Alanh solía presentarse en los lugares que consideraba de interés, o lo que era lo mismo, iba a donde sabía que algo estaba sucediendo. Era por ello que nada más una vez volvió al castillo, por eso resultaba confuso que estuviera ahí de nuevo. Lo que supo sobre el asunto era que algo ocurría con los cazadores.
—¡Qué demonios están haciendo!
Nunca había visto a tantos ir y venir en el lugar, no solía haber mucho movimiento, más bien nunca, ni remotamente, al menos que se prepararan para una batalla. ¿Eso era? ¿En qué se suponía que se metieron para que sucediera?… No lo sintió, así que cuando volvió su vista al frente no esperó ver ahí al hombre de cabello oscuro atado en una coleta baja, permanecía recargado en uno de los árboles igual que él, sólo que no dando la espalda al cuartel.
—¿Qué haces aquí?
—Vine a confirmar algo.
Nada en su tono le dijo que estaba dispuesto a hablar con él, igual lo intentó.
—¿Qué?
—Lo que hacen los demás.
—Eso no me dice mucho.
El otro lo miró directo a los ojos, pero enseguida desvió la mirada al castillo.
—Están preparándose para una lucha. Me pregunto si ella ya sabe. —Dio media vuelta y se alejó entre los árboles-.
—¿Quién?
—Ella.
Se refería a… No, los cazadores no podrían estar pensando en hacer aquello. Tenía que averiguar la razón. Si el asunto era de su incumbencia, si la ayudaría o se alejaría, esas cuestiones no pasaron por su mente.
♦ … ♦
Mark era un buen cazador, por algo había logrado hacerse un lugar entre los que poseían el mando ahí, pero incluso él, con los años de práctica y constantes esfuerzos para mejorar, estaba harto del entrenamiento. Salazar no estaba dejando que nadie se tomara un descanso de al menos un día, ni siquiera los de su círculo, siendo los más formidables, se pudieron escapar de la obsesión de su líder por que la planificación fuera de lo mejor. Pasó la mano por su fleco cortado en capas y lo alborotó, sudaba demasiado, guio su otra mano al resto de su cabello naranja, se sentía un poco graso, incluso las duchas ya se estaban convirtiendo en un lujo, si se recortaba alguna comida tendría que confabular con Conner, el único otro de los del mando, que no estaba contento con Salazar, para lograr filtrarle algún somnífero fuerte a su líder para que no los molestara por un tiempo. Ya sabía que las palabras en ese momento no estaban funcionando con éste.
Él, que se encontraba siempre en paz e incluso actuaba con desinterés, todo ese esfuerzo y planes no le estaban cayendo bien. No de forma física, sino psicológica, todo era demasiado abrumador. Si hubiera votado en contra de todo esto, ¿algo sería diferente? Para un cazador bajo los ideales de su líder actual, tendría más que una buena razón para haber dicho que sí, pero esa era la cuestión, esa fue su respuesta ya que era lo que el líder esperaba y lo que había inculcado a los demás. No era que pensara mucho en eso, sin embargo, creía que los ideales de los cazadores en los últimos tiempos se definían más por la percepción personal del líder en turno, que de lo que se consideraba «ser un cazador» desde que surgieron en el mundo.
No poseía un apoyo de información que sustentara esa idea, pero cada familia que componía su comunidad solía escuchar algo de historia de sus antepasados mediante lo que se llamaba «el libro familiar», el caso era que, incluso aprender de él, había sido relegado en pos de las enseñanzas de la línea familiar de los líderes. Si quisiese averiguar algo que fuera certero, tendría que preguntar a algún miembro de la familia más poderosa que una vez fue quien dirigió todo, pero cedió el mando porque preferían ser quienes cuidaran la historia de los cazadores. El inconveniente para conseguir algo así era que el único miembro actual de esa familia era Célar, el cazador que los abandonó, y por muy buenas razones; no existía nadie en contra de él, aunque no podía decir lo mismo del otro que se fue, Alanh, lo de él se consideró más rebeldía que otra cosa. En fin, no era como si él mismo fuera a hacer algo por modificar la situación actual, no era ese tipo de persona. Aunque tal vez no sería malo comenzar a cambiar.
Lo que quería comprender de todo el asunto actual era el motivo detrás de que los tres alumnos de Salazar parecían ser los más dedicados a la tarea actual, sobre todo Alex. Mark tenía entendido que de hecho él se opuso de forma muy ferviente a la decisión que se tomó, además que con los años que pasaron, ellos se distanciaron bastante del lado de su líder.
Quizás tendría que ver con el hecho de que comenzaba a formarse una grieta entre los cazadores, todo surgió en el momento en que se hizo la alianza con Kahler y su grupo porque sólo entonces vieron de cerca a su enemigo. Si tenía que ser más inquisitivo y subjetivo, diría que se debía a haber visto las acciones que el rey y esa joven realizaban. Era que algo empezó a moverse ya hacía mucho tiempo, era en la actualidad cuando se comenzaba a notar con claridad. Podría intentar sacarle a Alex qué estaban haciendo él y sus compañeros.
Con la timidez que le conocía al chico, le extrañó que fuera dado a hablar mucho y con detalle cuando conversaba. Entendía las motivaciones tras su ejercicio; fue cuando mencionó algo interesante que tuvo que detenerlo.
—¿Qué quieres decir con que fue por su ayuda?