Eunoia Kt

5. ¿Cuándo?

Ocho de diciembre

Taehyung sonreía con diversión al ver al azabache discutiendo con un niño.

— Yo deje aquí mi juguete — musitó el menor con un puchero

— Yo no vi que lo hicieras. Ojos que no ven boca que no miente — explicó el azabache.

Taehyung no pudo contener su risa y negó con la cabeza ante el dicho que su pareja había inventado. Posteriormente tomo el juguete que Jungkook escondía detrás de él, para dárselo al niño.

— Deja de molestarlo — pidió bajo la atenta mirada de reproche que su novio le regalaba.

— Él no cuida sus cosas — se quejó

— Ahora entiendo la razón por la que nunca te piden cuidar a tu sobrino

Jungkook sonrió con diversión abrazando por la espalda a su pareja. El castaño abrazó los brazos en su cintura y sonrió al sentir el aroma de su pareja.

— Ese es el punto, ser su última opción

— Serás un excelente padre — afirmó el castaño

Jungkook se quedó extrañado. Nadie hasta el momento le había afirmado aquello, todos, hasta él mismo afirmaban que sería un fracaso como padre. Así que decidió tomarle un nuevo sentido.

— Claro seremos grandes padres, dejaremos a nuestros hijos con mis primar con frecuencia

Taehyung sonrió al escuchar la palabra "seremos" le gustaba estar entre los pensamientos a futuro de su pareja.

— Es una idea tentadora, pero aún no estoy seguro de querer tener hijos — confesó

— Perfecto disfrutemos del acto únicamente

Jungkook dejó un par de besos en el cuello del castaño, quien trató de alejarse, para poder concentrarse en cuidar al niño y no intentar crear uno.

 

 

Jungkook llegó a la casa y suspiró al no sentirse como antes. Encontró la mesa con el desayuno preparado, un par de botellas de licor tiradas por el pasillo y algo de basura sobre los sillones.

 

Con preocupación subió hasta la habitación que compartía con el castaño. Tocó la puerta antes de ingresar y sonrió al encontrar al castaño hecho una bolita entre su ropa, sobre la cama.

"Taehyung" lo llamó sin ingresar por completo.

"Amor ¿puedo pasar?" Cuestionó

Taehyung estaba entre dormido y simplemente pudo hacer un ruido con su garganta afirmándole que podía pasar.

Este ingresó, acercándose a la cama.

"¿Te sientes bien?"

Cuestionó acariciando los sedosos cabellos del castaño, mientras lo veía abrazar con fuerza una de sus camisas y restregaba levemente su nariz contra esta.

"¿Puedes acostarte aquí?" Cuestionó el castaño corriéndose, dejando un pequeño espacio para el alfa.

"Claro"

Jungkook se acostó entre su ropa, mientras el castaño se subía sobre él y escondía su rostro en el cuello contrario buscando más familiaridad, pues no podía oler realmente el aroma.

Jungkook por su parte se dedicó a acariciar la espalda del contrario, mientras intentaba oler la esencia de su pareja, pero no logró percibirla.

"No comiste nuevamente" comentó el azabache

"Me quede preocupado cuando te fuiste, no tenía hambre, solo te quería a ti" murmuró el castaño contra el cuello del azabache.

La noche estaba empezando a cubrir la ciudad, una ciudad en la que parecía haber solo un par de personas y la mayoría estaba siendo asesinada.

Las imágenes de las personas asesinadas no dejaron descansar a Jungkook, tampoco la falta de comodidad con el cuerpo que tenía sobre él, aquel cuerpo se sentía tan frío y extraño.

No encontró paz en la cercanía con su pareja.

La frustración y confusión carcomían lentamente al azabache. Cada vez se sentía más descontento e incompleto, supuso que para poder recuperar todo debía matar al padre de Taehyung.

Sin esperarlo volvió a dejar solo a Taehyung y nuevamente condujo hasta la casa de su abuela. Al llegar se dio cuenta de que los vidrios estaban rotos, los muebles estaban carcomidos, había una diversidad inimaginable de plagas, el piso estaba ahuecado y las paredes parecían no soportar tanto peso.

Jungkook corrió hasta llegar a sótano e ingresar a la habitación donde había dos cadáveres y un señor.

"Maldito, me jode cada existencia" comentó Jungkook antes de dejar el primer golpe sobre el rostro del señor, quien parecía inconsciente.

Jungkook abrió las oxidadas esposas tomando al señor del cuello de la camisa tratando de despertarlo, pero nada funcionaba. El cuerpo estaba sin fuerza alguna.

El alfa dejó caer el cuerpo y observó a su alrededor. La señora no estaba, su cuñado tampoco no había olor a carne podrida, no había manchas de sangre, no había nada.

Jungkook se giró para ver al señor en el suelo, pero no estaba. No había silla, no había esposas, no había nada más que una infinidad de momentos ausentes.

Solo quedaba su frustración y fantasías.

"No puede ser " afirmó el azabache tomando su pelo entre sus dedos jalándolo levente.

Era incapaz de creer que las personas a las que había torturado simplemente habían desaparecido.

Con frustración camino por los pasillos buscando la salida y sin mirar atrás subió.

Se quedó parado en el pasillo viendo como esta caían poco a poco. El alfa estaba sobre madera podrida, la que no soportaría su peso y aquellos crujidos le confirmaron que debía correr y salir de aquella casa en ruinas.

Mientras Jungkook corría la madera bajo sus pies caía a un vacío que él no quería alcanzar, ni descubrir. Parecía que un hoyo negro estaba consumiendo la casa.

El corazón del azabache latía con fuerza, sus piernas empezaban a cansarse y el pasillo hasta la puerta parecía cada vez más largo. Parecía que corría en el mismo lugar sin poder avanzar.

El reloj marcó una hora dándole paso al cantar de un pájaro que terminó siendo consumido por aquella oscuridad a la que Jungkook temía enfrentar.

Con la energía que tenía logró esforzarse aún más y con dificultad logró tomar la perilla de la puerta, para posteriormente abrirla y salir.



#3684 en Fanfic
#14415 en Otros
#4242 en Relatos cortos

En el texto hay: asesinatos, boyslove, kookv tekook

Editado: 19.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.