Eternos

Hannae y Asher se conocieron hace cinco años, y se amaron desde la primera vez que se vieron.
Hannae era tímida y dulce.
Asher, confiado y divertido.
Ambos eran lo que el otro necesitaba, pero persiguiendo los mismos sueños acabaron por entrar en su peor pesadilla.
Ellos no estaban mal, pero el lugar donde vivían los había condenado desde que llegaron a él.
Fue demasiado tarde cuando tuvieron que pagar el precio de cumplir sueños.
Tantas pruebas para un amor tan puro, que nunca nadie supo como es que no lograron romper los lazos.
Y lo único que ellos se preguntaban, incluso después de todo el dolor, era: ¿sería está vez la primera en la que nuestros corazones se habían convertido en uno? ¿O era otra oportunidad más de aprender a luchar sin que nos acabáramos por ahogar con su hilo rojo?