—¿Ir a Miami? —. dijo Sergey mientras miraba su reloj. — Vine aquí a pesar de los eventos que tenía, para avisarles acerca del problema con Pierre.
—Tranquilo Inavov. — Samantha lo abrazó y le revolvió el pelo. — Considéralo como unas vacaciones de tu apretada y rigurosa vida.
—Pero tengo que hablar y resolver bastantes cosas. — Sergey trató de zafarse.
—He resuelto todo lo que había en la semana—. habló sin pensar el asistente de Sergey quien al luego ver la mirada de su jefe se retractó, pero Samantha lo abrazó también.
—Entonces tenemos una semana para conocer Miami. — Samantha señaló a Joseph. — Tu asistente ha resuelto todo, ya no tienes excusas, irás y punto final.
—Está bien. — Sergey tuvo que aceptar de mala gana el viaje. — ¿Y cómo nos iremos?
—En tu avión. — Samantha alzó sus hombros. — Esperaba que tú nos prestaras tu avión, por que tú tienes uno y yo no.
—¿No se supone que es lo que uno piensa antes de irse de viaje. — Sergey solo frotó su mano en sus ojos antes de desesperarse.
—Antes podía darme el lujo de hipnotizar a alguna persona interesada en mí y gastar el dinero en lo que yo quisiera, pero ahora, mi acompañante. —con su mano señaló a Stefan. — Gastó dinero de manera innecesaria.
—Está bien. — Sergey asumió que Samantha posiblemente pagaría los gastos de la comida o del hospedaje. — Yo hablaré con el piloto, para que se dirija a Miami, ya no te preocupes por esa parte.
—En ese caso iremos, mis hermanos, Stefan, Ezequiel, Anne, Joseph, Sergey, Jonathan y yo. — Samantha mientras mencionó los nombres, contó con sus dedos cuantos eran. — Somos diez en total.
—Si entran en mi avión privado. — Sergey le dio unas palmaditas en la espalda a Samantha. — No te preocupes por eso.
—Bueno ahora el tema de las habitaciones. — Samantha miró a Joseph y después a Sergey. — Ustedes dormirán en la habitación de Tyler, quien va a dormir junto a Dan.
—Las maletas están en el carro. — Joseph hablo levantándose inmediatamente. — Iré a buscarlas.
—Stefan te acompañara. — Samantha llamó telepáticamente a su acompañante quien llego en seguida corriendo. — Stefan ve y acompaña a Joseph.
Salieron ambos acompañantes a ayudar a bajar todo el equipaje que traía el señor Sergey y dejaban las maletas en la entrada, pero se ayudaban a bajarlas mutuamente para no cansarse ninguno de los dos, una vez que llevaron las maletas a la entrada, los dos se sentaron en las escaleras a platicar, que había sido de sus vidas, después de que los dos se separaran en Alemania.
—Un tal Robert Juls me ofreció hospedaje y comida una vez que te fuiste, pero yo le dije que no, recuerdo, haber escapado corriendo y me quedé tan cansado que dormido en un callejón, cuando el señor Sergey me encontró.
—¿Pero que él no vive en Rusia?
—Si, pero dice que ese día estaba en Alemania por uno de sus múltiples trabajos que tiene. — Sergey miró hacia otro lado como si estuviera recordando ese preciso instante. — Él también me ofreció lo mismo, pero si acepté su trato, y llegamos hasta el día de hoy.
—¿Qué tal tu porcentaje de relación con el señor Sergey? — Pregunto Stefan ya que si hacia cuentas Joseph llevaba de Acompañante de Sergey tres años, y parecían tener buena relación—. Yo llevo noventa de porcentaje com Sam.
—Tenemos un cien por ciento de buena relación. — Joseph se sonrojó instantáneamente al decirle la verdad a Stefan ya que el sabía lo que significaba el porcentaje completo.
—Wow, eso quiere decir que ya te has acostado con él. — Joseph tapo la boca de Stefan antes de que gritara. — Nunca pensé que encontraría a un acompañante que tiene cien por ciento con su amo.
—Ya sé. — Joseph observó a su medio hermano a sus ojos morados. — Pero me siento feliz con él, no sé, es una sensación reconfortante.
—Supongo que en su oficina lo han de hacer todo el tiempo.
Joseph se levantó más sonrojado a meter inmediatamente las maletas que habían bajado antes de la charla en las escaleras, Stefan se levantó y le prometió a Joseph que no volvería a hablar de la vida sexual de él y el señor Sergey.
Stefan y Joseph habían crecido juntos, ya que su madre era la misma, él siempre llego a conocer historias de su madre, pero como la mujer que se había acostado con los dos hermanos de la realeza de los acompañantes debido a su belleza, con uno fue durante la primera guerra, y con el otro había sido en el banquete de bodas de un noble acompañante.
En esas dos noches se habían concebido dos niños, él y Joseph, quienes desde pequeños su madre les advirtió que nunca tendrían que salir del cuarto si no querían que los mataran, ya que su madre al darse cuenta que uno de sus hijos tenía ambos ojos color morados, y el otro contaba solo con uno, decidió que pasarían los primeros años de su vida encerrados en el pequeña casa que tenía su madre.
Stefan recuerda con claridad de que su madre los mandó a comprar comida en una ocasión, pero sin ella, ya que ella había caído enferma y sino, se morirían de hambre los tres, les exigió que el mantuviera sus ojos vendados, y Joseph que mantuviera el ojo morado cubierto y descubierto el otro ojo para que dirigiera a su hermano mayor.
Pero ese día, la suerte no estuvo del lado de ellos, ese día la familia real bajo a visitar al pueblo y uno de ellos observó a los dos niños "ciegos" caminar por los locales, el hombre los siguió , trató de ayudarlos, Joseph entro en pánico, porque pensó que lo habían descubierto y trato de zafarse del hombre, haciendo que su parche cayera al suelo revelando el ojo morado, el hombre trato de tomar a Joseph, pero Stefan lo agarró del brazo y salieron corriendo hacia la pequeña casa de su madre.
Una vez llegando a casa, descubrieron un rastro de hormigas que lo dirigían hasta el cuerpo inerte de su madre, a quien quisieron velar, pero la policía tocó a la puerta, tomaron las cosas más importantes y el poco dinero que su madre escondía por cualquier situación, escaparon por el cobertizo de la casa y jamás regresaron.