¿Alguna vez has visto a alguien directo a los ojos?, tal vez si, tal vez no, pues bueno yo si lo he hechos y conozco persona que también lo han hecho. Todos ellos me dicen algún tipo de sentimiento, ya sea nervios o felicidad o simplemente nada, y si te dijera las innumerables veces que me han dicho que se trasmite como una señal eléctrica entre do personas bla bla bla todas esas cursilerías que vende chocolates en san Valentín.
Pero cuando se trata de una persona totalmente opuesta que todas esas cursilerías la cosa cambia, me acabo de dar cuenta de eso justo en este momento. Nunca odie el color dorado tanto como ahora, el dorado que ilumina esos ojos que no puedo dejar de ver, ese dorado que le pertenece a esa persona en este momento.
Ambos no despegamos la mirada del otro, es como si al hacerlo perdiera algo, no pronunciamos palabra alguna, solo estamos ahí, en medio de un mar de personas, de momentos que podrían atrapar nuestra atención, de todo tipo de distracción, pero sin embargo solo seguimos mirándonos sin más.
-Joven, hermosa y exitosa-rompe el silencio con una despreocupada sonrisa, metiéndose las manos en el bolsillo de su traje a la medida-si que has madurado señorita Capuleto
-Engreído, egocéntrico y desalentador-digo con el mismo tono, ofreciendo una sonrisa igual de engreída-en cambio usted no ha cambiado mucho señor Montesco-Una sonora carcajada sale de el, me mira con simpatía y dice:
-Que cruel, y yo que te estaba alagando-dice- después de todo la niñata, nerd y fea chica de la clase, se ha vuelto...-me evalúa con la mirada colocando una mano en su mentón-...algo parecido a una mujer
Eso me cabrea y me saca internamente de mis cabales, pero no le daré el gusto de verme como él quiere verme, después de todo esa es su intención. Río de manera escandalosa y digo:
-Pensándolo bien, si has cambiado-digo lo miro de la manera más insinuante y molesta que pueda-te has vuelto más una excusa de hombre, bueno, comparado como antes -Veo que eso lo hace arrugar un poco la cara, y se nota su patético intento de disimularlo, bufo y continuo:
-Cierto, se me había olvidado-coloco mis manos en la boca con falsa sorpresa-¿cómo está tu harén?, ¿sigue creciendo?, ¿aún ofreces sonrisas por sexo barato?
Eso parece molestarlo, y levanta la comisura de sus labios para protestar algo o continuar con nuestra estúpida discusión, aunque la verdad es que no me importa que tan infantil sea no dejare que me gane ni en esto, pero lo interrumpe la voz de un hombre que al parecer le susurra algo y le tiende una carpeta.
-Quisiera continuar con nuestro amistoso reencuentro, pero ya sabes el deber llama-dice como si nada-ser una de las mejores revistas del país no es trabajo fácil-Asiento como si me importara-Bueno, adiós Julieta-acentúa mi nombre
-Hasta luego, Romeo-y esa es su señal para irse revisando sus papeles con un hombre importante Me quedo parada mirando como entra a su auto, y arranca dejándome sola en medio de la entrada de mi empresa, definitivamente el destino te da sorpresas y no son exactamente buenas, pensé que no lo volvería a ver en mi vida pero al perecer nunca debo decir nunca
-O Romeo, Romeo donde estas que no te veo-me saca mis pensamientos una voz masculina en mi oído-que lastima quería ver esas peleas divertidas características de ustedes, además quien no quisiera ver a ese hombre tan...
-Nick ya entendí-callándolo-puede ser todo lo que tú quieras...
-Jodidamente sexi-dice con una mirada picara
-Sí jodidamente sexi, pero de que le sirve es un idiota egocéntrico y...
-Julieta, ya esta claro que lo odias, es muy obvio-dice con una sonrisa divertida, y luego con una sonora carcajada entrelazando nuestros brazos y guiándome hasta el edificio
- ¿Qué es tan divertido? -le pregunto-te ríes como desquiciado
Eso lo hace reír más, entrelaza nuestros brazos y caminamos hasta la entrada del edificio
- ¿En qué pensaban sus padres cuando los llamaron así? - dice ya más calmado
-Eso me lo he estado preguntado desde que aprendí a hablar-digo algo exasperada- es demasiado con que la prensa nos etiquetara con el Romeo y Julieta del siglo 21, es ridículo
En realidad, mamá le gustan mucho esos nombres poco usados en este siglo, y combinándolo perfecto con el apellido decidió que me llamara Julieta, aunque cuando el abuelo se enteró de que el nieto de su peor enemigo se llamaba Romeo, se enojó mucho con mi madre ya que le parecía una manera de burla y también le indignaba que mi nombre tuviera algo significativo con un Montesco. Aunque aun así mi madre nunca cambio mi nombre y mi abuelo indignado no me llama por mi nombre, más bien me llama "Fleur" como él planeaba hacerlo.
-Pues culpa a tu madre Juli-dice dirigiéndonos al ascensor-y con los apellidos podrían tener su propio relato romant...
-Seria más bien una película de terror-lo interrumpo presionando el botón hasta el último piso
-Una película de terror que yo quisiera ver en todo su esplendor-dice con un tono pícaro que hace reír
-¿Oye, qué pasa con Ed?-digo palmeando su brazo-el está mucho mejor que el bastardo de Romeo
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Editado: 01.08.2020