Permíteme amarte, tocarte y besarte. Hacer de ti un arte para que todos puedan apreciarte, como un hada encantada o quizá también una gran y brillante estrella, increíble e inalcanzable.
Permíteme hablarte, oírte y abrazarte. Para cuándo quieras, necesites y sola te encuentres; me tengas a mí, para encontrarte y recordarte lo especial que eres, que no necesitas más luz porque tú eres una, grandemente especial, como la luna que irradia mientras todos silenciosamente la admiran.
Permíteme presumirte, deja que vean lo feliz que te hago; permíteme que vean la sonrisa que haces para que me envidien.
Déjame ver todos tus colores. Regálame un mapa para recorrerte, visitar esos lugares que ni tú conoces, dejar huellas como si fuera un paseo turístico, para que cada que los veas recuerdes que yo estuve por allí
Estoy sedienta, amor, de ti. Esperando que tú te compadezcas de esta alma en pena que se encuentra vagando perdida con esperanza que la recojas.
Como un viajero sin ruta el cual se encuentra en búsqueda de aquello que necesita, sin embargo, no sabe qué es.