Odio esos lunares en tú espalda, detesto que se hayan convertido en mi constelación preferida.
Odio tus curvas, dificil es no querer caer en picada al verlas.
Odio esos labios rosa pastel, siempre los causantes de que vuelva a caer.
Odio saber que cualquiera se pregunta como sería amarte, como sí eso me agradará.
Odio que ese cabello negro se mueva a la sinfonía del viento, dejando caer tu cabello perfectamente como dominó, como sí no enamorarás así a cualquiera.
Odio esos ojos verdes hipnóticos, sé que sí los veo podría perderme en esos verdes laberintos de los cuales no hay retorno.
Odio tu rostro esplendido, tu mirada encantadora, la odio, como sí fuera fácil evitar ruborizarme.
Odio saber que cualquiera moriría por ti, odio la fibre del oro.
Odio el sonido de tu voz, desprecio como acelera mis latidos.
Odio amarte, odio enamorarme justamente de ti.
Odio el hecho de saber que estás arruinando mi vida al no ser mío.
Odiarte, me resulta tarea difícil, así que, ¿porqué no callas todas mis contradicciones con el embriagante sabor de tus labios?