Traición y deseo

Andreea se movía con sigilo entre los árboles, su corazón latiendo con fuerza. Había acordado encontrarse con Darius en un claro oculto, lejos de las miradas curiosas de sus respectivos clanes. Al llegar, lo vio esperándola, su figura alta y fuerte destacando bajo la luz de la luna.

-Darius -susurró Andreea, corriendo hacia él.

Darius la recibió con los brazos abiertos, abrazándola con fuerza.

-Andreea, estaba preocupado por ti -dijo, su voz llena de alivio.

-Estoy bien, gracias a ti -respondió ella, mirándolo a los ojos-. No puedo dejar de pensar en lo que pasó en el monasterio. Si no hubieras llegado a tiempo...

-No pienses en eso ahora -la interrumpió Darius suavemente-. Lo importante es que estás a salvo. Pero debemos ser cuidadosos. Mi hermano está furioso y la situación es muy tensa.

Andreea asintió, consciente del peligro que corrían.

-Lo sé. Lucius también está preocupado. Pero no puedo renunciar a ti, Darius. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Darius la miró con intensidad, sus ojos reflejando el mismo sentimiento.

-Yo tampoco, Andreea. Pero debemos encontrar una manera de hacer que esto funcione sin poner en riesgo la paz entre nuestros clanes.

-¿Qué sugieres? -preguntó Andreea, su voz llena de esperanza.

-Podríamos intentar hablar con nuestros líderes juntos. Mostrarles que nuestro amor no es una amenaza, sino una oportunidad para fortalecer la alianza -propuso Darius.

Andreea lo miró con admiración.

-Es una idea arriesgada, pero estoy dispuesta a intentarlo. Por ti, haría cualquier cosa.

Darius sonrió, acariciando suavemente su rostro.

-Entonces lo haremos. Juntos. Pase lo que pase, no dejaré que nada nos separe.

Andreea asintió, sintiendo una renovada determinación.

-Juntos -repitió, tomando la mano de Darius con fuerza.

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La tensión en la sala era palpable mientras Marcus, Lucius, Nicolae, Andreea y Darius se reunían alrededor de una mesa de madera maciza, en el castillo. La luz de las antorchas proyectaba sombras danzantes en las paredes, añadiendo un aire de solemnidad al encuentro.

Marcus fue el primero en hablar, su voz firme y autoritaria.

-Estamos aquí para discutir una situación que afecta a ambos clanes. Darius y Andreea han decidido que su relación es más importante que las diferencias entre nuestras especies. Pero esto no es algo que podamos tomar a la ligera.

Lucius asintió, su expresión seria.

-Entiendo la gravedad de la situación, Marcus. Pero también debemos considerar los sentimientos de Andreea y Darius. Su amor es real, y no podemos ignorarlo.

Nicolae, intervino.

-La paz entre nuestros clanes es frágil. Cualquier decisión que tomemos debe ser cuidadosamente considerada. Pero también debemos recordar que la unión entre Darius y Andreea podría fortalecer nuestra alianza.

Andreea tomó la mano de Darius, buscando apoyo.

-Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para demostrar que nuestro amor no es una amenaza. Queremos trabajar juntos para mantener la paz y la estabilidad entre nuestros clanes -Andreea, habló llena de determinación.

Darius asintió, mirando a su hermano.

-Marcus, sé que esto es difícil de aceptar. Pero no puedo renunciar a Andreea. Estoy dispuesto a asumir cualquier responsabilidad y enfrentar cualquier consecuencia por nuestro amor.

Marcus frunció el ceño, su mirada fija en Darius.

-Esto no es solo sobre ti, Darius. Es sobre la seguridad y el bienestar de toda la manada. Pero si realmente crees que esta relación puede beneficiar a ambos clanes, estoy dispuesto a escuchar.

Lucius intercambió una mirada con Nicolae antes de hablar.

-Proponemos un período de prueba. Darius y Andreea pueden estar juntos, pero bajo estricta supervisión. Si en ese tiempo demuestran que su relación no pone en peligro la paz, consideraremos aceptarla oficialmente.

Marcus asintió lentamente.

-Es una propuesta razonable. Pero cualquier violación de las reglas resultará en la terminación inmediata de esta prueba.

Andreea y Darius se miraron, sus ojos llenos de esperanza.

-Aceptamos las condiciones -dijo Darius, apretando la mano de Andreea con fuerza.

Lucius asintió, su expresión más relajada.

-Entonces, que así sea. Esperamos que este período de prueba nos demuestre que su amor puede ser una fuerza para el bien de ambos clanes.

La reunión concluyó con un aire de esperanza y determinación. Aunque el camino por delante sería difícil, Andreea y Darius sabían que tenían una oportunidad para demostrar que su amor podía superar cualquier obstáculo.

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La noche había caído sobre el castillo del clan Sangre Nocturna, y el silencio reinaba en los pasillos. Lucius y Nicolae se encontraban en una habitación privada, lejos de las miradas curiosas de los demás miembros del clan. La luz suave de las velas iluminaba sus rostros, creando un ambiente cálido y acogedor.

Lucius se acercó a Nicolae, su expresión relajada pero seria.

-Nicolae, agradezco tu apoyo durante la reunión. Sabes lo importante que es para mí mantener la paz entre nuestros clanes -La voz de Lucius, fue suave pero firme.

Nicolae asintió, acercándose más a Lucius.

-Siempre estaré a tu lado, Lucius. Entiendo lo difícil que es esta situación, pero creo que Andreea y Darius merecen una oportunidad. Su amor podría ser la clave para fortalecer nuestra alianza -respondió, su voz llena de convicción.

Lucius suspiró, dejando que sus hombros se relajaran.

-Tienes razón. Pero no puedo evitar preocuparme por las posibles consecuencias. Si algo sale mal, podríamos perder todo lo que hemos trabajado para construir -su tono reflejando su preocupación.

Nicolae tomó la mano de Lucius, apretándola suavemente.

-Confía en ellos, Lucius. Y confía en nosotros. Juntos, podemos superar cualquier obstáculo. Además, siempre estaré aquí para apoyarte, sin importar lo que pase -dijo, su voz llena de cariño.