El silencio gobernó entre Stefan y Samantha, por lo que Stefan decidió seguir hablando acerca de el ritual.
—¿Estás segura de querer hacerlo?—. Stefan se levantó quedando a la altura de Samantha mirándola directamente a los ojos—. No podrás retractar de esta decisión.
—Ya eres uno de la família—. Samantha afirmó—. No me retractaré.
—Bien en ese caso te recomiendo dormir—. Stefan le dijo—. La última vez que presencié un pacto de acompañante los dos quedaron agotados y se quedaron dormidos en el lugar en donde hicieron el pacto.
Samantha decidió seguir el consejo de Stefan pero lo haría durabte la tarde; ya que tenia que atender la librería y no quería quejas de la gente.
—Verás—. Siguió hablando Stefan—. El ritual se hace durante la noche, por lo que tenemos que estar bien descansandos y con mucha energía.
—Ve a dormir en ese caso—. Señaló la puerta de atrás—. Detrás de la puerta está la sala que instalamos en donde hay un sofá-cama que es muy cómodo.
Stefan entró y vió la sala muy bonita, tenía refrigerador, una mesa con cuatro sillas, una televisión con una consola, era una bonita sala de estar.
La presencia de la bruja que había sentido con anterioridad se movió y ahora se encontraba dentro de la librería, asi que Stefan salió a investigar mejor.
La observó detenidamente, en ese momento ocultando totalmente su energía para ser pasado como un simple chico. Era una mujer algo vieja, era una bruja poderosa, si su interior no le mentía, sentía que era una de la brujas de un linaje que era de las brujas de Salem.
Debió de haber existido alguna que sobreviviera, a través de los años, y esa mujer de aspecto tranquilo era una bruja.
Decidió ir a indagar y se dirigió con Samantha quien estaba comiendo pan y un poco de café caliente, con gusto, se veía delicioso.
—Hey-. Samantha habló al verlo—. ¿No ibas a dormir?
—No tengo ganas en este momento—. Stefan levantó los hombros—. Tengo algo que decirte.
Samantha se removió del asiento en donde estaba para poder dejar sentar a Stefan, quien tuvo que ordenar sus pensamientos para decir varias cosas.
—En el mundo de los acompañantes, sabes que existió una guerra con los magos y hechicero—. Comenzó a explicar Stefan—. Bueno, tras esa guerra se definió que existían dos tipos de rituales , el oscuro y el puro.
—¿Y cuál usaremos? —. Preguntó rápido Samantha por la nueva información—.¿El oscuro y el puro?
—Haremos el puro, por que no existe mal en tu alma, tienes un momento feliz y un momento triste de verdad-. Stefan la señaló—. Si hubieras hecho algo malo de verdad se usa el ritual oscuro.
—¿Quién sería capaz de hacer un pacto oscuro?—. Preguntó Samantha—. Yo puedo hacerlo ,¿o no?
—Tu madre—. Aclaró Stefan su garganta-. En el caso de que ella quisiera tener un acompañante, el rito tendría que ser oscuro, ya que el puro no tendría efecto. Y tú Samantha no puedes tener un pacto oscuro, un pacto oscuro es con sangre, dependiendo de la persona puede ser más débil o fuerte que el pacto puro, Además tu sabes que eres diferente a tus hermanos.
—Siempre he sabido que soy diferente respecto al poder entre los cuatros, pero es por el cargo de loba original que tengo.
—¿Loba original?-. Stefan preguntó extrañado, ya que era la primera vez que escuchaba ese término—. ¿Eres una loba original?
—Soy parte de la primera manada de los siete lobos originales—. Y soy la más fuerte de ellos.
—¿No se supone que tienen como una organización?
—Si, pero pedir ser separada de todas esas cosas por respeto a mis hermanos—. Samantha le dió un mordisco a el pan y luego siguió hablando—. Imagínate, yo en la Junta y mis tres hermanos son vampiros, enemigos comunes por los que los lobos fueron creados.
—Tienes razón—. Stefan rascó su barbilla—. ¿Cómo que junta? No entiendo que es eso.
—En el mundo de los lobos, la junta es la que regula todos los problemas de lobos y que tengan que ver con ellos—. Samantha se rió un poco-. Los vampiros nunca se nos ocurrió algo así, por que nosotros no tenemos la costumbre de transformar vampiros a lo loco, por eso no necesitamos de una organización como las juntas.
—Bueno—. Stefan cambió el tema—. ¿Sabías que la viejita que te trajo el café es una bruja?
—¿Bruja?¿La señora Royal es una bruja?—. Samantha se acostó en las piernas de Stefan—. Espero no te moleste.
—No te preocupes—. Le sonrió—. Pero si, la señora Royal es una bruja poderosa, es tranquila, no tiene almas colgadas en ella, así que por eso digo yo que es tranquila.
—¿Almas colgadas?—. Preguntó muy confundida Samantha—. ¿Muertos?
—Para algunos rituales, se requieren almas-. Hizo señas con las manos para explicar—. Son rituales poderosos y muy difíciles de hacer.
—Ya veo.
Samantha dijo esto antes de caer dormida, y se acurrucó en Stefan, quien también se quedó dormido por un momento. Stefan pensó en toda la información que le acababa de brindar Samantha y otra vez reaccionó que la persona que sería su próxima ama por el resto de la eternidad y que era una mujer muy poderosa, quien ni siquiera sabe realmente todo su poder.
Anne regresó a la cafetería para poder comer, ya había pasado rato, y decidió pedir algo para comer para llevar en la cafetería Royal la cual estaba llena y tenía mucha gente, decidió ir a ver a Samantha y a Stefan.
Cuando entró, estaba Samantha dormida en las piernas de Stefan, quien estaba recargando su cabeza en el respaldo del mueble.Anne se puso en cuclillas y observó a Samantha, tenía pestañas largas y unos labios carnosos.
—Hey—. Anne se levantó y en ese momento se levantó Stefan—. Tiene una tienda que atender, Además ya son las cuatro de la tarde, es hora de comer.
—Claro—. Stefan movió a Samantha quien se removió—. Sam tenemos que comer, vamos.
—No tengo hambre-.habló mientras se acomodaba más en el sofá—. Tengo ganas de dormir.