Capítulo 11.

Hace años 3 años y 8 meses:

Estaba nerviosa. Mucho a decir verdad. A Asher y a mí se nos había ocurrido la idea de que por fin era el momento de presentarnos respectivamente a Yun y a Kane, además de hacer que se conocieran entre ellos.

Ya habían pasado meses desde que conocí a Yun y Asher llevaba viviendo un par con Kane por lo que la amistad ya la habíamos fortalecido bastante como para formar un grupo. Parecía a simple vista estúpido, tardar tanto en presentar a unos amigos, pero creo que ambos, por el miedo a la perdida, habíamos evitado llevarnos una desilusión con ellos y formar algo que pronto acabaría no nos habría hecho mucho bien a ninguno. Necesitábamos cosas estables por lo que para dar más pasos había que estar seguro de todo.

Habíamos quedado en el parque de skate pero en la zona del césped. <<El mítico parque de skate>>, sonreí para mí. Quedaba menos de media hora para que fuera el momento, que me atrevería a decir que tanto habíamos esperado, por lo que Asher de repente apareció delante de mí en un fracasado intento de sorprenderme, aprovechando que yo le estaba enviando un mensaje a una Yun nerviosa por no saber qué ponerse. A diferencia de mí ella se preocupaba bastante más por las primeras impresiones que yo. Era más que obvio, la primera vez que Asher me vio yo me acababa de caer, así que mejor que ella fuera de las dos la que le diera importancia al tema.

Apagué la pantalla del móvil para después guardarlo y subir la cabeza hacia un Asher expectante que me sonreía con cariño y que no me dejo tiempo para sonreírle de vuelta antes de darme un pico en los labios que hizo que todo dentro de mí se emocionara. Que las mariposas que viven en mi estómago desde que lo conocí volvieran a volar nada más verle.

— ¿Has estado esperando mucho? — me preguntó al separarse, revolviéndose el pelo de forma despreocupada.

— Solo cinco minutos, no te preocupes.

— Uf menos mal, no quería ser mal novio y haberte tenido esperando mucho rato. — "novio" esa palabra aún hacía cosas locas con mis sentimientos, porque aunque hubieran pasado 6 meses desde que nuestra relación despegó todavía tenía la sensación de que vivía en un sueño, junto a él. Nunca deje de tener esa sensación.— ¿Vamos? — se adelantó y giró la cabeza para mirarme y sonreírme, para después tenderme la mano, que no dudé en cogérsela para así empezar a andar, acompasados, hacia el parque.

— Yun está algo nerviosa, bueno mejor dicho activa que intrigada, ¿cómo está Kane?

— No sé. — lo miré extrañada por su respuesta tan corta y carente de emoción. — A ver bien, tiene ganas de conocerte de verdad, ya que solo te ha visto un par de veces y está intrigado respecto a Yun, ya que ha oído hablar de ella y tiene curiosidad.

— ¿Y eso? — pregunté sorprendida.

— Bueno ya sabes, Yun parece ser el punto de estilo e inconformismo de esta ciudad de mala muerte. Todo el mundo ha visto alguna vez sus cambios de look, tan diferentes a lo que aquí acostumbramos.

— Tú también eres diferente a lo que aquí acostumbramos por esa regla de tres. — comente mientras esquivaba a un niño que iba con la bicicleta sin mirar a quien tenía delante.

— Lo sé, es por eso que he llegado a la conclusión de que por eso no soy muy popular que digamos. — se rió de forma seca, pero relajada, lo miré con algo de culpabilidad por el miedo a lo diferente que aquí se solía inculcar, ya que el hecho de que Asher no compartiera la cultura de aquí ni las comunes características físicas en vez de atraer, como lo hizo conmigo, solía echar para atrás. Y además porque sabía que a Asher le hubiera gustado poder confiar en más de dos personas como lo había estado haciendo hasta ahora. — Pero eh, tengo una novia preciosa, un mejor amigo genial y espero que Yun cumpla mis expectativas, no puedo quejarme. — me soltó la mano para pasarme el brazo por los hombros esperando a que yo volviera a agarrar su mano, intentando mostrarse tan despreocupado y pasota sobre estos temas para evitar que me preocupara. Ese era Asher, el chico que prefería cargar con todas sus preocupaciones e inseguridades solo, antes que decírselas a quienes lo querían para evitar preocuparlos.

— Te quiero. — murmuré intentando que solo nosotros lo pudiéramos escuchar mientras entrabamos en el bullicioso parque de skate, intentando hacer que cada te quiero que nos decíamos fuera solo nuestro.

— Sé que me quieres, yo también lo hago. — susurró antes de darme un beso en el nacimiento de mi pelo.

— ¿Me quieres a mí o te quieres a ti? — bromeé sonriendo.

— A ambos, pero más a ti que a mí.

[...]

Llevábamos un rato sentados en el césped intentando destruir la timidez de Kane que se veía bastante coaccionado por la vitalidad y capacidad de socializar de Yun, eran un dúo divertido de ver.

Mientras que Yun llevaba ahora el pelo algo más claro de su negro natural y ondulado, gracias a las trenzas que se había hecho la noche anterior, el pelo de Kane estaba de punta, engominado como Asher siempre decía que le gustaba, y de un negro azabache. Los ojos de ambos eran oscuros, de esos en el que te podías perder, los de Yun algo más redondos mientras que los de Kane eran más rasgados, este último de labios finos y de sonrisa enorme y los de Yun algo más rellenitos y rosados formando una sonrisa de boca cerrada, ya que Yun nunca sonreía mostrando sus dientes.

De alguna manera nos veía a Asher y a mí en el comienzo de todo. Asher pareció darse cuenta porque me lanzó una mirada que solo nosotros entendíamos y no pude evitar soltar una pequeña risa cómplice.

— ¿Entonces acabas de empezar a trabajar también en un gimnasio? — preguntó Yun, interesada.

— Sí.

— ¿Y de qué?

— De profesor.

— Hasta ahí llego, ¿pero profesor de qué? — era gracioso ver la diferencia de edad entre ambos, de cuatro años, y que la pequeña se estuviera comiendo al mayor por los nervios de este era entretenido de ver.