Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Cap. Veinte

Cuarto mes de embarazo.

 

― Creo que debes ver un especialista ― Victoria observa a la pelinegra ― Todo va muy bien pero nos serviría bastante saber en qué condiciones viene el pequeño.

― Se supone que estoy muerta ― voltea a verla ― No pueden verme. De todas maneras, está en buenas condiciones, yo lo sé.

― Me refería a las condiciones que pueda generarte a ti, siendo mestiza no puedo tener un precedente de un parto con el que guiarme ― responde la mujer preocupada.

― Tranquila, las cosas saldrán bien, el centro médico que hemos levantado aquí en la villa cuenta con lo necesario para el suceso; todos están contentos con ello ― sonríe sintiendo como el pequeño en su vientre se   mueve inquieto.

― ¿Algún nombre? ― La castaña se acerca a ella con una sonrisa, recuerda esos momentos con tanta claridad como si estuviesen sucediendo en esos instantes.

― Algunos en mente pero nada decidido ― sonríe ― Saldré un momento, necesito aire.

― ¿Aire o sangre? ― la castaña pregunta viendo entrar a su hijo a las corridas y como es costumbre derribar cual cosa se cruce con él. ― ¿Jeremía, es necesario que corras así?

― Quiero aprender a controlar mi velocidad ― responde levantando todo lo que ha arrojado al suelo.

― Todo llegará a su tiempo ― su madre acaricia su cabeza notando que ha aumentado de estatura. ― Parece que creces tan rápido como tu impetuosa necesidad de controlar tu velocidad.

― Seré como Sophie ― sonríe volteando a verla pero sorprendiéndose de no verla allí.

La pelinegra camina parsimoniosa, no puede querer llevar más prisa pues es dificultoso el caminar con el peso de su vientre. Lleva unos tres meses pero para ella es como si ya tuviera el doble, está consciente de que un embarazo en inmortales se da en la mitad de tiempo que uno humano pero su condición mestiza le hace dudar de cómo será realmente todo; se coloca la capucha negra sobre la cabeza, la capa es lo bastante suelta como para cubrirla en su totalidad, comenzando a caminar nuevamente llega a su nariz un peculiar aroma, uno que conoce a la perfección y temerosa de encontrarse con él cara a cara se esconde entre los pastizales nevados. Apoyado su espalda contra el árbol más cercano decide utilizar sus habilidades para controlar las sombras, si la práctica que ha tenido no le falla podría cubrir su cuerpo con ellas y así ocultar su esencia de Ivoh; y así lo hizo, guardo tanto silencio como pudo y rogó porque el pequeño en su interior no se moviera demasiado y le provocara incomodidades.

― ¿Dónde vas? ― Calendra sigue a su hermano seria.

― Creí… Haber sentido un aroma… ― susurra el inmortal llegando hasta donde se encontraba la pelinegra hace tan solo unos segundos.

― ¿Aroma? ¿De qué tipo? ¿Sangre? ― la vampiresa responde tosca, no presta atención a lo que dice el joven pues siente algo de resentimiento hacia él.

― Creí que era Evelyn ― suspira desganado.

― Solía pasarme cuando hacía poco perdí a Xavier, es como un reflejo, aún tienes su aroma impregnado en tu ser… Poco a poco desaparecerá y no volverá a torturarte. ― se encoge de hombros.

― Tal vez ― susurra cansado.

― Dime, ¿Por qué sigues a Bram como si fueras la mascota? ¿Qué te ha ocurrido? ¿Qué tiene ese imbécil que te provoca tanto…? No sé, ¿miedo? ― pregunta volteando a verlo.

Evelyn frunce el ceño escuchando la conversación, esta tan confundida y asombrada como Calendra pero no intenta moverse. Apenas el joven responde a su hermana la mestiza siente como su pequeño se mueve inquieto, frunce el ceño, ¿Reconoce quién es? Niega, debe alejarse del lugar antes de que pueda verse en aprietos.

― ¿Por qué tanto desdén hacia mí? ― Bram camina tranquilo hasta quedar frente a frente con los hermanos Coll. ― ¿Acaso piensas que estoy obligando a tu hermano a hacer cosas contra su voluntad? Si es así, te equivocas.

― A mí no me engañas, yo sé qué clase de asquerosa sabandija eres  ― responde retrocediendo unos pasos cautelosa, siente la necesidad de estar alerta en su presencia.

― Me hieren tus palabras, entre pura sangres debe haber camaradería, ¿No crees? Pero siento hostilidad de tu parte, me apena ― ladea la cabeza luciendo inocente.

La ojiverde puede verlos claramente, sus ojos se clavan en Ivoh quien luce serio, atento, atractivo como lo ha sido siempre; suspira lentamente, verlo provoca las intensas ganas de saltar sobre él y su garganta escuece atroz y demandante.

Se incorpora con cuidado, retrocediendo sin quitar los ojos de quiénes podrían hacerle daño si la vieran –por lo menos así lo siente ella- hasta que se ve aquejada por una fuerte punzada en su bajo vientre, ahoga un quejido acuclillándose y en cuanto siente una presencia detrás de ella voltea asustada para encontrarse con Sam y su forma animal en todo su esplendor; la muchacha modula con sus labios el nombre del joven intentando evitar que haga algún tipo de movimiento que los delate, entendiendo esto el lobo gris se acerca brindándole su cuerpo a modo de apoyo para que pueda ponerse de pie, sin embargo, el dolor no permite que Evelyn pueda caminar por lo que se ve en la obligación de sujetarse del todo del animal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.