Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Cap. Quince

― Sé que sabes dónde está, Sam, por favor ― suplica Calendra frente al joven.

― Lo siento, no tengo idea de donde esta Evelyn, ¿No se supone que vive con ustedes? ― ladea la cabeza viéndose inocente.

― Sabes que ya no es así, todos se han enterado del chisme ― responde molesta.

― Me temo que no puedo serte de ayuda, no hay manera en que yo pueda saber algo, no nos hemos visto en mucho tiempo ― Miente sin ningún problema, si la chica quisiera verlos habría ido en su búsqueda, o al menos eso es lo que él piensa.

― Mierda ― masculla compungida observando a Aléh ― ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a encontrarla?

― ¿Encontrar a quién? ― Bram llega hasta ellos seguido de varios nobles, se encuentran en la Sede de Paz donde ambas especies debaten temas en común o treguas en diferentes zonas para quienes están en conflicto.

― No es de su incumbencia ― responde la vampiresa tajante, no confía en él, algo trae entre manos.

― Ten más respeto ― suelta amenazante.

― Bram, es mi hermana, tú ten respeto ― Ivoh aparece entre todos los seguidores para que el mencionado le dé una mirada reprobatoria.

― Creo que estaban hablando de tu ex prometida, parece que no pueden encontrarla ― menciona despreocupada ― Según mis fuentes la encontraron sin vida en las afueras de la ciudad, al parecer fue atacada salvajemente.

Calendra cubre su boca al dejar escapar un jadeo de sorpresa, Ivoh no cabe en sí de la conmoción y deja ver claramente lo devastado que lo deja semejante afirmación, ¿Sera posible? ¿Cómo? ¿Quién? Ella no puede estar muerta… ¿O sí? ¿Acaso se trata de eso por lo que sintió una presión en su pecho hace algunos días? ¿Acaso era el aviso de que la chica había dejado de existir?

― No puede ser ― suelta Aléh, no está del todo seguro de que sea verdad lo dicho por el ponzoñoso inmortal.

― ¡Esto es tú culpa! ― Calendra golpea a Ivoh haciendo que retroceda unos pasos debido al exceso de fuerza empleado. ― ¡¿Cómo pudiste?!

― Lendra, aquí no ― Draco aparece rápidamente deteniendo a su hermana y viendo seriamente a su hermano menor ― Vamos, tenemos que irnos.

― Cuanto alboroto, ¿De qué va esto? ― Kauris camina hacia ellos mientras la tensión aumenta.

― Parece que están de luto ― responde Bram.

Kauris observa a los presentes algo serio, pasea su vista entre los integrantes de la familia Coll notando la ausencia de la mestiza, abre los ojos con algo de asombro intuyendo que están hablando de ella pero no hace más que fruncir el ceño a continuación; demás está decir que nadie puede comprender lo que sucede, excepto Ivoh.

Draco clava su mirada en la joven que sigue de cerca al heredero de Erosh, Diana le sonríe con timidez mientras observa a su alrededor sabiendo que su hermano ha dejado el habla para otro momento porque sospecha algo importante; si alguien conoce a la perfección la manera en que piensa y actúa Kauris es ella y sabe que cuando él se llama al silencio es la mejor de las opciones para todos –aunque ellos no lo sepan-.

Calendra se suelta con brusquedad del agarre de su hermano marchándose furiosa fuera del antiquísimo edificio, Aléh la sigue de cerca casi como si fuese su peón pero no puede evitar preocuparse por el estado emocional de la joven –teniendo en cuenta que ha sufrido pérdidas importantes en el pasado y que ésta le ha afectado de igual manera-. Draco se debate entre seguir a Lendra o aprovechar el momento para acercarse a Diana –ya que su hermano y padre le han prohibido verla debido a que no es considerado digno de ella por su pasado y el de su nacimiento-, con gran culpabilidad observa a su hermana desaparecer para él dirigirse salas adentro en busca de la rubia que pone sus sentidos a volar de locura.

― Diana ― toma su mano deteniéndola y jalándola a los pasillos más desolados del lugar.

― ¿Qué ocurre? ― pregunta la joven temerosa de que su hermano pudiera verla.

― Necesito hablarte ― susurra acercándose a ella ― Necesito verte.

― ¿Por qué? ― pregunta viéndolo y apartando la mirada.

― Sabes porqué ― sonríe ― Sé que no puedo deshacerme de los comentarios desdeñosos hacia mí y las burlas que hay en el círculo de nobles por la forma en que fui concebido pero creo que esas cosas no definen a uno.

― También estoy convencida de eso ― enfoca sus ojos en el joven ― Pero mi padre y mi hermano te harían daño con tal de verte lejos de mí.

― Pero no podemos estar lejos del otro, lo sabes, sé que sientes lo mismo que yo, sé que puedes sentirme, que captas el mismo aroma que yo y que no hay forma de volver atrás Diana.




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