Leni Horwad
Mire la hora en mi reloj relajada. Estábamos llegando diez minutos más temprano igual que siempre.
Ese era el tiempo perfecto para llegar a clases, ni muy tarde ni muy temprano.
El coche de Alison se estacionó en el estacionamiento de la escuela en el mismo lugar de siempre.
Sin embargo lo que no era igual que siempre éramos nosotras. Maya se veía cansada y algo desarreglada, no traía maquillaje como era de costumbre todos los días y su hermoso cabello castaño estaba amarrado en un moño desordenado.
Alison era otro caso diferente, ella si se veía más normal, solo que abecés se quedaba distraída pensando—Cosa que me preocupaba ya que ella era la que conducía.—Y en ocasiones se raspaba la mejilla nerviosa.
Nos quedamos en silencio hasta que Alison lo rompe.
—Ayer fue una noche…—Difícil completo por ella en mi mente, si bien no puedo hacerlo porque siento que es su momento de hablar.—Yo de verdad lo siento mucho—se cubre el rostro con ambas manos.—No quería que las cosas terminaran así, ni que ustedes vieran todas esas cosas horribles.
Maya la alcanza desde la parte de atrás y le toca el hombro.
—No fue tu culpa Ali, no sabías lo que pasaría.
—Es cierto— le doy la razón.—Además así no hubieses querido te hubiéramos acompañado igualmente, eres nuestra amiga y no te dejaríamos ir sola y menos si estás en peligro.—hago una pausa y me río por un momento.—Aunque tengo que admitir que hubo un momento en el que si salí corriendo y por idiota choque con un chico que estaba algo loco.
Mi amigas ríen conmigo en se momento.
—¡Eres una cobarde!—Me señala Maya riendo.
—Claro que no—En el fondo si un poco.—Me regresé “ que es lo importante”.
—Ajá—dicen al mismo tiempo.
—Pero yo tengo otra pregunta.—Es una duda que tengo desde ayer—¿Por qué estabas toda despelucada?.—Le pregunto a Maya.
—Eso fue porque una chica me empezó a tirar del cabello.—me responde molesta.—¿Lo más loco? ¡Fue sin ninguna razón!.
—Creo que era la amiga de esa chica rubia y fea que no quiero recordar.—Nos dice Alison.
Oh, así que la amiga de rubia estirada se metió con Maya pero ¿para qué? ¿para que quedarán todas iguales y Maya no fuera a rescatar a Alison? Probablemente.
Un fuerte golpe en el vidrio nos hace chillar a las tres.
Pero nos tranquilizamos al ver que es nuestro amigo Derek.
—Oigan ¿por que no salen de ahí? Llegaremos tarde.—Nos grita desde el lado de afuera.
—¡En un segundo idiota!—Le grita Alison.
—¡Oye no me digas así!—Se queja este.
Ella sólo pone los ojos en blanco.
—Gracias por entenderme y apoyarme chicas.—También resalta.—Y hacer que me sienta mejor.
Maya y yo le damos un abrazo. Pero Derek lo arruina.
—Ah que dulce momento de chicas—nos dice con la cara muy pegada al vidrio polarizado.—Oye Javier ven haber esto.
—¡Ya cállate!.—le gritamos todas.
El nuevo profesor de matemática explicaba la clase mientras que yo y Alison tomábamos notas. Está era una de las pocas clases que Alison y yo teníamos juntas.
Siento que tira un poco de la manga de mi suéter y me susurra.
—Oye Leni—me llama.
—¿Qué?—Le pregunto sin dejar de escribir.
—¿Quién era ese chico con el que checaste anoche?.
Dejo de escribir y la miro.
—Fue el mismo tipo que prometió que nos volveríamos a ver antes de irnos, pero para se exactos era el dueño de club.—Solo de pensarlo me convenzo de que estaba loco. —Es un ridículo porq—me interrumpe.
—¡El dueño del club!—Su grito hace que todos volteen a vernos, incluyendo al profesor.
—Señorita Alison si va a seguir con sus gritos y habladurías le recomiendo que salga de mi clase.—Se ajusta sus gafas.
—No profesor lo siento.—Contesta Alison con la cabeza abajo.
El profesor se voltea y continúa con la clase. Yo me acerco un poco más a Alison hablando en voz baja.
—Por qué ¿lo conoces?
Ella levanta las cejas y asiente.
—Mas de lo que quiera.
Eso me sorprende, pero otra pregunta llega a mi mente.
—Pero no lo entiendo ¿No lo viste anoche?
—No muy bien, pensé que era otra persona, estaba todo oscuro como para ver algo, además lo nervios de salir rápido.—Añade.
Yo asiento con la cabeza.
—¿De donde dónde lo conoces?—Le pregunto.
Duda un momento pero al final responde.
—Por mi padre.
Levanto las cejas sorprendida.
—Al que no has visto en mas de un año.
Suelta un suspiro de cansancio.
—Si ese mismo,—Me confirma.—Su padre conoce al mío, así coincidimos.
la relación de Alison y su padre es complicada, hace poco ocurrió un evento en el que la vida de Alison se puso en peligro por culpa de su padre, desde ahí han cortado toda relación y ella ya casi no lo menciona. Maya ni nuestros demás amigos están enterados, Ali solo me lo contó a mí.
—Esto sonara muy raro pero aléjate de el.
—Jamás quise acercarme— le aclaro.—El fue el que se acerco y empezó a decir cosas muy extrañas.
—Okey, pero prométeme que si lo ves te alejaras de el.
—Dalo por hecho, El tipo se ve que está loco de la cabeza.
Nos reímos un poco y el profesor nos vuelve a regañar y esta ves si nos quedamos en silencio.
Hoy había sido un día tranquilo igual que los demás, hasta por ratos se me olvidaba que casi nos matan ayer a mi y a mis amigas.
La campana suena dando finalizado mi última clase y yo recojo mis cosas. Para mí desgracia, yo soy la que menos comparte clases con mis amigos, así que me quedo en la entrada esperando que salgan.
Justo ahora todos estaban en la misma clase cuando salen. Somos un grupo pequeño de cinco, Alison, Maya, Derek, Javier y yo, sin embargo no podríamos ser más diferentes.
Maya es la más divertida y extrovertida, le gusta la moda los zapatos y todas esas cosas. Es la que siempre nos avisa cuando hay una buena oferta o está a la venta una ropa especial. Se ve mucho mejor de lo que llegó, su cabello castaño le llaga hasta las caderas, sus ojos son de color miel y es de tez bronceada, muy contrario a Maya y a mí.
Alison es más tranquila, prolija y la que siempre da buenos consejos, aunque abecés no los aplique ella misma. Ella tiene el cabello rubio liso que le llega hasta los hombros, sus ojos son azul oscuro que parecen dos gemas, su piel es blanca y lisa, le gusta vestir con tonos claros igual que a mí.
Alison fue mi primera amiga desde que llegué a este lugar, coincidimos en muchas cosas y por eso nos hicimos buenas amigas, luego llegaron los demás y también se hicieron nuestros amigos.
Y hablando de los demás…
Derek viene corriendo hacia a mí emocionado, cuando llega me da un muy fuerte abrazo, esos de los que te deja sin aire por un momento.
—¡Te extrañe mucho Leni!
Me soba fuerte la cabeza despeinándome.
—Por favor Derek solo me fui una hora.
El me ignora y continua con su abrazo.
—No sé por qué, pero cada vez que salimos tengo la duda de si te quedaste ahí a esperarnos o te fuiste.
Los demás llegan a dónde estamos riendo.
—sabes que nunca me iría sin ustedes, —Le aclaro—eres un exagerado.
Me paso una mano por el cabello pero no tiene caso, está todo desordenado.
—¿Por qué nunca lo llevas suelto?—Me pregunta Derek.—es lindo.
—Es verdad te verías más hermosa.—Lo apoya Maya.
—Porque no me gusta.
En un movimiento rápido Derek suelta de la liga que sostiene mi cabello dejándolo completamente suelto.
—Ahí esta.—Me mira como si su trabajo por fin estuviera hecho.
—¡No puedo creer que hayas hecho eso!—le reclamo.
—Pues créelo—se encoje de hombros.—Se ve más hermoso así.
—Ya vámonos.—Alison me pasa una mano por el hombro empezando a caminar.—Derek y Maya tienen razón deberías empezar a dejarlo suelto más seguido.
Todos nos movemos en dirección a la salida mientras eso Maya y Derek empiezan hablar de lo difícil que estuvo el examen mientras que Alison mira su teléfono, yo dirijo mi vista a Javier que a estado todo este tiempo callado atrás de nosotros.
—¿Tu no piensas decir nada?—le pregunto.
El solo se encoje de hombros con desinterés.
—Cada vez que yo estoy en problemas tu simplemente te haces aún lado, así que no veo el problema de que yo lo haga ahora. Además—agrega mirándome con sus ojos azules e intensos. —Te ves hermosa.
Javier era el más guapo desde que llegó, sigue siendo uno de los chicos más guapos, su cabello negro liso y brillante le cae a un lado de la frente, es un chico de rasgos duros y la mayoría de el tiempo su mandíbula se tensa haciéndola parecer más marcada de lo que ya es. Está vestido con una chaqueta de cuero negra y una camisa blanca por dentro junto con unos jeans negros.
Pongo los ojos en blanco.
—Ustedes dicen eso pero yo me siento horrible.
—Claro que no— me responde Ali despegando la vista de su celular.—Y mira que si te lo dice el—Señala a Javier.—Tienes que sentirte alagada porque al amargada no le gusta nada.
La verdad es que si me encanta mi cabello, es negro y largó con unas cuántas ondas, solo que no me gusta tenerlo todo el tiempo suelto.
Cuando salimos el frío viento nos golpea en la cara. El cielo está nublado, prometiendo que una fuerte lluvia se aproxima.
—¡Oh vamos odio cuando llueve!—Expresa Maya —siempre arruina mis planes.
—Pues a mi me gusta—Derek la contradice.
Así empieza un debate sobre a porque Maya odia la lluvia y Derek la ama metiendo a Alison y a Javier en el camino.
Mi visita se dirige a un punto exacto en el estacionamiento y juro que dejó de escuchar lo que dicen mis amigos.
A lo lejos una camioneta grande y negra se encuentra estacionada en las sombras bajo de un árbol. En el está parado un hombre, está vestido con un suéter negro ajustado que le llega hasta el cuello con unos pantalones que parecen estilo militar y unas botas de combate, desde aquí puedo notar que es alguien importante.
Como si sintiera mi mirada levanta la vista de su celular y cruzamos miradas y wow, solo tengo por decir que me gusto desde el primer momento en que lo vi.