Octubre siempre me trasporta a ti, primavera a tú lado sentí, horrible saber que para ti, solo un simple mes en el calendario fue.
Amándote a gran medida, cuando tú simplemente lo fingias.
Dicen que el dolor lo cura el tiempo, nadie dijo que cicatrizar doliera tanto, nunca dijeron que el proceso sería tan lento.
Tratando de ser un amor sano, terminamos siendo algo tan forzado.
Nuestros besos a destiempo, años luz nuestros corazones distanciados.
Indescifrables tus silencios, trató y no comprendo.
De qué sirve tenerte cerca, sí te siento tan lejos.
Nuestra química, eterna creí que sería, solo la confundí con una reacción del momento, ¿en qué momento falló la ecuación?
Me vendiste un amor invaluable, no creí que saldría estafado con un amor tan ordinario.
Planeando volar, tocar el cielo a tú lado, nunca vuelo dimos a lo nuestro.
Dijiste que jamás me dejarías, sería lo más estúpido que harías, jamás supe que de idiotez estabas impregnado.
Disculpa la insistencia, pero es que, en verdad quería que fueras tú.
Quisiera odiarte, pero te amo, yo no puedo.
Reconozco que me llevaste al límite, pero fuí tan amable, como para dejarte.
Soltarías mi mano si te dañaba, decías, cuando lo único que nos daño fue tú orgullo, lo que me hizo ver que jamás me quisiste, ni siquiera un poco.
Consumido por el fuego de tú egoísmo, dejando en cenizas lo nuestro, que poco te importó, se notó, como cuando mi casa se incendió, lamento tanto haber esperado aliento de alguien tan egocéntrico.
Octubre siempre me lleva a ti, me lo arruinaste, como a la calle San Francisco.