"Y tan cerca llegué a verte
que te rozaba mi dedo...
Tuve miedo de quererte
y ya es querer, tener miedo."
- Andrés Eloy Blanco.
La simiente de la angustia está plantada:
se da inicio a la nueva gran revolución.
Nube fugaz fue el arrobo;
días aquellos de amoríos con cautela.
Donde el agudo, el fino existir de todo
transaba bajo tu tutela.
Así, bravíos paladines
esperan, quietos, a mi vehemente señal.
Tú avanzas, imperturbable, con claros afines.
El choque sabemos fatal.
Dices: "¿Qué mirabas ahora?"
- "La caída de las iglesias,
los pecados de las ciudades...
Solo echo un vistazo a la vida.
Mi discurso será el mismo que recitaba,
te digo, aquel que nunca supo amar nada."