Ya era de tarde, Samantha y el pequeño Jonathan estuvieron bastante rato, atendiendo clientes y el tiempo en el que no había ninguno, Samantha le enseñó a leer, finalizaron la lección cuando Jonathan logró leer 5 páginas seguidas de un libro que tenía pequeñas imágenes con bastantes palabras.
—¡Lo hice! —. Gritó emocionado Jonathan cuando acabó de leer las cinco páginas—. ¿Lo viste?
—Eres muy listo, muy bien Jon—. Samantha habló feliz con el niño que sus piernas colgaban en la silla—. Ya sabes algo nuevo.
—¡¿Ya es de noche?!—. Se exaltó Jonathan—. ¿Estuve leyendo todo el día?
—Supongo que perdiste la noción del tiempo—. Samantha se encogió de los hombros—. Significa que te gustó mucho leer.
— ¿Ya nos vamos a casa? —. Jonathan preguntó—. ¿Me puedo llevar el libro que estuve leyendo? Lo quiero terminar.
—Está bien—respondió Samantha—. Vámonos.
Jonathan salió corriendo hacia Samantha y tomó su mano dándole el libro, Samantha cerró el negocio y se dirigieron finalmente hacia casa. En el camino Jonathan iba admirando a la piedra en forma de pez. Llegaron después de unos minutos y tocaron a la puerta y Anne le abrió la puerta con una sonrisa en el rostro pero con unas terribles ojeras.
— Hola Jonathan—. Habló Anne—. Pasen chicos.
Los dos pasaron y Jonathan se fue corriendo a su cuarto con su piedra con forma de pez como si se tratara de un pequeño avión. Anne abrazó a Samantha una vez que las dos estaban solas.
¿Fuiste a trabajar? —. Samantha preguntó mientras seguía abrazando a Anne y sentía la fragancia de su perfume—. ¿O te quedaste todo el día en cama?
—Tenía la opción de quedarme todo el día en cama, pero no tenía con quien disfrutarlo—. Anne cortó el abrazo—. Así que decidí ir a trabajar.
¿Y con quién pensabas quedarte todo el día en la cama? —. Samantha comenzó a acorralarla en una pared—. ¿Puedo saber?
—Bueno—. Anne comenzó a acercarse más a Samantha pegándola a su cuerpo—. Es una mujer muy hermosa, tal vez la conozcas.
—Quién sabe—. Samantha terminó de cerrar la distancia que existía entre las dos y comenzó a besarla pasando sus manos que estaban recargados en la pared a la cintura de Anne.
Las manos de Anne pasaron a la espalda de Samantha las cuales pasaron a rozar levemente el trasero de Samantha. Anne sonrió con malicia ya que Samantha no había dado ninguna señal de incomodidad así que decidió bajar un poco más las manos
Samantha se sorprendió por el contacto atrevido de Anne pero no le importó, Samantha profundizó más el beso, recargó el cuerpo de Anne en la pared y Anne apretó el trasero de Samantha.
Alguien carraspeó al fondo del cuarto haciendo que ambas se separaran alarmadas, pero era Stefan viéndolas con una cara feliz.
—Disculpen por interrumpir, pero los chicos se acaban de pelear y Jonathan los vio y quiere aprender a pelear.
— Ya voy —. Samantha se separó de Anne y tomó su mano apretándola—. Regreso en un momento.
— Te esperaré—. Anne le guiñó y salió del cuarto dirigiendo hacia las escaleras.
Samantha se recargó en la pared, cruzada de brazos, se le quedó viendo a las escaleras y después a Stefan con una cara de enojo.
—¿Qué? —. Stefan dijo—. ¿Por qué te me quedas viendo así?
—Espero que lo que trate de hacer Jonathan sea realmente peligroso.
Los dos se dirigieron a el patio que tenía la casa, era relativamente grande, y se encontraban peleando Dan con Dylan como luchadores profesionales, en unas sillas estaban Jonathan junto con Tyler gritando que quería hacer mismo.
—Hey, hey, hey—. Samantha se paró detrás de Jonathan haciendo que él volteara a verla—. ¿Qué se supone que estás haciendo?
—Quiero aprender a pelear como él—. Jonathan habló.
—Primero tienes que saber algo para que yo te pueda enseñar a pelear—. Samantha habló de manera fuerte—. El pelear es para defenderte y protegerte, no para herir a las personas.
—Está bien—respondió Jonathan—. Lo usaré sólo para defenderme.
—Prométeme que no lo usarás para hacer cosas malas—. Samantha extendió su mano y me mostró el meñique—. ¿Está bien?
Jonathan tomó el meñique de Samantha con su propio meñique e hicieron una promesa, después Samantha se sentó a un lado de la silla de Jonathan y se dedicó a observar a Dan y Dylan pelear.
—Verás—. Samantha se acercó a Jonathan—. Te diré los contras y pros de ambos mientras pelean.
—¿Puedes saber eso sólo con verlos?
— Es una herramienta que debes aprender a desarrollar si quieres pelear de manera inteligente—. Samantha señaló con su dedo índice su cabeza—. Primero fíjate en Dan y observa su postura.
Jonathan observó pelear a Dan, tenía los brazos con los puños a la altura de su pecho, y lograba evitar todos los golpes que Tyler le mandaba, todos ellos.
—La posición que tiene—. Jonathan preguntó sorprendido—. ¿Por qué evita todos los golpes?
— Se le llamaría una posición defensiva, y la que tiene Tyler sería su contrario, una posición de ataque—. Samantha se levantó y extendió sus brazos en dirección—. Ven, levántate, te enseñaré lo que yo considero importante.
—¡Sí! —. Jonathan se levantó de un salto—. Aprenderé dos cosas nuevas hoy.
— Bueno empezaremos a ayudar a tus reflejos, que es algo muy importante para protegerte de los golpes que se dirijan a ti—. Samantha se colocó delante de Jonathan—. Con mis manos trataré de tocar cualquier parte de tu cuerpo, si llegó a tres, tú pierdes y se repite el ejercicio, ¿Entendido?
—Está bien—respondió Jonathan al tiempo que hacia un saludo militar y luego se acomodó en la posición como estaba Dan—. Estoy listo.
Samantha decidió en hacer lentos y relajado los golpes, para poder hacer que Jonathan pudiera comenzar de manera correcta.
— Voy a comenzar prepárese joven Jonathan—. Samantha se acomodó como si fuera a hacer un combate real—. Ya.