Capítulo 19: Nacimiento y profecia

Después de que el alma de Paige muriera Spencer, Dylan y Alex volvieron a casa abatidos por el dolor.

Al entrar en su casa Alex se tumbó en el sofá.

- Preparare café – dijo Spencer dirigiéndose a la cocina –

- Llamare a Nani – dijo Dylan, pero luego vio a su hermana llorando y dijo – Alex… ¿Estas bien? –

- Estoy harta – dijo Alex quebrando en llanto – Ya no puedo –

- ¿De qué hablas? – le pregunto Dylan acercándose a ella –

- Ya no puedo tolerar más guerras y muertes, no tiene sentido – dijo Alex llorando – No importa cuánto peleemos siempre hay algo más que nos lastima, ya no lo tolero –

- Alex escúchame – le dijo Dylan arrodillándose frente a ella – Se que duele, pero no podemos rendirnos –

- No sé si lograre seguir – le respondió du hermana – Estoy tan cansada, ya no quiero más –

- Alex muchas personas depende de nosotros, no podemos solo rendirnos – le dijo Dylan preocupado por ella –

- Ni siquiera pudimos elegir, desde antes de nacer ya estábamos destinados a esto – le dijo Alex realmente desanimada – Éramos solo niños cuando todo empezó, es injusto que alguien decidiera por nosotros que sería de nuestras vidas… ¿Cómo voy a hacerme cargo de un pueblo entero si ni siquiera puedo decidir sobre lo que será de mi vida? –

- Alex sé que las cosas no son como nos gustarías, pero esa gente nos necesita… - le dijo su hermano –

- Tomamos el control hace ocho años, éramos unos niños, no sabíamos lo que hacíamos, ni siquiera teníamos nuestros entrenamientos completos… ¿Cómo se supone que sepamos que hacer? No estamos listos para esto – dijo Alex a quien el desgano hasta se le notaba en la voz -

- Pero Alex lo han hecho muy bien hasta ahora – le dijo Spencer intentando animarla –

- ¿Cuántas vidas nos costó aprender? – le pregunto Alex aun llorando – Hemos perdido mucho más de lo que alguna vez ganaremos… ya no tiene sentido –

Dylan se puso de pie, fue hacia la biblioteca familiar y tomo un álbum de fotos.

- ¿Qué haces? – le pregunto Spencer sin entender –

- Alex quiero que mires esto – dijo Dylan acercándose a Alex nuevamente –

Dylan le mostro una foto de Tyler en su cumpleaños número seis donde estaba con una gran sonrisa.

- ¿Ves esto? – le dijo Dylan con la foto en la mano – Este niño lleno de felicidad, es nuestro hermanito, al que nosotros salvamos, el que ahora está disfrutando lo que seguramente será uno de los mejores momentos de su vida ¿Crees que esto hubiera pasado si nos hubiéramos rendido? –

Alex rompió en llanto viendo la foto de su pequeño hermano.

- Nosotros no nos rendimos y logramos que Tyler sobreviviera y tuviera una buena vida… no pudimos salvarlos a todos, eso es cierto pero salvamos a muchos y creo que vale la pena – continuo Dylan – Se que duele en todo el cuerpo cuando alguien que amamos muere o nos deja pero debes seguir peleando porque créeme todo tendrá sentido cuando escuches a tu hijo reír, o cuando veas la felicidad de Tyler o la mía, valdrá la pena cuando veas que todos los hechiceros te respetan porque les dimos lo que tanto necesitaban… justicia y esperanza, pero para dar esperanza no tienes que perderla –

- No creo poder hacerlo – le dijo Alex sin poder evitar las lágrimas –

- Claro que podrás – le dijo Dylan convencido – Porque eres la persona más fuerte, determinada y leal que conozco, eres la hechicera que volvió de entre los muertos con colores en sus ojos, eras la hija que honro a sus padres, la amiga que se sacrificó por los demás, eres la hermana que salvo a su sangre… Tyler y yo no podemos seguir sin ti, porque si algo nos mantiene fuertes es que siempre de una forma u otra hemos estado juntos, asique ahora vamos a buscar la manera y juntos cambiaremos el destino ¿Estás conmigo? –

- Siempre – le dijo Alex aun llorando, pero tratando de encontrar la manera de seguir –

- Entonces vayamos a Shaiwood – dijo Dylan cerrando el álbum de fotos – Tenemos que hablar con Nani –

Mientras los hermanos mayores Bass y Spencer viajaban a Shaiwood, Robert se enteró por Oliver que Analía había atacado a Alex.

- No sé qué fue exactamente lo que paso, pero mi padre esta furioso, al parecer Alex mato a toda una manada de omegas – le decía Oliver por teléfono a Robert –

- ¿Cómo hizo eso? – le pregunto Robert confundido –

- Robert hace tiempo deje de preguntarme como Alex hace las cosas, creo que su poder es algo que jamás nadie entenderá – le respondió Oliver – Al menos yo lo lograre hacerlo -

- ¿Sabes si ella está bien? – le pregunto Rob preocupado –

- Se que esta sana y salva, pero… -

- Pero ¿Qué? – pregunto Robert alterado –

- Paige murió – dijo Oliver después de un segundo –

Robert se sentó sin poder creerlo al oír la noticia aun con el celular en la mano.

- Rob… ¿Estas bien? – le pregunto Oliver – Se que tu querías ayudar a Alex con respecto a Paige –

- Estoy bien – le dijo Robert después de respirar – Tengo que colgar, Analía acaba de llegar a la empresa, está en el asensor –

- ¿Cómo lo sabes? – le pregunto Oliver –

- Puedo oler la desesperación – dijo Robert y luego colgó la llamada –

Las puertas del elevador se abrieron y Robert se puso de pie decidido y fue directo hacia Analía, la tomo del cuello levantándola en el aire contra la pared.

- Teníamos un trato – le dijo lleno de bronca –

- Aun lo tenemos – dijo Analía intentando rajuñar los brazos de Robert para que la suelte –

- Atacaste a Alex y a su familia – le dijo Robert sin soltarla – Intentaste matarla, rompiste el trato –

- Ella está bien – dijo Analía usando sus piernas para empujar a Robert, luego recuperando el aire le dijo – Y tu preciado hijo también –

- Por tu bien espero que así sea – le dijo Robert poniéndose de pie –

- Cálmate – le dijo Analía – Aun tenemos un trato -

- Escucha una cosa, si vuelves a romper el trato, si algo le pasa a mi hijo o mi mujer te hare responsable a ti y solo a ti – le dijo Robert enojado –