En estos momentos odio mi existencia, quisiera tomar una mochila y una identificación falsa y escapar como una especie de María Antonieta... no, no con escapar basta pensándolo mejor. Estoy muy cansada ni siquiera puedo mantener la mirada en la carretera.
Pero viendo el lado bueno rompí el record de cruzar medio mar en un día-toma eso quien sea que haya recorrido el mundo en 80 días-lado malo no es una muy buena idea, creo que las clases de física tienen razón
Miro el camino y me doy cuenta de que ya estoy entrando a la calle de Ilchester, visualizo las áreas verdes y los edificios con estilo antiguo. Doy la vuelta y entro al estacionamiento de mi edificio, estaciono y salgo del coche, pero antes de dirigirme al ascensor me quito los tacones negros y lo llevo en la mano y ahora si me dirijo al último piso.
✴✴✴
Al llegar a mi depa, abro la puerta y al entrar encuentro una mujer de cabello negro sentada en el sofá con un tazón de palomitas en la mano durmiendo en una posición no tan cómoda (mi madre), suspiro y miro al alrededor y me doy cuenta que en la isla de la cocina esta la cena, pero antes me acerco a ella con cautela para no alarmarla. Me siento al lado de ella con cautela dejando mis zapatos en el piso y la despierto.
-Mamá-le susurro tocando el hombro, pero ella aun roncando-Mamá
-Peter...deja en paz a tu hermana-susurra ella
-Mamá-le hablo un poco más fuerte, logrando que despierte
Se sobre salta, tirando las palomitas al suelo.
-Hija, ¿qué horas son estas de llegar? -pregunta ella estirándose
-Pues tuve que volar a New York, hubo un problema, pero como es digno de mi lo arregle-digo algo orgullosa-pensé que estabas en casa, no te esperaba aquí
- ¿Qué una madre no puede visitar a su hija? -pregunta con el tono jovial y alegre de mi madre
-Claro que si-la abrazo-y ¿papá esta mejor?
-Pues está mejor, ayer salió al jardín con Peter de un humor mucho mejor-dice con una sonrisa triste-en parte lo entiendo la leucemia no es algo para tomar a la ligera
-Él mejorara mamá, ya verás-digo tomando su mano-no hay situación que un Capuleto no supere, tú siempre me lo has dicho
Ella sonríe, me mira por un momento con algo de curiosidad
-Julieta, ¿qué hacia un Montesco en frente de la compañía? -pregunta con un tono neutro, más calmado de lo que pensé
-Deja de pedirle a Arturo que me vigile, mamá-le digo refiriéndome a su chofer-Ya tengo 26 años no...
-Julieta, no me cambies el tema-dice con un tono más calmado de lo normal-sé que ya eres una mujer, ya eres adulta y eres responsable, pero sabes lo que opino al respecto
-Lo se, pero el solo apareció y empezamos con las discutas infantiles que no puedo evitar-digo levantándome de golpe-además se fue solo, al menos no gaste tiempo llamando a seguridad
-Si el abuelo se enterara-dice levantándose también
- ¿Le vas a decir?-pregunto algo alarmada, si el abuelo se enterara se enojaría mucho, y toda la confianza que he ganado con él se iría al caño. Mamá me ve, me da una sonrisa calidad y dice:
-Tranquila Juli, no le dire-dice-pero que no me vuelva a enterar de que ese Montesco, volvió a aparecer en la compañía
-Esta bien-digo más tranquila
***
Estoy en mi habitación, sentada en frente del espejo de mi peinador de madera blanca que hace juego con el resto de la habitación, me quito el maquillaje, el labial rojo, me peino el corto cabello rojizo acomodándolo en una coleta alta.
Dejo el cepillo en la mesa y me levanto para desvestirme y colocarme una camiseta color celeste y unos shorts blancos. Y sin más me lanzo en la cama sin planes de levantarme.
***
Soy una mujer de 26 años, despierta a la 1:35 de la madrugada en su cocina buscando helado de vainilla-bien ahora si que llegaste Julieta-que puedo decir no puedo dormir a pesar de que mi cerebro late como si fuera a explotar y mis ojos pesan con si fueran un par yunques.
Abro el refri y registro para encontrarme con la sorpresa de que no hay nada
-Maldición-susurro y busco de arriba a abajo, en todos lados y evidentemente no hay nada-gracias por dejarme sin combustible para descansar mamá.
Suspiro con el ceño fruncido y recurro al plan B-ir al mini súper a las casi dos de la mañana por mi precioso helado-
Me dirijo a mi habitación, busco un par de zapatillas y una sudadera, salgo del cuarto y paso por el de mi madre para verificar que este muy pero muy dormida. Al pasar por el mismo se escucha como si una motocicleta estuviera hay-Si esto no es problema
Me escabullo hasta la puerta, cojo mis llaves y salgo de mi casa topándome con un solitario pasillo, camino hasta el ascensor y bajo hasta el primer piso.
Abro la puerta que me conduce a la calle. Camino unas cuadras lejos del edificio hasta dirigiéndome al mini súper, las puertas se abren de par en par emitiendo una luz fuerte ya que la calle esta oscura. Entro al mismo y la única persona que visualizo es una chica rubia de unos 18 años mirando la pantalla de su teléfono sin percatarse de mi presencia.
Tomo una cesta color azul y me dirijo al refri al final del pasillo en busca del helado, abro la puerta del mismo el cual emite un clima frio, tomo el primer helado de vainilla que encuentro, lo meto en la cesta-Misión cumplida-
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Editado: 01.08.2020