Eternamente juntos

Capitulo 2: No sabes mentir

-Veo que conociste a mi hijo, Ethan- dijo Laila muy entusiasmada.-

-Nos conocimos en la escuela, está en una que otra de mis clases.-

-Cariño, porque no conversas con Ethan a lo que Laila y yo terminamos la cena- no quería hacer esto, quería alejarme de él, algo me decía que todo el que se acercara a mi sufriría, no debería de importarme Ethan, pero hay algo en el que me atrae no sé si es algo bueno o malo, pero al parecer el destino está jugando en mi contra- Kate, me escuchaste- asentí, le hice una seña a Ethan para que me siguiera hacia el sofá.

-¿Eres hija única?- dijo sentándose.

-Si, solo yo y ¿tu?, ¿tienes hermanos?-dije un curiosa tal vez conocerlo no sea tan malo.

-Si tengo uno, se llama Thomas pero…-no termino la frase, podía oler enojo en él, no sé si a su hermano o había otra persona, sea quien sea le tenía mucho rencor.

-Es complicado, entiendo- me miro a los ojos, transmitiendo alivio por no obligarlo a decirlo, su mirada, su aroma, sus ojos se me hacía muy familiar es como si ya nos hubiéramos conocido desde antes, pero de algún modo tenía que cortar conexión con sus ojos me hacía sentir extraña.-tu celular-carraspeé iba a sonar justo ahora.

-Disculpa-dijo confundido

-Tu celular, está sonando- repetí

Mi celular n…- fue interrumpida por su celular, esta es una de las veces que amo más que nada tener poderes.

Cuando contestó fue la oportunidad perfecta para usar mis poderes de tele- transportación, mi mente fue dirigida a mi habitación y en cuestión de segundos ya estaba sentada encima de mi cama, tome el libro que estaba leyendo en la madrugada y…

-Mas te vale que bajes ahora mismo Kate- dijo mi madre en mi mente, su poder es la telepatía, el poder que mas odiaba.

-Pero…-interrumpe.

-Pero nada, baja-estaba furiosa.

-Pfff, ya voy-pensé en aparecer otra vez en la sala para tele-transportarme.

-Ni se te ocurra usar tus poderes Kate-suspire profundo. Al bajar las escaleras, el seguía sentado en el sofá.

-Lo siento, tuve que ir al baño-miento

-Descuida-dijo él con una sonrisa que debía admitir es encantadora, podía derretir a cualquier persona.- ¿Cómo hiciste eso?- lo mire temiendo que me haya visto desaparecer.

-¿Hacer qué?-pregunté tratando que el nerviosismo no se me notara, si en algo era terrible, eran las mentiras.

-Lo del celular, ¿Cómo sabias que sonaría?-aun estaba confundido.

-Ya estaba sonando- dije esperando que se creyera mi mentira.

-Kate no soy ningún idiota, no había sonado aun- al parecer alguien es un impaciente ya se estaba enojando un poco.

-Ethan tal vez estabas distraído, de seguro no te diste cuenta, ya deja de preguntar estupideces vamos a comer- me paré del sofá haciendo un gesto de que viniera, el sostuvo mi brazo haciéndome sentir una corriente eléctrica, me gire para encararlo.

-Tus ojos, son… son rojos- pestañeé una par de veces hasta que volvieron a su color café.

-Ethan, te sientes bien estás viendo cosas que no son-dije nerviosa, el me acerco mas a él y acerco su rostro a mi oído, diciendo en un susurro.

- Eres mala mintiendo, muñeca- su aliento, fue como electricidad, si fuera humana de seguro estaría más roja que un tomate o hasta peor lo aseguro, me soltó el brazo y se fue al comedor, me senté seguido de él.

La cena fue divertida, gracias a Dios por hacer que los vampiros pudiéramos comer comida humana también así pareceríamos un poco normales aunque casi no la toleremos, reíamos, Ethan se ofreció a darme un tour por la universidad, ya que no sabía nada de ahí, al final la noche se puede catalogar como perfecta.

 

 

(~~~~)

4:00am estaba sentada en una silla de mi balcón, me puse a terminar mi libro ya que como soy vampira no puedo dormir, como decía me encontraba leyendo el libro “Censurado”, mientras bebía un vaso de sangre AB-, mi celular comenzó a sonar.

-Despierta a esta hora y en un balcón, acaso no duermes bella Julieta-mire mí a mí alrededor y pude distinguir una luz que provenía de la habitación de enfrente, dejándome ver a un Ethan con pelo desordenado y un pantalón de pijama.

-A caso me estas ¿acosando Romeo?-dije algo coqueta.

-Como no observar tanta belleza desde mi ventana, esto es digno de un acoso- sonreí divertida-y para contestar a tu pregunta mi bellísima Julieta, solo desperté y te vi ahí sentada.

-¿Qué haces a esta hora despierto, Romeo? Deberías estar soñando con tu Julieta  ¿vas a asaltar un banco? Jajaja.

-No tengo una Julieta por ahora, salgo a correr, me acompañas-no pensé que el fuera de los que se despertaran temprano en las mañanas, suspire.

-Claro, me encantaría-. Se supone debí haber dicho que no ¿Qué estoy haciendo?

-Perfecto te veo en 5-

Utilice mi súper velocidad y me puse mi ropa de deportes, fui a avisarle a mi madre, de seguro está en su habitación viendo sus novelas nocturnas.




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