Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Cap. Veintisiete

― ¡No puedes seguir provocado estas disputas entre vampiros! ― Calendra se pone de pie en su lugar, los miembros de las familias nobles se han reunido esperando poder razonar con Bram. ― No hay nada de malo en convivir.

― Solo intento tener una visión clara querida Coll, ¿No entiendes? Las mezclas, los híbridos, mestizos, como desees llamarlos son una plaga, una que nos contamina, que causa que no tengamos el control sobre nuestras sociedades ― suspira ― Nacen con habilidades que nunca hubiéramos pensado tendrían, son impredecibles, ¿Acaso no es suficiente ejemplo los mestizos Armes? Vaya que dieron problemas, sin mencionar que su padre los utilizaba como armas ― luce indignado más disfruta del momento, disfruta crear incertidumbre e inseguridades en quienes lo escuchan.

― Asesinarlos no pondrá fin a ello, son libres, están vivos y son parte de nuestra comunidad ― defiende Draco ― ¿Qué les ocurre a todos? ¿Por qué dejan de lado los principios que nuestros antecesores llevaban al pie de la letra? Igualdad, lealtad, convivencia, son esas cosas las que lograron que sobreviviéramos años en las sombras y las que nos permitieron llegar a donde estamos; si seguimos así, nos vamos a extinguir.

― Cuanto dramatismo, veo que Absalón les heredó todas esas cursilerías ― sonríe divertido.

― Mi padre era un inmortal excepcional, jamás llegarás a poder siquiera estar a la altura de sus pies ― masculla furioso Ivoh, no puede permitir que hablen así de aquel hombre que jamás se dio por vencido con él.

Bram desvía la mirada clavándola sobre el joven Coll quien de inmediato siente una fuerte punzada en el pecho y se ve obligado a retroceder unos pasos, Calendra es quien nota tal acción y se acerca a su hermano preocupada e intuyendo lo que ocurre en realidad.

― Creo que no he dejado en claro quién soy y que clase de respeto espero de todos ― anuncia molesto.

― Creo que eres tú él nos debe respeto a todos nosotros, ¿Qué crees? ¿Qué porque te consideras un gran vampiro debemos alabarte cual dios? ¿Qué tu apellido te hace mejor que nosotros? ¿Es eso? ― Draco se interpone entre sus hermanos y él completamente molesto.

― Ustedes tienen todos el mismo ego, carácter y falta de respeto que su padre tenía pero no van a amedrentarme, ¿Qué piensan? ¿Qué si se enfrentan a mí serán vencedores? ¿De veras? ― ríe ― Quiero ver que lo intenten, no los veo armando un ejército ni uniendo fuerzas entre familias; son todos unos cobardes que esperan que las cosas se solucionen de manera políticamente correcta.

El bullicio comienza, las inseguridades surgen entre los presentes, algunos temen por sus familias, otros quieren pelear y otros tantos desean seguir los pasos de Bram esperando poder obtener poder y beneficios a su lado; lamentablemente están tan dividas las opiniones y deseos que no son capaces de consolidar una buena sociedad contra él y francamente no tienen el poder necesario para acabarlo, solo una persona podría hacerle frente y saben a la perfección quien es pero, está muerta –teóricamente-.

Draco observa como el caos toma forma en los integrantes de la junta, suspira sabiendo que nada podrá cambiarse, al menos no ahora; sus ojos se clavan al otro extremo de la enorme sala viendo como Diana también lo observa con anhelo, desde la noche en que Erosh lo descubrió intentando huir no han vuelto a tener contacto de ningún tipo y eso los está matando a ambos, lentamente.

― Tienes que ir con ella ― Calendra lo toma del brazo con cariño.

― No puedo, su padre me ve como la escoria que soy, no soy digno de ella ― suspira molesto y agobiado.

― No eres una escoria, tienes más valor que todos los que están presentes aquí ― le sonríe ― Piénsalo bien, arriésgate y llévatela lejos; huyan, solo así estarán juntos.

Observa a su hermana marcharse tomando la mano de Aléh, sonríe sabiendo que esos dos se han dado una segunda oportunidad para ser felices luego de haber perdido trágicamente  a sus compañeros; desvía la mirada viendo a Ivoh salir seguido de Bram, sabe que está sufriendo, que se culpa por lo que ha pasado pero se niega  a intentar cambiar las cosas con la absurda excusa de que no puede hacer nada al respecto; entonces el entendimiento llega  a su mente, por primera vez sabe lo que realmente quiere y lo que está dispuesto a hacer para conseguirlo. Si no puede estar con Diana, no hace falta seguir viviendo, no así.

Se escabulle entre la gente, camina ligero hasta estar cerca de Erosh y sus hijos quienes esperan por el vehículo para emprender el regreso a casa.

― Quiero que esta noche sea perfecta, necesitamos congraciarnos con Drakkar y por ello hemos sido invitados a una importante cena que se llevará a cabo en su mansión ― habla el hombre sin saber que es escuchado.

― ¿Puedo quedarme e casa? Realmente no tengo interés en la política como ustedes ― la joven ni siquiera voltea a ver al vampiro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.