Eternal

capitulo 2

Capítulo 2
Jimin conoció a Taehyung una fría tarde de diciembre. Ese invierno había sido uno de los peores en años, hacía meses que el sol no salía y en el internado se sufrió un drástico cambio en las raciones de comida, el hambre también traía consigo más discusiones y peleas que acaban en suspensiones.
Jimin no había tenido un compañero de cuarto en meses y tampoco deseaba tenerlo. Sus clases de danza comenzaron en mayo, él se sentía un poco torpe frente a los esbeltos y flexibles bailarines, se encontró continuamente haciendo mal algo o estropeando el ritmo, situación del cual no dejaban de burlarse especialmente las chicas. Jimin trato de entablar conversaciones con los chicos, sin embargo, estos lo veían más competitivamente que de manera amistosa, por ende, acabaron siendo los peores meses de su vida, sintiéndose aliviado al terminar las prácticas y poder correr a esconderse en su habitación.

¿O eso era su idea hasta que encontró a un chico sentado en la cama sobrante desde abril? ¿Marzo?, sus ideas no estaban claras. Por un instante Jimin pensó que era uno de esos chicos que le gustaban molestarlo en clase, pero jimin nunca lo había visto en ningún lado, ¿si bien era cierto que su memoria que no cooperaba demasiado esos meses un rostro no se hubiera podido borrar de su cabeza verdad? El chico percatándose de su presencia le dio una amplia sonrisa, y se levantó para darle la mano.

—Hola, soy Taehyung. Tu nuevo compañero de cuarto.  —Al encontrar ninguna reacción en Jimin, su voz se volvió un poco más insegura. —Jimin verdad ?

—Si...

Jimin lo observó con recelo, prefería creer que se trataba de una broma a esto.

—Quién te trajo?

—El Doctor Allard me mandó aquí, dijo además que debes buscar tus inyecciones en la enfermería sur. —Tenía sentido y Taehyung parecía lo suficientemente sincero por lo que Jimin se permitió relajarse un poco.

Soltando un suspiro de cansancio al recordar esas odiosas inyecciones, si no fueran por las constantes migrañas que sufría no las necesitaría.

—Acabaste tus clases de Danza?

—Si... ¿Cómo sabes? —Jimin volvió a su defensiva actitud, receloso de ese extraño chico de flequillo muy corto y ropas que le quedaban demasiado grandes para su cuerpo.

—La enferma me dio tu itinerario, por si ocurre un accidente o algo... Es bueno saber.

—ms... Ya. —Jimin podría haber sentido un poco de vergüenza, razón por la cual sus mejillas se acaloraron, por supuesto jamás lo admitiría. Había olvidado esa costumbre completamente, definitivamente no estaba listo para tener un compañero, pero nada podía hacer para remediarlo. —Bueno. Dame el tuyo y te ayudo a desempacar porque no me gusta que mis cosas se muevan de lugar.


Las cosas continuaron sin mucho cambio. Jimin aún no se adaptaba a sus clases, con la única diferencia de que utilizaba las tardes para practicar y si no le sobraban horas lo hacía en las noches. Sus músculos estarían adoloridos en las mañanas, tenía cardenales causadas por golpes y caídas mayoritariamente ocurridas en las oscuras noches, pero las ansias de mejora lo valían. Al principio se vio tan frustrado al darse cuenta de que su tiempo era imposible de manejar como deseaba, las horas se deslizaban con rapidez y sintió cada vez con más fuerza la necesidad de dar todo de sí para alcanzar el nivel deseado. De esa forma comenzó su rutina de prácticas  nocturnas, a las 21:00 se apagaban las luces dentro de la habitaciones, 15 min antes las del pasillo y las cámaras de las habitaciones a las 21:30. Jimin conservaba una pequeña lámpara que en sexto  año había ensamblado para un proyecto de clase, se sorprendió un poco de que siguiera funcionando pero alumbraba lo necesario para que no acabará estrellándose contra uno de los muebles, el espacio era reducido pero al  encostar algunas cosas podría funcionar. Jimin esperaba que Taehyung despertará en cualquier momento, nunca había incumplido las reglas del instituto, pero confiaba que no fuera tan grave como para jugarse una sanción, Taehyung sin embargo o era realmente duro de despertar o fingía muy bien para luego dotarlo, no obstante, la llamaba de atención jamás llegó. Jimin pensó que tal vez había sido un poco injusto con Taehyung cuando un día después de sus clases de danza encontró el cuarto perfectamente arreglado alrededor del espacio que usaba para practicar. Taehyung nunca mencionó ese hecho y tampoco lo hizo Jimin, aunque su actitud era amistosa el uno al otro sus caminos fuera de la habitación eran totalmente opuestos. No coincidían en ninguna clase y Jimin almorzaba rápidamente en el gimnasio para luego ir a la biblioteca a terminar cualquier trabajo que tuviera y finalmente poder practicar. Taehyung en cambio siempre se encontraba acompañado de una persona, sea quien fuera lo conociera o no, Jimin no se atrevió a acercarse, limitándose a esporádicos saludos desde lejos. Sus interacciones, aunque escasas mejoraban inexplicablemente el ánimo de Jimin, sintiendo que por lo menos alguien reconocía su existencia sin ninguna malicia tras ello.

En una noche, sin embargo, Taehyung despertó. Jimin paró abruptamente su estiramiento cuando lo escucho. Taehyung no estaba completamente despierto, sufría de una pesadilla, con el rostro contraído en dolor y una agitada respiración se revolvía entre las sábanas. Jimin se acercó para despertarlo cuando comprendió las palabras que murmuraba dormido:

—Mamá por favor, Mamá.

Esas palabras retumbaron como eco en sus odios y Jimin tuvo la urgencia de tapárselos con las manos, como si de esa forma mitigaría la molestia.

—Taehyung!! ¡Despierta! —trato de no alzar mucho la voz. Su temor de ser atrapado tres veces peor que sus clandestinas prácticas lo hacían sentir.
El molestoso eco en su cabeza se apagó un súbito dolor casi le partido las sienes y Jimin no pudo más. Lo último que vio antes de caer fue la miraba confusa de Taehyung.


Jimin despertó en la enfermería, ya estaba bastante acostumbrado a ver las paredes blanquecinas que no le costó reconocerlas. Intentó levantarse, pero le dio vueltas la cabeza y alguien lo ayudó a volver a acostarse. Ese alguien resultó ser Taehyung.


—La enfermera aviso que no te muevas tanto, te golpeaste la cabeza al caer. —Taehyung tenía aún el pelo alborotado y los pijamas puestas.

—Qué hora es?

—Creo que son las 3 de la mañana, No sé. —se encogió los hombros —Vaya susto me diste, pensé que estabas muerto y tendría que lidiar contigo atormentándome o algo así. — Sé río un poco, aunque con cierto nerviosismo.

—No creo que suceda como en las obras que practicamos, además porque te atormentaría si me caí solo. —Jimin trato de seguir la vana y vaga conversación que considerando la situación era lo único que los mantendría distraídos.

—Hay otra alternativa, que me uses para vengarte de tus antiguos enemigos. Así hasta que el instituto se llene de crímenes, pero una sola persona está detrás de ellos, que en este caso es la menos sospechosa.


—Y quien descubrirá al asesino?

—El héroe de la historia, el protagonista.

—pero, si no hay héroe?

—Siempre hay un héroe Jimin. Sin él la historia en sí no tendría sentido.


La enfermera llegó poco después y aplicó a Jimin otro medicamento que lo hizo dormir rápidamente. Taehyung seguía allí cuando despertó.


—No es ya hora de clases?

—Si, pero tenemos día libre por este accidente. —Taehyung bostezo mientras   estiraba los brazos, Jimin noto el cambio de ropas y el libro abierto sobre su regazo. —El Dr. Allard estuvo aquí y me dijo que no había problema en faltar este día.

Jimin se tensó visiblemente. Aunque no comprendía muy bien el porqué, la sensación que ese hombre le dejaba era casi de disgusto.

—Que vino a hacer?

—Trajo una inyección con él y me contó que eran para mantener tus migrañas lejos. Crees... ¿Que por eso te desmayaste?

—Tal vez... —Jimin no tuvo las fuerzas para enfrentarlo, recordando lo que había oído antes. Taehyung no parecía recordar nada, de todas formas, siguió sin entender porque esas palabras lo afectaban siendo que él no recordaba nada de su pasado, nunca lo hizo.



Taehyung acompañó a Jimin a su cuarto apenas le dieron de alta con una expresa nota de reposo absoluto. Luego fue cuestión de días antes de volver a su rutina, excepto por la danza. Algunos le preguntaron que le había pasado por curiosidad más que preocupación, uno incluso le preguntó si era cierto el rumor de que iba a morir pronto. Jimin los evitaría como podía hasta que se aburren y dejen de inventar historias sobre su accidente.

—Por fin te encuentro! —Taehyung parecía haber corrido por el patio tres veces por la forma en que respiraba. Traía una pequeña bolsa consigo y sin pensarlo dos veces se colocó en el espacio sobrante a lado de Jimin, quien lo observó un poco desconcertado.

—Que haces aquí ? ¿paso algo ?

—no? —Taehyung sacó un sándwich de su bolsa y comenzó a comerlo como si fuera una rutina normal entre ambos.


A partir de ese día lo fue.













 




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