Ha pasado bastante tiempo, no te he hablado, la verdad hice bastante bien.
Pero si a ti te da igual, a mi también.
Intenté ser amable contigo, pero a veces no es necesario guardar cortesías.
En verdad, el ser amigos sería una gran mentira, así como el hecho de que me amabas.
Pero intenté escribirte cartas, tratar de anunciar de alguna manera mis reclamos, las palabras no dichas para evitar así matarte o de última no molestarte, según tú.
En ningún momento me pase de palabras contigo, solo dije la verdad todo el tiempo, sería una broma de mal gusto dejar pasar tus indiscreciones con supuesto humor, así que no existe arrepentimiento en lo que dije.
Quise darle una buena clausura a lo nuestro pero me di cuenta de que contigo era estúpido e inneserario hacerlo, ya qué no lo vales.
No necesito tu clausura o cierre, quieras o no, digas lo que digas, ya no importa.
Por más que quisiera dar un buen cierre con cartas o cortesías, yo decidí tomarlo por finalizado, no necesito tú clausura.
Se siente bien clausurar por mi cuenta a está errónea relación, qué solo fue una mala decisión, un mal innecesario en mi vida.
Estoy dandole un cierre a lo nuestro descargando de alguna manera toda la rabia, vomitando este mal trago que pase contigo mediante estás palabras, lo más importante es que lo hago por mí, no para que pienses que todavía me importas.
Dicen que del amor al odio, hay un solo paso, contigo eso lo estoy comprobando.
Contigo aprendí que las rupturas jamás terminan bien, ya que siempre habrá recuento de daños.
Se siente bien, ponerle un punto final a lo nuestro, darle un cierre, sin más que decir, adiós para siempre.