Evans

Capítulo 44

Salieron ambas de baño y Anne observó de reojo el cuerpo de Samantha, observó disimuladamente que tenía un abdomen definido, que suponía que se había perdurado por mucho tiempo, después dirigió su mirada hacia las piernas, que eran torneadas y un poco gruesas.

Samantha carraspeó sorprendiendo a Anne, siendo descubierta por su novia, y Anne se comenzó a reír por nerviosismo.

 

—Veo—. Samantha se acercó a ella para observar las reacciones de Anne—. Que me estás mirando mucho.

—Sólo estoy admirando lo guapa que eres Sam—. Anne habló nerviosa bajo la mirada de Samantha.

 

Samantha se acercó, le dio un beso en la mejilla izquierda, luego en la mejilla derecha, y finalmente en la frente.

 

— Me vas a considerar un completa tonta —. Samantha se lanzó en la cama de Anne mirando al techo de la habitación del hotel—. Pero me siento muy feliz contigo.

— Yo también—. Anne se acercó y se acomodó a un lado de Samantha quien se volteó para ver de frente a su novia—. Te quiero mucho.

—Bueno—. Samantha observaba al vestido que Anne le había dado—. Tenemos que vestirnos.

— Que forma de matar el momento—. Anne comenzó a levantarse.

 

Samantha se colocó encima de ella sentándose en las piernas de Anne quien estaba recargada en el respaldo de la cama.

 

—¿Quién dice que mate el momento? —. Samantha tocó el rostro de Anne mientras besaba de manera lenta a Anne mientras empujaba sus caderas hacia enfrente—. Nunca digas cosas como esas, ojitos bonitos.

—¿Quién te asegura eso? —. Anne decidió jugar rudo y colocó sus manos en los glúteos de Samantha para juguetear con ellos y los apretaba—. ¿El gato te comió la lengua?

 

Anne apretó fuertemente el trasero de Samantha haciendo que soltase un gemido involuntario que sorprendió a Samantha, pero ella decidió que no se quedaría así y comenzó a bajar sus labios por el cuello de Anne.

Anne dejó un momento sus manos en los glúteos de Samantha, movió su cabeza para que Samantha tuviera mayor acceso para el cuello, Samantha besó, lamió y chupó a su antojo haciendo que Anne soltara varios gemidos.

Samantha comenzó a bajar su cuerpo y el de Anne para poder besarla más cómoda, Anne logró colocar a Samantha abajo de ella, y comenzó a besarla pasando sus manos por el sedoso cabello de Samantha.

Bajó sus labios por el valle de sus pechos y siguió bajando por el abdomen de Samantha, besando cada centímetro de Samantha cuando alguien tocó la puerta.

 

—¿Anne? —. La voz de Ezequiel detrás de la puerta hizo que Samantha se removiera abajo de Samantha y se escondiera en el baño.

 

Anne se levantó y se dirigió hacia la puerta para ver que quería Ezequiel, y estaba enojada con él por haber interrumpido.

 

—¿Qué ocurre? —. Anne abrió la puerta con la bata de baño que traía puesta durante todo el rato—. Apenas acabo de salir de bañarme.

—Oh, perdona—. Ezequiel se disculpó pero le pidió un favor a Anne—. Dile a Samantha que Noa quiere hablar con ella.

—¿Y por qué me lo dices a mí? —. Anne pensó en la ligera posibilidad de que Samantha estaba con ella—. ¿No sabes en dónde está?

— No la encuentro—. Ezequiel se rascó la nuca mientras observaba Anne—. Pensé que tu sabías en donde está.

—Mejor espera un momento que me cambie—. Anne usó sus manos para volver a decirle que traía una bata de baño—. Terminando de cambiarme iré a buscarla.

—Está bien—respondió Ezequiel—. Ya me iré con Jonathan para estar cuidándolo como si fuera mi hijo.

 

Anne cerró la puerta una vez de que Ezequiel y Samantha salió del baño como un polizonte mientras le sonreía a Anne quien todavía parecía molesta.

 

—¿Qué ocurre? —. Samantha preguntó confundida—. ¿Qué te dijo Ezequiel?

—Que Noa está buscándote—. Anne cruzó sus brazos—. Debo decir que al inicio le tenía ciertos celos pero ahora ya no.

—¿De Noa? —. Samantha se empezó a reír—. ¿Por qué?

—En la fiesta que la conocí parecían muy cercanas—. Anne comenzó a explicar su razonamiento—. Pensé que eran algo.

—A ella yo la salve en una ocasión y la cuidé por un tiempo hasta que se hizo independiente—. Samantha se puso a recordar para poder contarle a Anne—. Y somos amigas desde entonces, además creo que le gusta a unos de mis hermanitos.

—¿Tyler? —. Anne recordó la escena en la playa que Noa se le quedaba viendo a Tyler.

—Supongo—. Samantha alzó sus hombros, se acercó a ella para abrazarla—. Creo que deberías empezar a cambiarte.

 

Anne se movió hacia el baño con el vestido negro que había metido días atrás en su maleta; mientras, Samantha sacaba su celular y le marcaba a Noa.

 

—Hey—. Noa respondió al tercer tono—. ¿Qué ocurre Noa?

—Estoy en crisis—. Noa recorría su habitación de un lado para otro—. No sé qué ponerme.

—¿De qué hablas?

—Creo que conocer a tus hermanos en estas fechas fue algo extraño.

—Mira. — Samantha trató de recordar los gustos que tenía su hermano. — Ponte un vestido que muestre tus piernas, que son tu mejor atributo, ¿Ok?

—Está bien. — Noa se tranquilizó por la respuesta inmediata que le dio Samantha. —Te escucho un poco molesta.

—Te lo estás imaginando. — Samantha se rio incluso para apoyar la idea de lo que estaba sintiendo en ese momento. — Ponte guapa, nos vemos en el bar.

 

Samantha tomó el vestido, se lo colocó, le quedaba perfecto, eso quería decir que ambas tenían cuerpos parecidos, era un vestido rojo, tendría que ponerse un poco maquillaje, estaba un poco escotado pero era muy bonito.

 

—¡¿Anne? — Samantha gritó para ver si Anne le respondía. — ¿Puedo abrir este labial rojo?

—Lo compré para ti. — Anne abrió un poco la puerta mostrando una Anne con un vestido negro. — Úsalo.

 

Samantha abrió el labial rojo carmesí, que combinaba bien con el vestido. Ya estaba lista. Así que sentó un momento ya vestida, y se dedicó a revisar su celular, no había nada que hacer así que lo dejó a un lado.




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