Evans

Capítulo 39

Llegaron todos al hotel alrededor de las nueve de la noche, por dos razones, la primera es que en el restaurante en donde estaban hubo un problema con el sistema de pago del lugar y no podían pagar por medio de tarjeta de crédito, pero luego de unos treinta minutos se pudo completar el pago, y después había tráfico para llegar al hotel, pero finalmente estaban allí.

Samantha había estado todo el día cuidando a Jonathan, quien al llegar a la habitación del hotel cayó en su cama, totalmente agotado, por todo lo que habían tenido que hacer, buscar, y caminar para encontrar muchas cosas, contando, varios libros que Samantha le compró.

 

"Stefan cuida a Jonathan, estaré un rato con Anne y después volveré, por si se despierta".

"Ya voy, llevaré palomitas para ver una película por si se levanta, Disfruta a Anne, tu amiga" Stefan dijo.

"Mi novia, querrás decir” Samantha respondió.

 

Samantha cortó la conversación telepática que tenía con Stefan y se dedicó a buscar a la presencia de Anne, que se encontraba relativamente cerca de ella, así que caminó un poco más rápido, pero no corriendo, porque llamaría la atención de la gente que seguía despierta, observó que se encontraba en la azotea del hotel, en donde Samantha aprovechó la oscuridad del momento y dio un brinco lo suficientemente alto para alcanzar la azotea de un solo intento.

Anne sintió que la presencia, era de Samantha, así que no se asustó o preocupó un poco, en ese momento estaba sentada en uno de los bordes de la azotea, traía con ella, una manta en la que estaba recostada y una botella que compró mientras observaba dulces para comer, lo compró porque pensó en que lo ocuparía después, pero resultó que la usaría esa noche.

El vino lo acababa de destapar y apenas se había servido una copa, después Samantha se acercó a ella y la envolvió en un cálido abrazo, que le hizo recordar su natal Vancouver, Anne empezó a hablar asiendo que Samantha le prestara atención y la mirara como una atolondrada.

 

—Cuando tenía unos quince años. — Anne habló mientras trataba de ubicarse en el tiempo de cuando le ocurrió la anécdota que estaba por contar. — Descubrí que Ezequiel tenía un diario de mi madre, no sé cómo llegó el librero del estudio que tiene Ezequiel, sólo sé que ese diario es de mi madre.

 

—¿Qué descubriste en el diario de tu madre?

—Mi madre cuenta que se metió con uno de los hijos de los primero lobos sangre pura, es decir, la segunda generación, por lo tanto sería de la tercera generación, pero cuando ví a Sergey sentí al mismo tiempo una especie de afecto y tristeza. — Anne miró a Samantha con unos ojos melancólicos, haciendo que el interior de Samantha se sintiera desganada—. Como si lo conociera de mucho tiempo.

—El alma de los lobos es algo que después de trescientos años regresan a la tierra en diversos cuerpos. —Anne observó curiosa a Samantha. — Supongo que has regresado después de mucho tiempo.

—Hablando de conspiraciones, tengo una pregunta, desde el día de la cita que tuvimos. — Samantha miró como Anne se sonrojaba, y Samantha le dio un beso en la mejilla, haciendo que se sonrojara más, pero preguntando. — No sé si es correcto preguntar esto, pero ¿Por qué tu madre mató a tu prometida?

—Bueno, cuando llegamos a Londres, unos trescientos años atrás, Alfred Williams era el hijo de un latifundista de la corona inglesa, al ser un hijo con muchas riquezas, era perseguido por una gran cantidad de señoritas en busca de casarse con alguien, en una ocasión—. Samantha recordó el momento para contarlo con suficientes detalles—. Me invitó a bailar con él, después de eso, el señor fue a resolver algunos asuntos en la terraza por donde yo casualmente pasé.

—¿Qué ocurrió? —. Preguntó Anne con suma curiosidad.

—Encontré besándose con un joven pelirrojo esa noche, quien momentos antes de que bailara con Alfredo fue presentado como el prometido de Anne.

—¿Pero qué no ella era tu prometida?

—Espera, deja que termine mi historia—. Samantha le hizo una señal de alto a Anne—. Para ese momento yo ya conocía un poco más a Rose y le comenté de lo que había visto en la azotea esa noche, lo sorprendente era que ella ya sabía acerca de la relación que tenía su prometido Alexander Bennet con Alfred, esa noche que le comenté, llegaron los dos a cenar, y ella habló acerca de la treta, que yo me casara con Williams y ella con Alexander, y así esos dos sería felices.

—Y eso se realizó, quiero suponer.

—Todo se realizó, ellos eran también personas que se movían constantemente por el trabajo de las tierras y propiedades, pero ante la sociedad nos ayudamos, como si fuéramos pantallas, siempre la sociedad veía lo que quería.

—¿Pero no entiendo por qué razón tu madre mató a Rose, tu prometida?

— Mi madre se enamoró del pelirrojo Alexander Bennet con quien Anne se casó, esa madrugada cuando nos mudaríamos finalmente a América en donde tenía Alfredo bastante propiedades, mi madre asesinó a Rose y pensó que con eso Alexander se casaría con ella.

 

Samantha decidió mirar hacia arriba para evitar que una lágrima se deslizara por su cara y se sintiera triste.

 

—Ellos dos se suicidaron meses después de que Rose fue asesinada—. Samantha juntó sus manos mientras miraba al suelo—. Los planes de mi madre no se realizaron, por más planeados que fueron, pero nunca le voy a perdonar haber matado a Rose.

—¿Ella sabía de su relación?

— Lo sabía, por eso espero a matarla enfrente mío, y no como una sombra, que es lo que realmente es.

—Lo siento. — Anne abrazó a Samantha una vez que terminó de hablar y colocó su cabello en el hueco del cuello.

— No te preocupes—. Samantha la separó de ella y la miró directo a sus ojos verdes—. Ahora estoy contigo, que es lo importante.

—¿Qué tan importante? —. Comenzó a bromear Anne al ver que Samantha mostró una sonrisa en su rostro—. ¿Podría decirme señorita Evans?




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