capitulo 4

Capítulo 4

Jungkook se presentó una semana después de la presentación. En ese tiempo Jimin había recibido solamente dos visitas, una mujer que se sentía sola después de la partida de su hijo hacia otra nación y un hombre que se comportaba extraño con él, Jimin ansiaba con todas sus fuerzas que no acabase teniéndolo este último. Fue por ello que cuando le notificaron otra visita se tardó más de la cuenta escogiendo un abrigo, tal vez si lo ignoraba se iría pensó con un hilo de esperanza, pero por supuesto eso no era posible y pronto un guardia lo acompañó personalmente a la salida. Cuando lo interrogaron, brevemente les explico que no había oído su comunicador. Antes de dejarlo ir el comunicador de muñeca que el guardia llevaba lo escaneo y le aviso la duración de la visita que sería de 1 hora. Según el reglamento sólo podía durar 2 horas por persona, conveniente para aquellos que tenían muchas visitas por día. De todas formas, los más solicitados siempre eran elegidos por pujas entre los interesados hasta que uno cediera y otro se quedase con el talentoso sirviente. Sin embargo, eso no ocurría muy a menudo, tal vez más común entre mujeres cuya belleza era capaz de rivalizar a la clase alta de Beatus.

Para su alivio de Jimin no se trataba del hombre que lo incomodaba sino se de aquel joven que había conocido en el teatro.

—Hola?

Jungkook se encontraba de espaldas, hombros rígidos mientras el viento albo toreaba su cabello oscuro. Traía un tapado negro con una raya dorada en las mangas, un gran contraste con el que él llevaba cuya tela ha sido reciclada y remendada tantas veces que Jimin perdió la cuenta de sus costuras.

—Jimin!,¿Cómo has estado? —Jungkook dio la vuelta y Jimin se encontró de vuelta con el mismo chico que radiaba una amable sonrisa.

—Bien... No esperaba volverte a ver. —habló con sinceridad, había tratado de no pensar mucho en su encuentro, le pareció más una coincidencia y que Jungkook por gentileza le había prometido una visita.

—oh. ¿Por qué?, fue algo que dije? —Jungkook confuso frunció el ceño.

—No. No dijiste nada malo, solo que no pareces del tipo que suele venir aquí. Eso es todo. —aclaró Jimin.

Jungkook parecía estar bien, no tenía esa característica expresión de miseria, soledad o lujuria que traía la mayoría enmascarado entre sus lujosos peinados y pertenencias, aún así era fácil percatarse de su desperacion. Por qué se encontraba allí escapaba de su compresión.

—No crees que es muy pronto para sacar esas conclusiones —habló Jungkook mientras se dirigían al parque ubicado al costado del edificio principal, creado especialmente para visitas. —¿Y cómo es la vida aquí? Parece interesante...

—Esta bien supongo, tenemos comida, educación y un techo donde dormir. No podemos pedir nada más verdad?

 Sentados en un banco de espaldas al edificio tenía una bella vista de las montañas, Jimin se había acostumbrado a verlas desde otro angulo, desde ese lugar se volvían casi sofocantes.

—A qué te dedicas? Tengo entendido que los ciudadanos tienen una específica ocupación a la que estudian gran parte de su vida. —en realidad eso le había explicado la mujer que también solía visitarlo, aunque sabía que los ciudadanos también iban a un instituto con más libertades no tenía idea de que seguían estudiando al término de este para especializarse en alguna materia. "desearía especializarme en danza" había pensado Jimin.

—Trabajo en el parlamento. —Junkook dijo como si fuera lo más normal del mundo. Jimin conocía el rango de poder que dirigía la nación, por debajo del General y su familia estaban directamente relaciones miembros del parlamento, militares con alto rangos que formaban un consejo que ayudaba al General en sus tareas de mandatario. Aunque hace años la guerra acabó y se firmó la paz con las demás naciones limítrofes, el ejército seguía en marcha pero había dejado de ser obligatorio, en la actualidad lo más estrategas e intelectuales formaban parte del parlamento.

—Pero eres muy joven...—se le escapó a Jimin, arrepintiendose al instante.Abrió la boca para disculparse pero él asintió sin parecer molesto en lo absoluto.

—Si, lo soy. Tengo 22 años, pero mis padres fueron militares y miembros del parlamento, cuando ellos... murieron consideraron que podría ser  acto para  ocupar el puesto de mis padres. En realidad recién estoy en etapas de pruebas, todavía no soy activo miembro.

Junkook trato de ocultar las emociones que lo inundaron al recordar a sus padres pero Jimin lo noto y  tuvo la súbita urgencia de tomar su mano como consuelo, mas no sabía cómo iba reaccionar. Así que solo le pudo dar  palabras.

—Siento de lo de tus padres.

—Eran audaces soldados—fue lo único que Junkook dijo, su miraba ida en la nada por unos instantes. —Considerando que pasaste toda tu vida aquí, debes estar feliz de marcharte por fin.

—Podria decir  que si...pero no tengo nada asegurado afuera tampoco. —se atrevió a agregar Jimin. Junkook no cambio de expresión ,casi parecía más interesado en oírlo ahora. —no soy nadie aquí, y no seré nadie allí. Se siente como un callejón, de esos donde siempre se muere alguien.

—Tienes razón... Nada te garantiza el  salir de aquí.—Junkook fue honesto. — Siendo sincero nunca comprendí el porqué los tratan con tantos confinamientos.

—Me he preguntado tantas veces lo mismo, el mismo número de veces que  nos han dicho estar agradecidos por que tenemos algo aquí. —Jimin negó con la cabeza, pensando que no  le servía quejarse cuando no podía hacer nada, pero gente como Junkook podía y si no había cambiado nada en años era porque nunca les había importado. —No puedo creer que estoy hablando de esto contigo.

—Te sorprendería saber que muchos piensan como nosotros. —dijo Junkook.

 Jimin no dijo nada más mientras caminaban de vuelta hacia el segundo edificio. Una vez allí  ambos volvieron a sus respectivas vidas, despidiéndose con un "hasta luego"que podía o no significar que volverían a verse.