La puerta se abrió Liam espero expectante…La guerrera parecía ser ejercito negro, pero a diferencia de lo que había visto llevaba vestiduras oscuras y su rostro estaba cubierto de la nariz hacia abajo. Alta y bien formada. Una espada recta de un solo filo extraño mango de madera tallada cruzaba su espalda. Liam se puso de pie lentamente.
_ ¿Quién eres? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué quieres?...
_ Demasiadas preguntas monje, no tengo paciencia para contestarlas a todas. Sígueme.
Liam dudo pero la siguió tomado precauciones a cada paso.
_Me llevas a morir…
La guerrera giró y lo miró, se notaba la expresión de su sonrisa en los ojos.
_Yo no llevo a morir a nadie monje, si te quisiera muerto…ya no estarías respirando…
_Entonces?...
_Debo mantenerte vivo hasta que la luna de la desgracia esa pase…
Liam enmudeció
_Eso no, yo debo terminar con la profecía debo acabar con la bruja blanca o….
_O nada monje, tú no harás absolutamente nada, dejarás que pase lo que deba pasar, que se maten los que se deban matar y que laman sus heridas los que deban pagar sus pecados.
_No_ Grito Liam tomando sorpresivamente la espada de la espalda de la guerrera.
La guerrera no se inquietó dejó que el siguiera creyendo en su osadía. Liam corrió por lo que parecía un estrecho laberinto. Hasta llegar a una sola puerta la abrió y el vacío a sus pies.
_No hay salida Monje, créeme, no la hay.
Liam se arrodilló lentamente y sintió que si aquello no era la muerte era algo muy parecido. No lo pensó, ya no pensaba, ya no creía, solo saltó ante la desesperación de la guerrera.
_Maldito Monje-grito lanzándose tras él.
Joy temblaba no era para menos aquel espacio era solo hielo viento y nieve que caía sin cesar.
No entendía cómo Sacha podía mantenerse solo con aquella capa purpura.
_Dime gran Maestre será por demasiado tiempo que debemos esperar porque creo que solo dos segundos más si es que aquí puede contarse el tiempo y mi sangre se congelará.
_La paciencia es tal vez la montaña más difícil de escalar.
Terminó de decir la última palabra cuando frente a ellos el cuerpo de Liam cayó sorpresivamente.
_ ¿Monje?- se asombró Joy-pero…_Y al instante se personificó la guerrera negra frente a ellos empuñando su espada. _Claro no podía ser tan simple-dijo meneando su cabeza Joy.
_ ¿Seina?...pero hermana ¿qué estás haciendo?_ Nina se acercó a la guerrera y la observó desconcertada.
_ ¿Hermana?...pues tu familia me sorprende cada vez más Nina, aunque no tienen gran parecido.
_Cállate Joy o te cerrare la boca-No hacía falta una palabra más _Me quieres explicar ¿qué haces Seina?
_No es momento de explicaciones hermana, solo de llevarme a este monje loco…
_No te llevarás a nadie-dijo Joy colocándose frente al cuerpo inmóvil de Liam quien hasta el momento no daba señales de vida.
_Basta!-gritó Sacha levantando su mano y al instante la espada de Seina estuvo en las de ella, ante el desconcierto de la guerrera. _Levanten a Liam debemos comenzar el camino.
_No me miren a mi, estimo al monje pero…uf está bien-refunfuño Joy colocando sobre su espada al monje quien la mitad de su cuerpo iba arrastrando _Espero que esto acabe bien porque juro monje que yo mismo te mataré.
Erendida la miró, giró alrededor de ella aspirando su aroma, guio su mano hasta el cuello y tomó el dije que pendía de este.
_No aprendes más…no aceptas tu destino.
_ ¿Por qué debería hacerlo?-contesto Aika sin cambiar su expresión altanera. _Tu jamás aceptaste el tuyo. La risa de Erendida llenó el recinto del salón del trono.
_Mi destino no existe Aika…el destino no existe en verdad, el destino es un invento perverso de los dioses para divertirse a costa nuestra…pero lamentablemente esas reglas no pueden romperse…él debe morir y tú debes cumplir.
_No lo haré…él…jamás lo encontrarás.
Erendida se sentó en su tronó hecho de hielo y oro. Chasqueo sus dedos y las pesadas puertas del salón del trono se abrieron.
Aika simplemente cerró sus ojos no podía ser posible…