Eugenesia: La voz de los espejos rotos.

Capítulo V. La voz del espejo roto.

 Tomé la perilla de la puerta y empujé tal como decía la indicación y entré por completo a la habitación en donde se encontraban aquellos dos acumuladores. Uno de cabellos negros y vestido tan comódamente, que era difícil decir en verdad que se tomaba en serio las entrevistas y quién por alguna razón parecía muy nervioso. 

El otro, el de uniforme militar se veía más interesado en una serie que estaba viendo desde una especie de pantalla que sobresalía desde su escritorio que de la entrevista que me iban a hacer. El chico que vestía ropa deportiva comenzó a hablar, su boca se movía de manera rápida así que no le podía comprender lo que me estaba diciendo así que intenté comunicarme con él por medio de señas. 

Pero no me hacía caso, sus ojos furtivos iban casi gritando "veté" pero no entendía el porqué, así que me acerque a él y me senté en la silla que se encontraba enfrente de su escritorio, el otro chico, el de uniforme militar seguía inmiscuido en su serie, sin prestar mucha atención a la entrevista que se me estaba realizando. 

No podía estar más nervioso, necesitaba que se fuera pero solo hacía lo contrario, se acababa de sentar enfrente del escritorio y me tendió su folder con los papeles con toda su información que tenía en el aparato enfrente mío. Suspiré, solo tenía que fingir que hacía una entrevista y quizás lo podía salvar.  

El aura de todo el lugar se mantenía tensa, era como si el oxígeno se estuviera acabando para mí, la desesperación crecía y lo único que deseaba era salir corriendo de ahí como un cobarde y entregarle, pero también deseaba salvarle, aún no estoy seguro la razón, quizás sea por que es una excepción, porque es la primera cosa que es en contra de las reglas que estoy haciendo y en verdad quiero hacerlo, no es algo que me manden, no es algo de lo que depende recibir puntos de honor para mi familia. 

Es una decisión mía, ayudar a alguien por más que suene loco. Quiero ayudar a salvar la vida de un incompleto. Subí mi mirada hacia él, quién seguía manteniendo su mirada en la mochila vieja y sucia que llevaba puesta, era un poco grande y sencilla, no poseía colores muy vistosos pero aún así lucía mucho más lujosa que los trapos viejos que siempre traen los productores, de color negro en su mayoría y con algunas partes grises, daba la impresión de un diseño limpio y profesional a pesar del mal estado en el que se encontraba. 

Sus ropas eran sobrias, una camiseta algo ancha color vino que parecía un suéter y unos pantalones no muy pegados a las piernas y un peinado no muy extravagante. Sus manos iban y venían de la mochila hacia el escritorio en donde sacaba muchos papeles además de los que me dio, él seguía manteniendo en todo momento una sonrisa firme hasta que al final de sacar una torre de papeles y cuadernos, sacó un aparato cuadrado y ancho que parecía ser algo viejo, quizás fabricado hace más de una década. 

Al sacarlo comenzó a escribir algo en este sin ninguna preocupación acerca del general que estaba casi llorando por una escena que estaba sucediendo en su serie, al menos tenía un poco de tiempo para organizar mi mente. Solo necesito actuar natural, no hablar ni muy rápido ni muy lento y hacerle dar cuenta que ha sido seleccionado y que es mejor que se vaya de aquí sino desea que el coronel, general o el cargo que tenga Xiong Yixing le quite la oportunidad que le he dado. ¿Qué puedo hacer? Mi cerebro intentaba trabajar a mil por hora en una solución. 

¿Será está una señal para alejarme de mi buena obra y seguir el buen camino? Una vida depende de mí. No puedo retractarme de nada ahora.  Xiong Yixing aún no se ha dado cuenta de que es un incompleto, aún tengo una oportunidad, vuelvo a alzar la voz e intento sonar lo más natural. 

  — Bien,  Jeon Taeyang, parece que no hay muchos problemas en tu expediente, así que no veo la razón por la que no puedas entrar—  Dije, teniendo como respuesta el silencio de su parte y el lamento de Xiong Yixing que de seguro estaba llorando la muerte de uno de los personajes de su serie o algo así. 

Al menos debía de agradecer a esa serie, si todo sale bien enviaré un paquete de galletas al guionista de esa serie por hacer que ese tipo este distraído durante tanto tiempo. ¿En serio no se ha dado cuenta de que es un sordo? Ahora me sentía un poco más confiado, solo necesito encontrar la forma de decirle que se largue y que ha sido aceptado. ¿Qué tan difícil puede ser eso? 

El chico de cabellos negros seguía más interesado en su aparato  ese para escribir que en lo que le estaba diciendo, era algo grande y sus gráficas tridimensionales eran de baja calidad, no sabía como lograr llamar la atención de aquel chico sin llamar también la atención de Xiong Yixing, quién dejaría de llorar en algún momento cuando todo volviera a la normalidad en su serie. 

 El chico levantó la vista por primera vez y sin quitar su sonrisa me mostró lo que estaba escribiendo todo este tiempo, sus ojos mostraban una mezcla de miedo, terror al fracaso y a la muerte pero a la vez esperanza de superar la prueba, ahora que me estaba mirando era mi oportunidad pero no sabía como. Él no puede darse cuenta de lo que estoy haciendo a sus escondidas, leí con detenimiento las palabras que estaban escritas en esa especie de aparato para comunicarse por mensajes. 




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