48 HS. Habían pasado desde que el granizo callo en Wilton, el cielo seguía negro y la lluvia era constante, los chicos seguían reunidos en la casa de los Bass pero hasta el momento no habían encontrado nada.
- Esto es ridículo - dijo Ross algo molesto - Llevamos horas leyendo y nada -
- ¿Y qué quieres que hagamos? - dijo Spencer -
- Busquemos a ese Oslo y matémoslo nosotros mismos - dijo Ross con animó -
- Tú no estabas aquí la última vez que hicimos esto – le dijo Jack un poco serio- Pero para ganar la batalla primero tenemos que saber a qué nos enfrentamos -
- ¿La última vez? - pregunto irónico Ross - ¿Te refieres a esa vez donde 4 de las personas que más queríamos murieron? ¿Te refieres a esa vez que solo vencimos a la bestia por el poder de Alex? -
- No fue solo mi poder - dijo Alex levantando la mirada de su libro - Todos peleamos -
- Por favor Alex la bestia solo se divirtió con nosotros cuando se aburrió nos paralizo y si hubiese dependido de nosotros salvarlos a todos, ahora mismo estarían muertos – le respondió Ross -
- Odio decir esto pero tiene razón - dijo Robert sin apartar la mirada de su libro -
- Esta bien, supongamos que Ross tiene razón - dijo Anna un tanto alterada - ¿Qué hacemos? porque ustedes no tienen la magia de Alex pero al menos tienen fuerza, velocidad, y sentidos sobrenaturales yo no tengo nada de eso -
Los chicos estuvieron discutiendo mucho tiempo sin llegar a nada así que mientras pensaban en cómo seguir Merida y Anna fueron a NY en un viaje de trabajo, Dylan decidió que lo más seguro para Mia seria quedarse en Shaiwood bajo el cuidado de Taylor, una vieja hechicera que había sido mentora de Rebecca.
- Apenas es una bebe - les dijo Dylan a sus hermanos en el camino de vuelta a Wilton después de dejar a Mia con Taylor -
- No la estas abandonando Dy - le dijo Tyler desde el asiento de atrás del auto - Es por su bien -
- Es cierto, cuando todo esto acabe, vendremos por ella y la llevaremos a casa - dijo Alex tratando de consolar a su hermano -
- Si algo me pasa - comenzó a decir Dylan -
- Eso no pasara - lo interrumpió Tyler -
- Pero si... – volvió a intentar hablar Dylan -
- No pasara - dijo Alex con mucha seguridad -
- ¿A qué te refieres? - dijo Tyler confundido -
- Descubrí el hechizo que mamá uso para protegernos de Richard la noche que la mató y digamos que lo renové – dijo Alex en modo de confesión -
- ¿QUE? - pregunto Dylan confundido frenando el auto repentinamente - ¿Tyler sabias de esto? -
- No - dijo Tyler tan confundido como su hermano - Yo dije que no morirías para darte aliento pero no lo creía -
- ¿Podrían escucharme? - los interrumpió Alex muy seria - Es un hechizo de protección, es como mi propio escudo irrompible y puedo extenderlo hacia otras personas -
- ¿Y porque no nos compartes a todos ese escudo raro? - pregunto Tyler aun confundido -
- ¿Porque ese escudo no funciono con mamá? - pregunto Dylan más confundido aun -
- Porque es un hechizo que ella creo para protegernos yo lo reforme para que también sirva como autoprotección - dijo Alex tratando de que sus hermanos entiendan - Y no puedo compartirlo con todos, solo con ustedes -
- Eso es egoísta - dijo Tyler que seguía sin entender - ¿Que temes que se te acabe? No me molesta no compartirlo con Ross me cae realmente mal pero tal vez darle un poco a Anna... -
- No es por eso - lo interrumpió Alex - Solo puedo compartirlo con mi sangre, es decir mi familia biológica, es decir mis hermanos, es decir ustedes -
- Y vera - agrego Tyler después de unos segundos de silencio -
- ¿Porque compartiríamos esto con Vera? - le dijo Dylan sin entender el comentario de Tyler -
- ESE ES EL EGOISMO DEL QUE HABLO - grito Tyler -
- ACABO DE DEJAR A MI HIJA CON UNA SEÑORA DE 250 AÑOS QUE APENAS CONOZCO PORQUE EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS ESTA POR COLAPSAR Y TU HACES BROMAS ¿QUIERES QUE TE MATE? – le grito Dylan furioso a Tyler -
- Ya basta - dijo Alex interviniendo muy molesta - Volvamos a Wilton y encarguémonos del Oslo -
Dylan encendió el auto y retomaron el viaje, luego de un par de minutos Tyler se acercó a Alex y al oído le pregunto
- ¿De qué broma me estaba hablando? –
- Lo mato, está muerto – dijo Dylan y acto seguido soltó el volante del auto aun en movimiento para darle un golpe a su hermano –
- DYLAAN – grito Alex tomando el volante –
Mientras todo esto pasaba en Wilton las cosas se ponían feas para Ross, quien estaba en la casa de los Bass con Alison dando vueltas una y otra vez a las pistas para dar con el Oslo.
- Creo que encontré algo - le dijo Alison al impaciente Ross – Aquí dice que por lo general los Oslo buscan lugares solitarios y aislados para refugiarse ¿Conocemos un lugar solitario y aislado que cierto hermano tuyo uso para construir un nido de amor? -
Después de pensarlo varios minutos Ross dijo
- El bosque donde Robert construyo el Robex -
- ¿En serio tuviste que pensarlo tanto? – le dijo ella sarcástica -
- ¿Qué esperas Alison? Vamos – le dijo Ross levantándose casi desesperado del sofá -
- No tendríamos que esperar a Alex o al menos avisarle a los demás – le pregunto Alison sabiendo que así era -
- ¿Y perder el tiempo? Tu puedes quedarte aquí yo voy a ir a detener a esa cosa – le respondió Ross y se fue -
Ross se fue al bosque a buscar al Oslo y Alison cometió el error de seguirlo sin avisarle a nadie de a dónde iban, estuvieron horas dando vueltas por el bosque sin encontrar nada hasta que comenzaron a escuchar pasos a lo lejos, Ali uso su olfato para llegar hasta el Oslo y cuando por fin lo vieron desde atrás se sintieron estafados, ellos esperaban encontrase a una bestia enorme y de aspecto tenebroso pero encontraron a una criatura del tamaño de un oso y con aspecto que si bien no era precioso tampoco daba tanto miedo, esto fue lo que incentivó a Ross a enfrentar a la bestia pero jamás se imaginó que algo que parecía un simple animal tuviera tanto poder sobrenatural, cuando Ross ataco el Oslo desato una gran tormenta de viento, esto dejo a Ross casi sin poder ver y a Alison que estaba todavía escondida detrás de un árbol tampoco pudo ver nada en ese momento Alex llegaba a su casa con sus hermanos y se encontraban con Spencer en la puerta de su casa.