Samantha se encontraba con Jonathan guardando la ropa que habían traído en las maletas, era poca ropa, ya que prácticamente sólo se habían quedado dos días en Miami. La ropa sucia la metieron en una de maletas que trajeron en el viaje, Samantha estaba furiosa, el tipo Zev Williams de verdad quería eliminarla.
Jonathan sólo observaba como Samantha metía la ropa de manera furiosa y murmuraba muchos insultos juntos, Jonathan se acercó a ella para abrazarla y hacer que se tranquilizara.
—¿Sam que ha pasado? —. Jonathan seguía abrazando a Samantha.
—Cometí un error que puede perjudicarte, pequeño—. Samantha abrazó de lleno a Jonathan—. Y me siento tan mal por eso.
— No hay ningún problema que no se pueda resolver—. Jonathan recurrió a palabras que había escuchado a Margaret decir en una ocasión—. Todo tiene solución.
—Tienes razón—. Samantha dejó de abrazar a Jonathan y pasó un mechón de pelo por detrás de su oreja—. Tienes que prometer que pase lo que pase, tienes que cuidarme por si algo me llega a pasar y cuidar de Anne.
— Lo prometo—. Jonathan le dijo y volvió a abrazarla—. ¿Pero no se supone que eres muy fuerte?
—Lo soy, pero nunca está de más hablar antes de que las cosas pasen, ¿ok?
Samantha cerró las maletas y salió de la habitación para buscar la camioneta para colocar las maletas en la cajuela, en la camioneta ya estaba Sergey y Joseph arrancando la camioneta.
—Sam—. Sergey llamó la atención de Samantha—. Anne dice que subas, nosotros cuidarme a Jonathan, no te preocupes.
Samantha salió corriendo por las escaleras para dirigirse lo más rápido a habitación en donde estaba Anne sentada en la cama y en el piso a maleta. Samantha entró a la habitación y cerró la puerta con seguro para tener un poco de privacidad y que nadie las interrumpiera.
—¿Qué ocurrió en el bar? —. Anne preguntó una vez que Samantha cerró la puerta con seguro.
—Nos tendieron una trampa—. Samantha observaba a Anne de manera fija—. Me golpearon y trataron de llevarme sólo que sin éxito.
—¿Y por qué no tienes ningún golpe? —. Anne se levantó y tomó con sus manos la cabeza de Samantha.
— No me hicieron nada—. Samantha observaba los iris verdes de Anne que a miraban de manera preocupada—. Fue un golpe leve, no te preocupes, estoy bien.
—Creo que tendrías que quitarte esa mala costumbre de querer ocultar todo lo que sientes, Sam—. Samantha miró hacia un lado, pero Anne movió la cabeza de Samantha para que la viera directamente—. Cuando algo te preocupe tienes que decirme.
—Yo—. Samantha comenzó a sollozar—. Espere seiscientos años para poder encontrarte y poder vivir lo que estoy sintiendo, esto es una mierda.
Samantha le dio un beso en la comisura de los labios a Anne y luego cayó arrodillada mientras apretaba su pecho con mucha intensidad y comenzar a escupir coágulos de sangre en el piso de la habitación.
—¿Qué ocurre? —. Anne comenzó a llorar observando a Samantha—. ¿Mi amor qué te está pasando?
—Creo que me envenenaron—. Samantha logró decir antes de toser con más intensidad—. Llévame con Margaret, ella sabrá que hacer, quédate con Jonathan en todo momento.
El cuerpo de Samantha comenzó a escupir sangre mientras estaba teniendo una convulsión, lo más rápido que Anne pudo pensar fue voltear la a un lado para evitar que se ahogara con los coágulos de sangre.
Alguien tocó la puerta con velocidad y Anne fue corriendo a abrir, era Tyler quien estaba más pálido de lo normal, al ver a Samantha Tyler, sintió que sus piernas le estaban fallando y se recargó en la pared.
— Stefan está igual—. Tyler se apuró en decir—. Los chicos están más histéricos que yo.
—Samantha me dijo que le llamara a Margaret.
—Tu hazlo y yo traeré con los chicos a Stefan.
Dicho esto, Tyler salió corriendo por las escaleras para dirigirse en donde estaba Stefan siendo observado por un grupo de cinco personas.
—Tenemos que llevarlo a la habitación de Anne—. Tyler se apuró en decir antes de que se le fuera el oxígeno para hablar—. Samantha está en las mismas condiciones que él.
—Ayúdenme a subirlo, y alguien tiene que quedarse cuidando a Jonathan—. Dan dijo.
— Yo me quedaré cuidando a Jonathan—. Sergey habló mientras se dirigía a la camioneta en donde estaba sentado Jonathan tranquilo.
La puerta de la camioneta estaba abierta, con el aire de la noche, Jonathan sentía el aire en su cara y lo disfrutaba, cuando su tranquilidad fue interrumpida por Sergey.
—Hola pequeño—. Sergey dio un respiro confirmándole a Jonathan que corrió—. ¿Cómo estás?
—¿Dónde están todos? —. Jonathan preguntó ignorando la pregunta de Sergey—. ¿No se supone que íbamos a irnos ahora?
—Surgió un inconveniente—. Sergey trató de explicarle a Jonathan de forma tranquila—. No podremos irnos esta noche.
—¿Qué ha pasado? —. Jonathan a pesar de su madurez preguntó por qué tenía un mal presentimiento.
—Creo que han envenenado a Samantha—. Sergey habló mientras miraba a Jonathan con lágrimas en los ojos—. Está en la habitación de Anne.
Jonathan salió del carro, cerró la puerta del automóvil para que no quedara abierta y luego salió corriendo como un desquiciado hasta la habitación de Anne seguido de Sergey que trataba de seguirle el paso al veloz Jonathan. Jonathan abrió la puerta y observó sangre en el piso mientras observaba a Samantha y a Stefan tirados en el suelo volteados a un lado, ambos cuerpos; inmóviles.
Los chicos al ver que Jonathan había entrado a la habitación de Anne, salieron los cuatro hermanos, junto con Joseph, adentro sólo estaba Ezequiel y Anne.
—¿Entonces en cuánto tiempo despertarán? —. Preguntó Anne con lágrimas en los ojos.