Etapas del destino

(Oscuridad y luz)

Estoy cansada de ver y sentir todas estas emociones, mi mente necesita de calma, siento que mi vida se acaba. ¡Quiero dar una respuesta ante todo esto!.

-¡Termina ya!- Alce mi voz para no tener que ver y sentir más.

 El sujeto misterioso había parado de mostrarme todo y habíamos vuelto a la realidad.

-Nota ahora eso- Dijo señalando a la pareja y al de corazón lastimado.

 Al ver que el sujeto sacaba un arma y acomodaba su postura para apuntar y disparar, mis pies comenzaron a reaccionar para evitar tal escena que sería el resultado a una gran tragedia. 

-¡Déjame!- Grité con fuerza para que el sujeto me dejara ir, ya que me mantenía paralizada.

-¡No lo hagas, no sean tan tonta!, ¡No lo merecen!- Dijo sintiendo razón.

-¡Soy yo quien decide!- Dije demandante.

 Me comenzaba a sentir con fuerza y pude soltarme del poder de aquella alma oscura. Comenzaba a sentirme mejor y mi cuerpo actuó para seguir, a pesar de que comenzó a llover, corrí lo suficientemente rápido para llegar al lugar donde se encontraba la persona que caería en dolor.

Ya estaba llegando y sentía la adrenalina en todos los aspectos, no sentía mis pies, pero aún así, todo seguía. 

   Un estruendo llega a mis oídos. -Bang Bang-. Aquel hombre había tirado del gatillo, el sonido de la pólvora se fue y con ello un sonido agobiante pasó por mi cabeza.

-¡¡No!!- Solo eso pude decir en aquel momento, mi cuerpo quedo en shock y de un momento me deje caer. 

  Mi cuerpo caía lentamente al suelo desde mi punto de conocimiento, había recibo las dos balas. Sentí  la sensación de estar tocando la puerta en el otro mundo, uno donde no podía sentir emociones de dolor y todo lo que respecta con eso.  Sentía como iba cayendo lentamente ,y al tocar piso mi cuerpo estaba sintiéndose vacío, escuchaba voces gritar mientras mis pensamientos estaban callados y tranquilos. Una oscura y fría imagen se mostraba en mi mente al haber cerrado mis ojos. 

 

(Me había desconectado)

 

 -Jajajaja- Risas de una niña pequeña, se escuchaba en mi mente, vi su rostro parecido al de un ángel y con un lindo y sencillo vestido blanco. Se encuentra corriendo en un espacio grande de césped y sonriendo feliz como si en ese lugar no existiera el dolor. ¿No entiendo? de igual forma, ese lugar me hacía sentir tranquila y sin preocupación. Vi en el fondo un árbol lleno de hojas verdes y como la brisa movía aquel árbol, un árbol lleno de conocimiento. El sol resplandecía aquel lugar y la tranquilidad era cada vez más profunda y continúa, haciendo seguir el aire soplar todo el lugar con frescura, todo se mostraba maravilloso que viendo y sintiendo desde mi pensamiento, estoy tranquila.

 

 

 -Ella estará bien. No te preocupes- Comencé a escuchar personas hablar.

 -¡Matheo! ¿Qué sucedió?- Escuché decir de parte de mi padre.

 ¡Seguía todavía en esa vida!, cómo es que sobreviví. Todo para mi en ese momento estuvo de cabeza, aparte que en este momento siento un dolor fuerte en dos partes. Comencé ha abrir mis ojos poco a poco y notaba que habían varias personas en aquel lugar, mi mano derecha la llevé a tocar mi hombro izquierdo y derecho, esas partes que me dolían demasiado y un pequeño quejido salió de mi boca.

-No te muevas mucho, quédate tranquila- Dijo Matheo tocando mi mano y acomodándola a un lado.

-¿Q-Qué haces aquí?- Dije en voz baja para que solo Matheo escuchara, mientras el resto solo hablaban de mi estado.

-Yo te traje al hospital, estaba pasando por aquel parque de regreso a mi casa y vi al tipo dispararte, una pareja que estaba allí me ayudo a traerte. Ahora, descansa y después seguimos hablando-.

-Por favor, no dejes que le den cargos al sujeto que disparo- No quería que esto llegara a algo más, quiero ayudar aquel hombre y darle una razón más para que continuara con su vida.

-Tranquila, ese es otro tema que después se resolverá-. Dijo sincero. -Lo siento, si yo hubiera ido contigo, todo esto no fuera sucedido-. Bajando su rostro había comentado.

 -No te disculpes, pero, si me debes una salida- Dije sumando una risa.

-Vale, ahora permíteme cuidarte- Lo dijo de tal forma que me sentí extraña al tener que recibir ayuda de una extraño por qué en realidad no lo conozco muy bien, pero muestra una parte de él que me hace sentir protegida, tampoco puedo negar que dejar ser cuidada de alguien que te da una atención por lo menos mínima, es lindo sentirlo.

Solo asenté con mi cabeza y dejé que lo hiciera. Recibir la ayuda de personas no es para nada malo, en ellos encuentras fuerza y valentía para seguir continuando y terminar sueños o metas. Cuando te sientes herido o herida parte de  tu alma grita tener ayuda y atención, a veces la llegas a tener y en otros momentos te toca hacerlo solo o sola, te vas cayendo lentamente cuando pierdes la fuerza para seguir caminando o subiendo los escalones que están dirigidos a tu estabilidad emocional, pero en ese momento llega una persona dándote todo o poco por que sigas marchando hacía delante dejando huella en tu conciencia en que no te rendiste. No dejemos que nuestro orgullo arruine nuestra mejor versión de cambiar el mundo.

 Ser atendida por una persona que acabo de conocer resulta muy extraño, pero también, algo más para agregar a mi conocimiento.

"Las personas con un gran ego necesitan ser el centro de atención, ansían reconocimiento y les preocupa muy poco los demás. Por el contrario, una saludable autoestima nos permite respetar nuestros propios deseos y también los de los demás."



#7358 en Thriller
#4234 en Misterio
#17462 en Otros
#2208 en Aventura

En el texto hay: misterio, aventura, amor

Editado: 28.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.