Eterno atardecer

CAPITULO 6

Toda la mañana los tres juntos ha sido podo una pasada, días como estos quiero que perduren por siempre en mi memoria, para el final del almuerzo decidimos ir a una Discoteca en el corazón de la Isla para celebra la llegada de mi Vane. Sebas lleva a Vane se marchan de la villa de mis abuelos, pero antes mi mejor amigo deja a mi Vane en su casa para que logre descansar y esté lista para la salida de hoy. Yo, mientras tanto subí a mi cuarto a revisar mi computador ya que tengo pensado ir a visitar a mi mama, quizás me anime a estudiar ahí, no lo sé, hasta que me decida tengo que lograr que mi mama me llame mas seguido o lograr hablar con ella, frustra la idea de que no pueda comunicarme con ella y papa siempre esta ocupado.

Para la nueve de la noche yo ya estaba colocándome mi perfumen favorito sobre todo mi outfit que constaba de un vestido a media pierda de color blanco, con un escote en v, donde sutilmente y sexi se veía mis senos, mi cabello suelto y sandalias bajas (simplemente porque odios los tacones). Miro hacia mi puerta cuando mi escucho que toca y me preguntan puedo pasar, a lo que de manera inmediata abro la puerta porque se que es Sebastián.

- WOWOWO!!! Que hermosa te ves Bia. – lo dice mientras lentamente se acerca a mí, sin quitarme la mirada de los ojos y noto como vagamente baja su mirada por mi cuerpo. Lo cual me encanta, hace mucho tiempo que Sebas no me mira de forma coqueta y me agrada.

- Tú también estas Guapo. – Le sonreí y acorto la distancia para abrazarlo, tan suavemente toma mi cintura que hace que mi cuerpo le suba la temperatura. Quedamos frente a frente chocando narices a casi nada de besarnos. Pero escucho que tocan la puerta y de manera rápida me suelto de esos brazos tan cómodos.

- ¡He! Por qué se demoran tanto. – Escucho a Vane mientras trato de comprender toda esta cercanía. Volteo rápidamente pero antes tomo mi celular y digo:

- ¡Ya! Vamos, solo faltaba mi celular. Amiga que estas hermosa. – halago su belleza para que no sospeche nada.

- Vale, gracias. Tú también estas espectacular amichis, pero vamos que la noche aun es joven. A se voz de mando, salimos de fiesta un viernes por la noche.  

Al llegar a lugar Seba había reservado una sala vip junto con otros amigos, para celebra la llegada de nuestra mejor amiga, es así inicia una noche divertida de muchas risas, bailamos a todos los ritmos habidos y por haber y obviamente el trago no faltaba en esta celebración. José uno de nuestros amigos saca a bailar bachata a Vane, él es un genio en baile y siempre quiere enseñarle a bailar a Vane, ya que dice que tiene una figura magnifica para el baile. A la vez a mí ya me comenzaba a hacer efectos los vasos de alcohol que me tome y sin miedo alguno me acerco a Sebas, le susurro

- Vamos a bailar. – De manera inmediata toma de mi mano y me lleva al centro de la pista, donde mucha gente también bailaba. Coloca sus manos de manera delicada sobre mi cuerpo y me atrae hace el y empezamos una danza que solo nosotros lográbamos entender, estar tan cerca de él, hacia que mi piel se achinara y que mi corazón de millones de brinco de emoción, más las maripositas del estomago se multiplican. Logre sentir el rose de nuestro labio haciendo a la vez que corra un corriente por todo mi ser, y el rose se repitió muchas veces más, en un momento menos esperado, Sebas me besa.

Siendo un beso suave al inicio que de poco va subiendo de nivel, volver sentir sus labios me nubla el pensamiento, solo buscaba más de él. De manera repentina una mano toma de mi brazo y me aleja de Sebas, solo veo un rostro de asombro y confusión. Hasta que reacciono y veo que estoy ingresando al tocador de damas con mi mejor amiga.

- Vane, ¿qué paso?, ¿por qué me traer así? – le pregunto con mucha confusión

- Como que porque Bianca. – No te en su voy que ya se estaba poniendo muy borracha.

- Tranquila amiga, todo esta bien, mejor vamos a casa. – El tomo de la mano para salir del tocado, de manera inmediata se suelta de mi agarre y grita

- ¿Por qué? ¿Dime Bianca Por qué el?

- De que hablas Vanesa, ya déjalo así, solo fue un beso nada más, mejor vamos a casa y hablar con calma

- HABLAR NI UN CULO BIANCA

- QUE TE PASA VANESA, YA HE DICHO VAMOS

- NO IRE A NINGUN LADO Y HOY SABRAS LA VERDAD

- ¿La verdad? De que verdad hablar Vanesa

- JAJAJAJAJA QUE PENA QUE NO VIERAS  

- Ver que Vane, dime ahora. – ya empezaba enojarme, Vane empieza a llorar y a negar con la cabeza y poco a poco se va acercando a mí, ministras yo doy pasos hacia atrás y termino chocando con la pared, quedándome sin escapatoria.

- Nunca quise decírtelo, porque temía que me vieras como un mostró. – Sus manos chochan fuertemente con la pared a nivel de mis oídos haciéndome saltar. Al abrir mis ojos encuentro a Vane muy cerca de mis labios mientras con lagrimas me dice.

- Bianca, siempre estuve enamorada de ti y cada vez que llorabas por ese Idiota, me odiaba mas por no saber como consolarte. Tan agobiada y confundida con su confesión no me percaté de que nuestras narices chocaban y sus labios estaban tan pero tan cerca.

Solo sentí cunado su cuerpo se topó con el mío, donde una de sus manos bajo lentamente por mi cuello haciéndome sentir muchas cosas e incluso dudas, y la otra mano descendía por mi espada para terminar en mi cintura, finalmente Vanesa me beso, de manera calmada y sutil mientras sentía sus lágrimas caer también por mi rostro. Nunca había besado a una mujer y tampoco me había detenido a pensarlo, peor con la mujer que considero mi mejor amiga, no voy a mentir su beso fue diferente sus caricias no le fueron indiferente a mi cuerpo, quizás por los grados de alcohol lo viví así, no lo sé, pero lo que si estoy segura es que estoy muy confundida.  




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