La puerta de la mazmorra se abrió, el olor era repúgnate, todo allí lo era, Liam encadenado despojado de cualquier esperanza, se acurrucaba abrazando sus piernas en un rincón, golpeando sistemáticamente su cabeza contra la pared. Sin dudas la locura ya había anidado en él, locura, mentiras, frio, miedo traición…
_No la culpes_ La voz de Erendida no lo sorprendió, es más la escuchaba como un susurro cavernoso que llegaba vagamente hasta él._ Ella solo quería salvarte, quería sacrificarse para que tú te salvaras…pero es imposible, es imposible ser de dios y amar el mal, lo sé, lo padecí, por eso puedo afirmarlo…Ahora el curso del destino seguirá cómo debe ser, ¿sí realmente es necesario que mueras?, pues no lo es, pero debemos darle pan y circo al pueblo y se debe creer que esta profecía debe cumplirse, el amor más puro derrotado por el mal, que aunque nos quieran hacer creer en los cuentos de hadas que gana siempre es una vil mentira para no alterar el equilibrio del mundo banal y bondadoso de los humanos que se creen santos…
Liam apenas levanto su mirada por sobre su brazo para mirar aquella mujer que disfrutaba su penuria.
_Yo no soy un santo…yo no soy puro, no soy bueno…yo no soy nada de lo que dices…mátame de una buena vez sin tantos discursos estoy harto de tanto palabrerío barato de brujas egocéntricas, de santos impuros, de reinas locas y de brujas mentirosas-dijo esto último gritándolo desesperado.
Erendida se acercó sus manos en la cintura, su andar seguro, se acuclilló junto a él y acomodó el cabello que caía sobre la frene de Liam, al instante el tomó con brusquedad la mano de Erendida.
_No soy tu juguete bruja…no me toques apestas.
Erendida se puso de pie riendo.
_Sí que tienes agallas pequeño, pues veremos, veremos cómo te enfrentas a ese destino el cual no te importa veremos cómo miras a la muerte cara a cara…guardias tráiganlo.
Liam se sintió arrastrado en todo sentido, ya no importaba, que sentido tenía seguir viviendo, todos le habían mentido, lo habían usado, que más daba ahora vivir o morir. Qué más daba darles el gusto y que esa bruja maldita bebiera de su sangre…Qué más daba que la bruja blanca sea Aika…