Cap. Veintiocho

Travis camina decidido rumbo a la mansión de los Coll, lleva más de una semana en alerta buscando a Samuel pero no ha dado con él y no parece haber pista alguna que  lo lleve al paradero de su hijo. Ha comenzado a preocuparse, su hermano no es de ayuda tampoco ya que los recuerdos que posee son claramente falsos y está más que seguro que la fuente de ese engaño es Draco.

Si bien Sam y él han tenido siempre sus discusiones y desacuerdos por no querer el joven tener las responsabilidades que su hermano heredó –debido a que deseaba seguir su propio camino, incluso hasta se alejó de sus pares esperando encontrar nuevas aventuras- es por quien se ha preocupado incansablemente desde el momento en que nació; Sam demostró desde el primer día que no sería el típico hombre lobo, no seguía un líder, no parecía necesitar de la jauría cuando tomaba forma animal, prefería vagar solo por allí y no dudó en entablar amistad con Evelyn desde el primer segundo en que se vieron. Definitivamente Samuel tenía preparado algo más que solo disputar el puesto de alfa en su familia y Travis sabía que la llegada de la pelinegra a la vida de su hijo menor causaría problemas de toda índole, es por ello que sospecha que algo ha sucedido y que ella está involucrada –aunque los rumores sean de su inminente muerte- y solo los Coll podrán disipar esas dudas.

― Bienvenido Travis, que sorpresa que estés aquí ― Calendra deja paso libre para que el hombre ingrese en la mansión.

― Pensé que ya no vivías aquí ― la observa elevando una ceja.

― He venido por cuestiones familiares ― responde viendo a Aléh.

― Yo también, estoy aquí porque hay algo que necesito saber y es de vital importancia que Draco me atienda ― el hombre luce desesperado y la vampiresa lo nota de inmediato.

― ¿Qué ha sucedido Travis? ― Ivoh entra en la sala de estar seguido de los sirvientes de su hermana.

― Sam ha desaparecido completamente hace tiempo ya, no hay rastros de él y no tengo forma de hallarlo; como si la tierra se lo hubiera tragado ― comienza el hombre ― Jackson tiene recuerdos de haberlo visto pero no son reales, lo sé y tu hermano está involucrado. Es el único que puede hacer ese tipo de engaños.

― Tal vez, pero, ¿Por qué Draco borraría su mente? ¿Qué crees que mi hermano oculta? ― pregunta Ivoh sin poder llegar a imaginar lo que sucede.

― No lo sé, por ello estoy aquí porque estoy seguro de que saben algo ya que su hermano está involucrado ― Travis objeta molesto ― No me voy a ir hasta que me digan algo.

― Lamentablemente tampoco sabemos del paradero de Draco, ha desaparecido también ― suspira Calendra preocupada.

― ¿Qué? ― Jackson habla por primera vez desde que llegaron ― ¿Cómo que ha desaparecido? ¿Por qué?

― No lo sabemos, hace un par de noches que se fué y no ha vuelto, no ha dejado mensajes ni nada por el estilo ― explica la castaña algo exasperada por tantas preguntas.

― ¿Podría ser que Bram esté involucrado en sus desapariciones? ― Travis observa a Ivoh sabiendo que este se ha convertido en una especie de discípulo del cruel inmortal nombrado.

― No estoy al tanto de nada, hasta donde sé no se ha cometido ninguna injuria contra nadie y mucho menos hacer desaparecer a una persona ― se encoge de hombros.

― Bueno, tal vez no ahora pero él fue quien asesinó a Evelyn ― Jackson suelta de golpe haciendo que los ojos de cierto vampiro se abran de par en par ― Vamos, ¿No lo has pensado? Cuando llegamos a la escena que Drakkar había relatado a todos pudimos notar el olor a sangre Paria pero era dulce, según lo que comentó mi hermano era ella la única que tenía esa peculiaridad, ¿No?

Ivoh retrocede unos pasos, ¿Podría ser que luego de haber estado con él Bram hubiera ido por Evelyn y en un fallido intento por hablar con ella terminaron enfrascados en una pelea que la pelinegra perdió? ¿Acaso era así? ¿Por qué? ¿Qué caso había tenido obligarlo a deshacerse de ella si iba a matarla tarde o temprano?

Aprieta los dientes, sus ojos se encienden a mas no poder mientras la ira se apodera de su sistema irremediablemente, a paso iracundo pasa por el lado de los lobos y se encamina a la salida; apenas pone un pie fuera de la mansión –la cual luce desgastada y solitaria- se encuentra con Bram subiendo las escalinatas seguido de sus sirvientes –los cuales mantienen el rostro hacia abajo sin poder ver nada a su alrededor a menos que su amo lo ordene-.

― ¡Tú! ― grita lazándose sobre él, tomándolo por sorpresa pudiendo asi asestarle un fuerte golpe en la mandíbula enviándolo metros hacia atrás por el aire. ― ¡Maldito engendro! ¡¿Por qué?! ¡¿Si ibas a matarla por qué hacer todo lo demás?! ― rápidamente lo toma por la nuca estrellando su rostro en el suelo provocando que la nieve acumulada salga despedida hacia todos lados.