El amanecer tiño de destellos rojizos y violáceos la montaña, el frio congelaba hasta los huesos. Aika hacia horas que avivaba el fuego y asaba un trozo de carne, el pan se tostaba junto a la carne. Joy se estiró todo lo que pudo, esa no había sido una buena noche.
_El terminara por odiarte-le dijo Joy tomando un trozo de pan que zarandeo en sus manos pues estaba muy caliente. Aika le acerco un trozo de carne con la punta de su cuchillo.
_Es lo que quiero, que me odie…
Joy meneo su cabeza, siempre la misma historia.
_Sabes Aika no logre entenderte, no logro comprender con mi pequeño cerebro porque haces todo esto.
_Porque asi debe ser y lo sabes, es la única manera de poder seguir adelante y cumplir con lo que debemos…lo que pueda pasarme…no importa.
_Sabes que sí, que importa y mucho…pero te empeñas en que cada uno termine despreciándote.
-Así debe ser…-dijo ella mirando hacia el sol que perezosamente se vislumbraba tras las montañas.
_Él no es como todos-Joy la miró, esperando la reacción de ella, quien no acuso ninguna reacción, permaneció con la vista fija en el horizonte -Lo sabes…lo sientes…
_Ni siento ni sé, ya deja de hablar Joy, nada cambiara el destino.
_¿Tú crees?...porque no te das una vuelta por el lago termal. -Señalo hacia el pequeño lago termal que estaba escondido al pie de la montaña y donde Liam hacía rato estaba tomando un baño.
_Dime que no lo hizo…
_Aha-contesto sonriendo Joy.
_Voy a Matarlo-Aika salió corriendo tomó su arco y flecha y sus piernas se descontrolaron en la rapidez de la carrera.
_Idiota sal de allí ahora mismo_ Grito a Liam quien no entendía la reacción de la mujer.-Sal de allí Liam ahora!-Grito Aika mientras clavaba una de sus rodillas en el suelo tomaba una de sus flechas y apuntaba hacia él. Liam se desesperó, sintió que el agua comenzaba a hervir de un solo salto y olvidando que estaba completamente desnudo salió del lago, al instante una criatura gigantesca semejante a una serpiente emergió del lago.
_Corre!-grito Aika al mismo tiempo que disparaba una, dos, tres flechas que dieron dos en cada ojo de la serpiente y la última la hizo desaparecer y aparecer frente a ellos una hermosa mujer de mirar rasgado, vestida con plumas negras y doradas que les sonrió maliciosamente.
_Aika querida, me has robado mi diversión, él es muy bello
Aika seguía apuntándola sin que su pulso temblara. Liam detrás de ella sentía que su corazón iba a estallar.
_No te acerques bruja…tú y yo aún debemos saldar algunas deudas.
_Hay chiquilla aún guardas resentimiento, no debes hacerlo, no es sano llenarse de rencor…pero sabes que él estuvo en el lago, me pertenece.
Aika respiraba rápidamente y solamente un ápice de cordura le impedía no disparar la flecha.
_Lo engañaste Freika…seguramente utilizaste tu canto de sirena hechicera bruja maldita.
La mujer serpenteo en su caminar coloco sus manos en su cintura pequeña y un sonido maravilloso salió de su garganta.
_No lo hagas o te juro que voy a matarte.
Liam escuchaba esa voz y se embriagaba de deseo su cuerpo solo deseaba estar cerca de aquella mujer.
_Sabes que no puedes hacer nada Aika el me pertenece, en la guerra y el amor todo vale.
_Basta…no te acerques
_No puedes hacer nada…-sonrió irónica Freika
_Si puedo-dijo Aika girando y tomando del cuello a Liam mientras lo besaba apasionadamente. En ese momento la mente del muchacho quedó en blanco, fue como si quedará suspendido en un vació, su cuerpo simplemente flotaba, ya no escuchaba aquella voz solo sentía los labios dulces de Aika.
Freika emitió una carcajada victoriosa y aplaudió.
_Por fin creí que jamás llegaría a ver esto, este pobre muchachito debe importarte mucho Aika…cuídalo.
Solo desapareció tras una nebulosa negra y de chispas doradas.
Liam se separó lentamente de Aika, la miró aún aturdido por la situación pero al instante se percató que su cuerpo había dado respuesta aquel beso apasionado trato de cubrirse y de decir algo pero nada sería coherente en ese momento.
Aika lo miro de arriba abajo deteniéndose en sus partes íntimas. Sonrió.
_Suele pasar monje, aunque no creo que te pase seguido.
La vio irse , sintió frio y soledad esa mujer lo confundía tanto…