Evans

Capítulo 27

Se encontraba Sergey todavía dentro de su despacho; esperando a que el Señor Pierre llegara para poder conversar con él y decirle acerca de varios inconvenientes, al respecto de él y su sobrino. También tenía en su mente que Samantha llegaría a Rusia para hablar acerca de su vida y todo lo que pasó en los seiscientos años que lleva sin verla, las dos razones por la que Samantha se separó de la primera manada de los Lobos puros fue por sus hermanos, y por Elena, la difunta esposa de Sergey.

 

La segunda razón fue una petición egoísta de Sergey para Samantha, ya que la esposa, estaba enamorada de Samantha, él siempre quiso hacer como si no supiera nada.

Pero un día, Samantha y él, acudieron a una disputa, de varios pueblos, donde fueron muchas personas y murió más del 90% aproximadamente, cuando regresaron de la guerra, Elena saltó a los brazos de Samantha y no a los suyos; ese fue el primer indicador. Después Elena, comenzó a pasar todo el día con Samantha, a hacer todo con Samantha, y con el tiempo, Sergey comenzó a sentirse excluido.

Hasta que un día Samantha habló con sinceridad con él y le dijo acerca que la relación que tenía con su esposa, no era necesariamente amistad, sino que algo más. Samantha decidió apoyar a su amigo y no a Elena.

 

—¿Pero la amas? —. Recuerda que le preguntó Sergey todavía procesando.

— No lo sé—. En ese momento Sergey recordó haber visto llorando a Samantha—. Pero es tu esposa, y tú eres como un hermano para mí, por más que me duele, ya tengo un viaje prolongado para ir a América.

 

Samantha después de esa conversación, se retiró a América, diciéndole a Elena que se iría de forma temporal a América a visitar a sus familiares y amigos antes de que todos murieran.

Durante los primeros meses, Elena resistió, Sergey la aprovechó al máximo y ella quedó embarazada de su primera hija, a quien llamó Olga, ella durante los primeros años fue su máxima felicidad, luego tuvieron a Natalia, y el último fue Axeley.

Sergey sabía que si esposa era feliz, sus ojos no brillaban como antes, y posiblemente nunca lo harían, así que quiso devolverle la felicidad por unos momentos, ya que de unos meses desde el cumpleaños número cuatro de su hija Natalia hasta ese momento el cuerpo de Elena comenzó a debilitarse.

Temiendo de que sucediera algo garrafal; Sergey habló con Samantha quien a toda velocidad llegó a Rusia, al saber que Elena estaba debilitándose. Recuerda haber visto como los ojos de ambas brillaron al verse, también recuerda como Elena fue a abrazar a Samantha ignorando completamente a él y de no haber sido por Samantha lo hubieran dejado ese día.

 

Samantha observó que Elena se veía bien, y quería irse, pero Sergey le pidió que se quedara ya que hasta sus ojos brillaban, y por más que le dolía aceptar, él no era Samantha.

Recuerda también que el día en que Samantha se fue, su esposa le pidió que se despidiera de ella, porque ella la dejaría para ir en el barco de mercancía hacia América. Cuando ella regresó después de haber despedido a Samantha, se veía deshecha, por días no quiso hablar con nadie, él le dejaba la comida en la puerta y ella dejaba el plato.

Eso pasó durante semanas hasta que en una ocasión el plato de comido no se recogió en todo el día, recuerda Sergey que alertado por todas las hormigas que se dirigían a la habitación de Elena, él rompió la puerta de una patada y observó el cuerpo sin vida de su esposa. También recuerda que al revisar sus cajones, encontró cinco cartas; una para él, otra para Samantha y las tres restantes era para sus tres hijos.

 

El funeral fue un mes exactamente después de la partida de Samantha, ella regresó para el funeral, y su cara se veía hinchada, se veía que había estado llorando mucho. Durante el funeral Samantha lloró, y abrazó a él. Recuerda que también haber llorado durante mucho tiempo, después de la partida de su esposa.

 

El momento más claro y el que más recuerda, es cuando al enterrar a Elena, se dirigieron a un árbol en una pequeña colina y le entregó la carta que le había dejado a Samantha. El traía ambas, no se había atrevido a abrir la suya y mucho menos la de Samantha, no era algo que era usual en él.

 

—¿Qué es esto? —. Recuerda que Samantha tomó la carta—. ¿Quién la escribió?

—Las encontré cuando me puse a revisar las cosas de Elena—. Sacó su carta todavía sellada, no se atrevía a abrirla—. No puede abrirla.

Samantha abrió la carta de Sergey, rompiendo el sello con él que había tomándosela de las manos y comenzó a leerla, así como las palabras fluían, las lágrimas también.

 

"Querido Sergey Inavov; si lees esta carta significa que ya no estoy ahora en este mundo, pensé que al ser escogida por la diosa luna, sería inmortal, terminarían mis emociones, sería una aburrida inmortal, y llegaste a mí mi hermoso, cariñoso y amable Sergey, creí que viviría bien y feliz.

 

Pero me equivoqué, llegó alguien más; que a pesar de haberle dado y casi gritado a los cuatro vientos mi amor, me alejó de su persona, me volví un alma dolida y con tristeza.

Pero eso no te debe de importar, te doy el permiso y la liberación por si piensas que mi muerte será la razón por la cual no harás nada de tu vida, déjame decirte que estas completamente equivocado.

Siempre te voy a querer y muchas gracias por todo, ELENA"

 

Recuerda Sergey haber llorado como una magdalena, pero con muchas ganas, tanto que recuerda haber tenido la cara muy hinchada por varios días.

 

—Señor Inavov—. Habló su asistente personal despertándolo de sus recuerdos—. Ya llegó el Señor Pierre, ¿Lo hago pasar a su despacho?

—Claro que sí—. Sergey hizo una señal con su mano—. Hazlo pasar.

— Hola, Sergey—. Pierre se quitó su abrigo y se lo dejó a el asistente

—Pierre, compañero—. Sergey esperó a que la puerta se cerrará, para que no escucharan lo que estaban platicando.




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