Liam la miró dormir, y parecía que todo aquel infierno que los perseguía no existía, así simplemente, pero debía agradecerle tal vez a aquel infierno que los haya unido…pensar que él estaba convencido que las mujeres eran el pecado hecho carne y ese pecado era el que lo estaba haciendo inmensamente feliz. Observo cada detalle del rostro de Aika mientras ella descansaba sobre du pecho y no lo había notado pero un pequeño lunar en forma de media luna estaba al final de la línea de su mandíbula se inclinó y lo beso, el cosquilleo hizo que Aika abriese sus ojos.
_No quise despertarte…
Aika sonrió acomodo su cabello más salvaje que de costumbre tocó la punta de la nariz de Liam que al sonreír se le hacían unos hoyuelos que ella no había percibido.
_ ¿Sabes algo monje?...nada mal por ser tu primera vez…._Liam se sintió avergonzado y Aika se colocó sobre él. _Pero no será la última…
Comenzó a besarlo y la pasión iba creciendo…hasta que una bandera blanca y unos golpes en la puerta apagaron el fuego.
_No quiero ser aguafiestas, pero espero que estén presentables, la reina Helena viene hacia aquí Aika Sacha dice que es el momento de irnos. La inconfundible voz de Joy hizo que los dos se ocultaran bajo las mantas. Joy apareció en la puerta lentamente_ Me alegra verlo felices pero este romance durará poco si no nos vamos ya!-
La reina Helena caminaba con pasos largos y rápidos su capa escarlata flameaba ante el frio viento que captura el aire helado. Dirka y el ejército negro la seguían. Los latidos del corazón de la reina Helena eran incontrolables, no creyó verse en aquel momento, ese momento nunca debería haber sido.
_Sacha los habrá hecho escapar señora, la maestre es muy inteligente
_Lo es por eso sé que ellos saldrán por la puerta norte…
Dirka sacudió su cabeza, el rechazo de la reina la acercaba cada vez más a su muerte.
_Dile a tus guerreras que rodeen la puerta norte y que no les hagan daño.
Dirka seguida por sus segundas al mando se encaminó a dar la orden cuando un viento sorpresivo y tempestad de hielo azotó el lugar .La reina se cubrió con su capa y se dirigió a un túnel secreto que solo ella conocía, allí Sacha la esperaba sería, sombría, desafiante.
_Ha sido tú-le dijo quitándose la capucha casi congelada por el hielo
_He sido yo sí…y no me arrepiento en lo absoluto, no me acobardo ante el dolor y la tristeza y no entrego mi gente a la locura de estas brujas inhumanas sabiendo que mi hija jamás regresará.
_Calla maldita.
_No mi querida reina, no…has sido capaz de traicionar tu fe y a la única persona que confío en ti desde niña solo por un hechizo macabro que jamás será realidad.
_No es cierto y lo sabes-dijo la reina acercándose con los ojos estallados de ira.
_No lo es nadie podrá devolverte tu hija del mundo de los muertos y estás empujando a Aika a ese lugar, vas a matar a un inocente solo por egoísmo…
_Egoísmo no…amor.
Sacha rio pero tenía tantas ganas de llorar, pensar que esa mujer había sido su amiga, su reina y ahora solo estaba convertida en un ente sin corazón, sin esperanzas.
_Pues es tarde Helena jamás lograrás llegar antes que ellos, Liam tiene la daga sagrada y sé que la usará bien.
_Noooo, Sacha no, eres una maldita te matare-se abalanzó sobre ella, pero Sacha fue más veloz cerro sus ojos, desapareció al instante. La reina Helena yacio en el suelo quejumbrosa y presa de un llanto histérico.
Dirka llegó con sus guerreras sin entender demasiado lo que había sucedido.
_Ve, ve debes llegar al templo de hielo antes que ellos ve Dirka no dejes escapar al monje.
_Pero mi reina ¿qué hago si Aika se me interpone?
Los ojos de Helena se tornaron oscuros, rojos de infierno…
_Matala…