tan mareada que fui a recostarme a la cama de los papas de Ana María y seguido de mí vino Scarlett que se recostó al lado mío.
— Lucy... El hermano de Ana María... Esta super guapo ¿no te parece?— Me dijo mientras mirábamos al techo.
— Si que lo está — Le contesté. Entonces nos reímos. Luego se volteó para verme fijamente y empezó a acariciarme el cabello hasta que me quedé dormida.
Se hizo de noche y desperté de golpe, era tarde y tenía que volver a casa. Al levantarme me percaté que Scarlett ya no estaba así que salí de la habitación para buscarlas y al abrir la puerta me estrellé con el hermano de Ana.
Era alto, ojos cafés y pelo negro, me miraba tan extraño.
— Perdón — Le dije y seguí derecho.
Empecé a buscar mis cosas y entre tanto le dije a las chicas que debíamos irnos, Scarlett se fue con Esteban, cogidos de la mano, como novios de un mes y yo detrás de ellos junto a Ana maría, que me acompaño cerca a mi casa.
A la semana siguiente le preguntamos a Scarlett acerca de lo que había pasado en el parque el viernes anterior y esta respondió que no sabía porque lo había hecho, que solo se habían dado las cosas y sucedió.
—¿Pero a ti te gusta no? Después de todo tú dijiste que te gustaban sus ojos...— Le dijo Ana María
— Sí, si me gusta, pero es que no se... estoy confundida— Respondió Scarlett con un toque ruborizado en sus mejillas, desde ese momento Ana María empezó a animarla para que tuviera algo serio con él, pero Scarlett se veía muy insegura de tomar una decisión como esa, finalmente nos dijo que esperaría a ver si Esteban si quería algo en serio con ella y así quedaron...
Luego un día cualquiera, en la universidad proclamaban a grandes voces que era el día del contador, lo que no me hacía nada de gracia, ni me alegraba, ni me ponía triste, pero bueno; ese día en la universidad hicieron una gran celebración en los auditorios principales de la universidad y nos invitaron exclusivamente a venir y celebrar por la noche de ese mismo día, yo aún no sabía que decir, pero las chicas estaban muy emocionadas, así que acordamos que ese día iríamos a la celebración nocturna del "Grandioso día del contador".
Llegué por la noche y me encontré con Ana María junto con un chico que nunca había visto.
—Lucy mira, él es Felipe, mi novio— Me dijo con una sonrisa colorada en la cara.
—Hola— Me dijo él y le salude muy amablemente. Felipe era un chico bastante alto, sería de un metro ochenta o por ahí, de tez trigueña, cabello y ojos negros y vestimenta bastante casual. En ese mismo instante pensé, si Ana María nunca me hubiera dicho que él era su novio realmente yo nunca lo hubiera adivinado, a mi parecer eran un poco distantes, claro a comparación de otras parejas que ya había visto últimamente por ahí.
Luego de su presentación nos dispusimos a entrar a la universidad, Ana María se vio en todo un papelón para hacer que Felipe pudiera entrar sin que los celadores notasen que no era de la universidad, pues para entrar disponíamos de un carnet con chip que nos permitía el paso por entre las rejillas de seguridad, luego de eso nos dirigimos hacia el auditorio principal, donde sería la celebración, este era el mismo lugar al que yo fui a la primera conferencia el primer día de universidad, el quinto piso del edificio más alto de la universidad.