Eterno

Capitulo 1

Leni Horwad 

CAOS 
Eso era lo que reinaba y la mejor manera de describir mi alrededor.

El lugar era enorme,—Uno de los mejores y mas grandes club de Londres—La cantidad de personas bailando por doquier era impresionante, sin contar las encandiladoras luces rojas, azules y violetas.  

Pasamos por la multitud borracha de personas mientras nuestra amiga Alison nos tiraba de la mano a Maya y a mí.

No quería estar aquí, o mejor dicho NO debería estar aquí. 
Si mi madre llegase a enterarse en dónde estoy y en qué condiciones seguramente me mataría.

No podía permitirme eso.

—Oye Alison creo que lo mejor ahora sería regresarnos.—Le hablo por arriba de la música pero o no me escucha, o simplemente me ignora.—¡Por favor, ya hemos pasado como media hora buscando!. 


—¡Es cierto!¡No lo vamos a encontrar!—Me apoya Maya, o al menos eso era lo que yo creía hasta que la oigo decir—Seguro está bien escondido con alguna otra chica por ahí.—Con eso confirmo que lo que quiere es ver el mundo arder.

Tratando de aligerar la situación, —muy contrario Maya por supuesto— le hablo a Alison.

—Probablemente ni siquiera este aquí Ali, ya a esta altura lo hubiésemos encontrado—hago lo mejor que puedo para que mis voz se oiga razonable y docil—Seguro si salio con su madre como te lo prometió.—Ni siquiera yo me creo lo que estoy diciendo pero espero que Alison si un poco.

Me mira con duda, cosa que me pone nerviosa, porque siento que sabe que en el fondo le estoy mintiendo y ella odia que le mientan. Sin embargo, situaciones extremas requieren medidas estremas.

O eso dicen.

Ella se queda callada por un momento reflexionando las cosas—Yo ruego internamente que entre en razón—y  después de unos segundos que me parecen horas, veo que esta dispuesta a qué nos vayamos, pero Maya grita justo en ese momento. 

—¡AHÍ ESTÁ EL MENTIROSO!—Señala al novio de Alison que besa a una chica rubia. 


Y supe en ese momento que no nos iríamos de ahí tan fácil. 
Las luces cambian a rojas como si estás supieran de la situación y avisarán que se aproxima un gran     . Porque no les voy a mentir, esa luz la hacía ver macabra. 
Red es el novio de amiga Alison, llevaban meses saliendo, Aunque Maya y yo no fuéramos las más fan de su relación porque sabíamos cómo era, no decíamos nada más.  
Red era relajado, desordenado y con una personalidad cuestionable, todo lo contrario a Alison que era prolija, correcta y  muy buena persona.  
No sé como esos dos pudieron estar juntos, pero supongo que el enamoramiento funciona así. 
Con la banda puesta del “Amor” haces cosas estúpidas que normalmente no harías.  
Las luces me encandilan interrumpiendo mi visión mientras soy empujada por un grupo de adolescentes.  
No es la primera vez que vengo a una de estas fiestas pero espero que sí la última.  
Aunque no lo creó. 
Una sonora cachetada no muy  lejos de mi hace que vuelva a la realidad. 
Alison acaba de darle una cachetada a la chica que segundos atrás besaba su novio. Estoy pensando que Red también merece una, cuando oigo que se la da como si leyera mis pensamientos. 
Por más que me encante el drama y no me guste dejar solas a mis amigas, no puedo quedarme, miro la hora la hora en mi reloj y me espanto. 
9:45 P.M 
Ahora no se cómo voy a explicarle a mi madre por qué llegue a esta hora sin darle antes explicaciones. Más cuando se supone que solo fui por un helado. 
No solo va a sermonearme, probablemente estaré castigada.   
Casi me causa gracia la situación, pero no es momento de reírse. 
Me siento muy mal amiga por dejarlas en este momento sin decirle nada pero de verdad tengo que irme. Además ponerse a pelear y quedarse en la club no era el trato. 
<<Pero su novio la engaña>>  
Me recuerda mi mente para que me lamente. 
Yo sacudo la cabeza eliminando esos pensamientos, se lo advertí muchas veces y nunca escucho, ahora lo que pasa no es mi culpa, es la de ella y tiene que enfrentar se a su realidad. 
Hago una mueca de desagrado cuando veo que para llegar a la entrada tendré que pasar por un mar de gente. 


Aun así teniéndole más miedo a mis padres, me aventuro a atravesar el gentío. 
Es la primera vez que vengo a un club tan grande, nos había invitado algunas veces pero siempre nos negábamos teniendo una idea con lo que nos íbamos a encontrar. Pero veo que estaba equivocada. 
Era aún peor. 
En uno de mis intentos por esquivar a un chico que está vomitando hasta su alma, pierdo el equilibrio chocando con un pecho duro y fuerte.  
Me doy la vuelta para pedirle disculpas al desconocido pero mi respiración se corta al ver con quien e chocado. 
Es el dueño del club, lo sé por que es bastante conocido aquí en Londres. 
El chico me miro desde arriba—al ser unos buenos centímetro más alto que yo—Frunce el ceño visiblemente.  
—¿Quién eres tú?—Me pregunta ¿Confundido?. 
Yo achine un poco los ojos para intentar verlo mejor, pero era en vano, aduras penas se podía ver su silueta y ha abecés por las luces partes de su rostro. 

<<Razón para salir más rápido de aquí>>Me recordé. 
—¡Lo siento!—Grite por lo alto y para no darle larga a la situación me di la vuelta. 
Pero el agarró mi antebrazo deteniéndome de golpe. 
—¿Adónde crees que vas? te hice una pregunta. 
Solo esperaba que me dejara ir, ya que las tres entramos sin permiso. Las entradas solo estaban disponibles para gente “exclusiva”. 
—Eso no te incumbe—El se acerco más y yo retrocedí un paso.—Además yo ya me iba. 
—Claro que si me incumbe porque yo soy el dueño de este club ,  ahora responde mi pregunta—Creo que ya se estaba molestando. 
Al ver que no le respondía me jaló del brazo directo a la salida. Vi que dos figuras masculinas nos seguían y empecé asustarme. 
—¡USTEDES QUÉDENSE AQUÍ!—Le grito a los dos.—Esto lo resuelvo yo—eso último lo dijo más para si mismo pero igual lo oí. 
Me preguntó por qué tanto afán por sacarme de la fiesta, teniendo en cuenta que de todas maneras igual lo iba  hacer. 
Esquiva a los dos guardias que están en la entrada molesto. Uno al ver mi presencia se espanta y se moverse en nuestra dirección pero el lo corta. 
—¡Ya es demasiado tarde Josh!—Le grita molesto. 
Me lleva a la entrada de el club, para ser exactos el entrando al estacionamiento. 
—ahora si me vas a decir toda la verdad. 
Yo sigo mordiendo mi chicle que a pesar de todo el alboroto no se me callo. 
Lo miro como si estuviera loco. 
—¿Qué verdad?.—le pregunto confundida. 
El suspira molesto y nos guía a un lugar donde hay más iluminación. 
Estamos debajo de un farol, la música ya es solo un sonido distante. Tengo la sensación de que esté chico me esta confundiendo con alguien más o por qué más el dueño del club me traería hasta aquí. 
Ahora que la luz lo alumbra me doy cuenta que debe tener casi la misma edad que yo, tengo que admitir que me esperaba que el dueño del club fuera más mayor, aun qué ya había escuchado de lo joven que era, si no me todo el dinero que tiene es gracias a su padre. 
Su cabello es de un negro azabache que cae por su frente algo sudorosa, sus cejas son gruesas y ligeramente curveadas hacia arriba.—Lo hacen parecer molesto.—Pero lo que más me sorprende son sus ojos. 
Son grises. 
Jamás había visto ojos grises,  que lo acompaña una larga capa de pestañas levantadas. Por un momento siento envidia de este chico, porque mis pestañas por más que las cuide no son así, tiene una nariz recta y perfila con pómulos altos. En su labio resalta un piercing dorado que parece de oro y como si no fuera suficiente, un mentón definido.  
Lleva una camisa negra pegada al cuerpo, junto a algunas cadenas y unos pantalones negros sencillos y sorprendentemente… No lleva tatuajes. 
—Te haré una sola pregunta y más te vale que me conteste con la verdad—Me advierte señalándome con su dedo pero yo lo apartó de un golpe. 
Al ver que se molesta, me disculpo. 
—Perdón es que odio que me señalen, ¿Qué me querías preguntar?. 
Una vena brota en su frente. 
—¿Estás con la gente de Adrián?—Pregunta con los dientes apretados. 
Me quedo pensando por un momento solo para molestarlo. 
—¿Adrián?—Le pregunto y el asiente— Si, así se llama alguien de mi familia. 
—¡Lo sabía! Sabía que ese imbécil iba a mandar a alguien solo para arruinarme la…!—Lo interrumpo. 
—Pero olvídalo, no creo que hablemos de la misma persona, porque mi bisabuelo murió hace mucho tiempo…—Por la expresión de su cara no sé si reírme o asustarme ya que me mira un poco incrédulo, involuntariamente una risita nerviosa sale de mi.—Lo siento.. 
Intento deslizar mi mano fuera de su agarre para salir corriendo lo más rápido posible de ahí, pero me frena fortaleciendo su agarre. 
Al contrario de mi intención, me atrae a él y me sujeta de la barbilla. 
—¿Y como se que no me estás mintiendo?—me pregunta dudoso. 
Me zafo cuidadosamente de su agarre  
—Por que es la verdad, además no tengo razones para mentirte, no soy la chica que estás buscando. 
—Eso suena a algo que diría la chica que buscó. 
—¡Ni siquiera quiero estar aquí! Sólo vine porque una de mis amigas me obligó a venir,—Le explico— le dijeron que su novio estaba aquí y la esta engañando. No nos permitieron la entrada y podría decirse que entramos de otra manera. 
—¿Qué otra manera?—Especta curioso. 
—bueno… 
—Olvídalo lo averiguare después. 
Me alegra oír eso por no quiero decirle cómo entramos por una de las pequeñas ventanas del baño. 
Sería vergonzoso.  
—Entonces por eso no aparecen en la lista—Piensa en voz alta. 
—Exacto, ahora sí me disculpas—Por tercera ves intento liberarme pero como las otras veces fallo. 
Frunce el ceño y me agarra más fuerte. 
—Todavía no puedes irte.—¡Es enserio! Este tipo no se casa.—Todavía no estoy seguro de que me estés diciendo la verdad. 
Estoy apunto de volver a decirle que no me interesa mentirle, cuando uno de los guardaespaldas se acerca casi que corriendo  
—Señor Trevor.—se corta cuando me ve, no obstante solo dice.—Necesitamos de su presencia urgentemente. 
¿Señor? Ni siquiera es tan mayor como para decirle así, quién se cree ¿un mafioso?. Me río ante ese pensamiento pero me detengo al ver que Trevor me hace mala cara. 
—Oye creo que estas ocupado, así que yo me voy .—Tiro de su agarre y ¡sorpresa! No me suelta. 
Simplemente me ignora y dirige su atención al calvo que lo está llamando. 
—De que se trata. 
—Preferiría decírselo en privado señor. 
—Ya encontré a la infiltrada—me señala con la cabeza—¿de que quieres hablar? 
—Pues de eso mismo señor.—se rasca la nuca nervioso.—Esa chica dice la verdad, ella solo es una adolescente ordinaria. 
Arrugó la nariz. Ya tengo veinte, no soy una adolescente. 
—Y tú cómo sabes eso.—lo oigo de decir. 
El hombre duda un momento. 
—Porque la verdadera ya escapó. 
—¡¿QUÉ?!     
El guardia y yo nos sobresaltamos por su grito. 
Sin más me suelta la mano para volver a la fiesta. 
Gracias a Dios. 
Cuando estoy sola en la calle con la oscuridad de la noche cubriéndome, me debato si volver a casa o ir por mis amigas.  
Sea lo que estuvieran hablando ese chico Trevor y su guardia, sonaba peligroso y no podemos olvidar que no estábamos invitadas a la fiesta y eso podría causarnos problemas. 
Así que con ese pensamiento en mente me dirijo a la fiesta. 
Dónde estaban antes los enormes guardias ya no hay nadie y eso me da mala espina. 
Algo no anda bien aquí. 
Me dice mi subconsciente y lo ignoro. Parece que hoy es el día de ignorar mi razonamiento.  
<<No va a pasar nada>> me aliento. 
El fuerte sonido  de la música vuelve a impactar en mis oídos cuando ya estoy completamente adentro.  
Aunque parezca imposible las personas están más locas que antes, eso me recuerda que no tengo tiempo que perder. 
—¡Leni! ¡¿Dónde estabas?!—Maya viene corriendo hacia mí y me sujeta fuerte de los hombros.—¡No tienes idea de lo que paso! 
Cuando las luces de la fiesta la alumbran, veo que Maya está toda despeinada y su hermoso maquillaje ahora está todo corrido. Me asusto apenas terminó de verla. 
—¡Maya! ¿que te paso?¿Dónde esta Alison?—Le pregunto con el corazón latiéndome fuerte. 
—No lo sé, ella se puso a pelear con esa chica rubia que se besaba con red, pero a los momentos la chica sacó un arma y fue un caos, ahí perdí a Alison de vista a Alison. 
Necesitábamos salir de aquí lo más rápido posible, pero no podemos dejar a Alison eso es obvio. No teníamos otra opción que quedarnos. 
—Tenemos que separarnos para buscar a Alison, Maya.—Le informó. 
Pero antes que ella me pueda responder la mencionada viene corriendo hacia nosotras. Con el mismo mal aspecto que el de Maya. 
No sé detiene para darnos una explicación, nos toma fuerte del brazo a las dos y nos guía en dirección a la salida. 
—Alison íbamos a buscarte ¿Dónde estabas?.—Le pregunto 
—No tenemos tiempo para conversar, escuché a unos tipos decir que algo se va a formar en unos minutos—Suelta nerviosa. 
Un chico con aspecto terrible  hace que nos detengamos en seco, al principio creo que nos va a vomitar encima pero solo se abalanza sobre nosotras desmayándose en el acto. 
Apenas tenemos unos segundos para apartarnos cuando se desploma completamente en el suelo. 
Cuando creo que el susto a pasado el chico empieza a votar una clase de espuma azul por la boca asustando a todos. 
Las personas a nuestro alrededor empiezan a gritar  al ver tan horrible escena. Y la música se para. 
—Tenemos que llamar a una ambulancia.—grita Alison 
—O a la policía.—Apoya Maya. 
Pero nadie hace nada, de hecho nos miran como si estuviéramos locas. 
Veo que el chico deja de moverse y yo me muevo hacia el para revisar su pulso. 
Está muerto. 
—¿Está vivo?—Pregunta una persona desconocida. 
Miro a mis amigas y en sus caras veo que ellas ya saben la respuesta. 
Yo me paro lentamente del piso intentando procesar todo. 
—No.—saco mi teléfono.—Yenemos que llamar a la policía. 
En el momento en que estoy marcando el número de la policía alguien me arrebata el teléfono de la mano con brusquedad. 
—Tu no vas a llamar a nadie.-me dice una voz conocida. 
Volteo para encontrarme al chico que me confundió con alguien más. Si no me equivoco se llama Trevor. 
—¡Devuélveme mi teléfono!.—Grito intentando tomarlo sin embargo el alza más su brazo dejándolo fuera de mi alcance. 
—¡No llamaras a nadie!—Me responde molesto.—No voy a permitir que un incidente como este afecte la repite de mi club. 
—¡Pero alguien acaba de morir!—Señalo al chico tirado en el piso—¿Enserio te estás oyendo?.  
Un fuerte disparó suena seguido gritos, una persona que está cerca de nosotros cae al piso sin vida. 
Trevor mira el cuerpo con los ojos muy abiertos, como si ese hecho lo hubiera tomado por sorpresa, dejándolo paralizado.  
Al contrario de mi que aunque también estoy en shock, soy jalada por mis amigas. 
Seguido de ese disparo hay otro y otro hasta que pierdo la cuenta. 
Todas las personas quieren salir al mismo tiempo, empezando aglomerarse en la salida. 
—¡Por aquí!—Alison nos dirige a otra entrada, una que gracias a Dios no escoltada. 
Lucha con la cerradura unos segundos, hasta que la puerta accede, abriéndonos paso al exterior. 
Mis amigas salen y yo no podría estar más feliz de irme de una fiesta,  Entonces mi felicidad se corta porque Trevor me toma del brazo. 
—¡Que te pasa suéltame!. 
Pero el solo me mira fijamente a la cara. 
—¡Señor ya la camioneta está lista tenemos que irnos!—Le grita su guardaespaldas. 
Después de unos segundos me suelta no si antes decirme. 
—Nos volvemos a encontrar. 
Y con eso se da la vuelta. 




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