Eternamente

Capítulo diez

La confesión
 

—Kyle, ¿qué está pasando?, ¿qué es lo que me tienes que contar?

No podía creer aún que la mujer que tenía delante era descendiente de la que me maldijo hace siglos. Miro a Selena y esta me dice que sí con la cabeza, animándome a contarlo todo.

—Yo estoy aquí contigo —lo anima Selena—. No temas, Kyle, todo saldrá bien. Háblale de ti, cuéntale quién eres realmente y todo lo que has pasado. Lo entenderá y cuando acabes, os explicaré el porqué.

Miro a Lana, la cual está expectante esperando a que hable. Le agarro las manos, tomo aire y le empiezo a contar todo.

—Lana, como sabes me llamo Kyle, Kyle Banner, nací en Escocia y tengo 30 años. Lo que no sabes, es que cumplí 30 años en 1583.

»El dos de agosto de ese año me iba a casar con Sarah, el amor de mi vida, pero apareció un hombre y, después de matar a toda mi familia y a Sarah, me apresó. Una bruja que lo acompañaba me echó una maldición y, al mismo tiempo, él acabó convirtiéndome en vampiro. Tengo más de cuatrocientos años, Lana, y las dos veces que me he enamorado y he tenido la oportunidad de ser feliz, Iván, el monstruo que me convirtió, aparecía y asesinaba a mi pareja. Sé que es difícil de creer lo que te estoy contando, pero créeme que es cierto. Y me da que Selena conoce bien toda la historia.

Miro a Lana y veo que llora en silencio. Las lágrimas se deslizan por sus mejillas. Siento que aprieta fuertemente mi mano. Va a decirme algo, en cambio, se le adelanta Selena.

—Lana, todo lo que Kyle te ha contado es totalmente cierto. Lo sé porque soy descendiente directa de la mujer que lo maldijo. La historia de Kyle ha ido pasando de generación en generación en mi familia. La Selena original se lo contó a su hija antes de fallecer y su hija a su hija y así sucesivamente hasta llegar a mí. La diferencia está en que la magia que usó la primera Selena fue desapareciendo con el paso de los años y los siglos. Esa clase de magia no beneficiaba a nadie, era magia negra, maligna, y mis antecesoras fueron renegando de ella. Lo bueno de todo esto es que el hechizo se puede deshacer, pero el coste es muy caro. Kyle, antes de decirte cómo, tengo que hablar con Lana y hacerle una pregunta.

Lana, al ver que la atención de los dos estaba centrada en ella, se mira las manos y dice:

—Si todo lo que me habéis contado es cierto, me podéis decir, por favor, ¿qué pinto yo en todo esto? Yo no sabía nada de Kyle hasta hace un año, no sabía ni que existía y ahora resulta que el hombre de mis sueños es un vampiro al que maldijo tu antepasada.

»Selena, tengo 25 años, solo soy una chica normal, la cual siempre ha tenido una vida sencilla y monótona. Nunca me he metido en líos, por eso no entiendo que tengo que ver yo con todo lo que le ha pasado a Kyle. —Lo miro y le digo—: Espero que no te moleste lo que te voy a decir, no tienes pinta de vampiro, por lo menos los vampiros que he visto por la tele.

—¿No me tienes miedo? —le pregunto.

—No, la verdad es que a tu lado me siento tranquila. No sé por qué, pero estoy a gusto contigo. Y no me das miedo, Kyle. Además, me salvaste la vida y creo que, si hubieras querido hacerme daño, ya me lo hubieras hecho —me dice sonriéndome.

—Su lado humano prevalece sobre su lado vampiro. Tiene unas convicciones muy firmes y fuertes sobre el bien y el mal. Y Lana, escúchame bien. Sé por qué estás a gusto y tranquila cuando estás con él, aunque haga solo unas horas que os conocéis. ¿Recuerdas el año pasado cuando te dije que tenías un alma antigua y que esta era tu tercera y última reencarnación?

—Sí, claro, pero no entiendo muy bien de que va eso.

—Muy fácil, Lana. Tu alma antes de ser tú, fue Kara, la prometida de Kyle doscientos años atrás y anteriormente fuiste Sarah, la mujer que murió en 1583.

Lana está estupefacta al oírla decir eso. ¡Eso sí que es un disparate!

—Piénsalo, Lana. Sueñas con Kyle, estás a gusto con él cuando hace poco que lo conoces y, aunque me lo niegues, sé que te sientes fuertemente atraída por él. Todo eso es por lo que te he contado. Mi antecesora hizo bien su trabajo. La maldición que le echó a Kyle fue muy clara. Viviría sin conocer el verdadero amor y en caso de que lo conociera, moriría. Solo tenía tres oportunidades para ser feliz. Si a la tercera vez que se enamorara, ella fallecía, el alma de ella se perdería para siempre. Selena dijo ese hechizo utilizando el alma de la mujer con la que te ibas a casar el día que falleció. Esa fue la cruel venganza de Iván —dice mirando a Kyle—. Quería que sufrieras al ver al amor de tu vida morir en tus brazos. Pero lo que no supiste nunca, fue que Kara era la reencarnación de Sarah y ahora Sarah está en Lana. Fíjate bien en sus nombres, son muy similares, su personalidad es muy similar también y te sientes atraído por ella, tal y como te sentiste atraído por ellas en su momento. Es fuerte la atracción que sentís el uno por el otro y veo que estás negándote a sentir nada por miedo. Lo entiendo, solo te diré que el verdadero amor os hará libres si no se interpone nada en vuestro camino.

Lana y yo nos miramos y nos damos cuenta de que todo lo que Selena nos ha contado es cierto. Lana siente como el nudo que tenía en su pecho se va liberando y yo como si mi corazón, aun estando muerto, volviera a latir de nuevo. Sé que solo es una sensación, ya que cuando pone su mano en mi pecho, noto que sigue muerto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.