Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Cap. Cuarenta y Tres

Ivoh observa a Sam hablar con su padre, evidentemente las cosas entre ellos están algo tensas y el muchacho parece no querer responder las preguntas que su padre le hace de manera insistente; para el inmortal la curiosidad aflora rápidamente, ¿Qué oculta el chico? ¿Por qué su padre se ve tan desconforme con él? Pero más importante y lo que ha estado molestándolo desde hace unos días, ¿Por qué seguía a Evelyn tan fielmente? ¿No que eran enemigos naturales? –Aunque no fuera del todo así y al él le constaba con Jackson-.

― ¿Se te ofrece algo? ― Sam lo sobresalta, se dejó llevar por sus pensamientos.

― Tengo algunas preguntas ― responde viéndolo serio.

― No pienso decirte nada sobre la villa ― responde secamente.

― No necesito preguntarte esas cosas, Evelyn me las diría sin ningún problema ― responde tranquilo.

― Eso no es verdad, no te ha dicho nada ― lo observa.

― ¿A qué viene ese comentario? ― Pregunta elevando una ceja, lo sintió extraño.

― ¿Qué quieres? Debo regresar. ― Rueda los ojos comenzando a caminar.

― ¿Por qué la sigues? ¿Por qué no has dicho nada en contra de lo que hace? ― suelta sin más las preguntas.

― Porque creo en ella y en lo que está haciendo, porque me importa y porque no hay ninguna razón que me lleve a estar en su contra ― voltea enfrentándolo. ― ¿Algo más?

― La primera vez que tú y yo volvimos a vernos al regreso de Ev, me gruñiste, ¿Qué fue lo que dijiste? ― ladea la cabeza ― Perdona pero no entiendo perro.

― Tus hijos me entienden a la perfección ― sonríe.

― No me digas ― responde serio, no le ha hecho gracia el comentario pero se lo buscó.

― Te dije que te alejaras de ella ― da media vuelta y retoma su andar.

― ¿Qué?  ― chasquea la lengua ― ¿Con que derecho te crees para decirme eso?

― Tengo todo el derecho ― lo enfrenta quedando ambos a cortos pasos de distancia ― Yo me fui con ella, dejé toda mi familia, mi jauría, todo lo que yo era por ella y no me arrepiento, ¿Sabes? Fui yo quien estuvo a su lado cuando el embarazo se llevaba a cabo, yo estuve preocupado cuando dio a luz, yo fui lo primero que vieron esos niños después de su madre y los amo como si fueran míos, tengo todo el derecho de querer lo mejor para ella. La he cuidado desde el momento en que tú se la dejaste a Bram para que la asesinara en ese maldito bosque cercano a tu mansión.

― No me jodas, ¿Te imprimaste? ― farfulla.

― ¿Y que si así fue? ― responde.

― ¿Te imprimaste de mi mujer? ― eleva una ceja sin poder creerlo.

― No es tuya, ni mía ni de nadie, es de ella misma. ― responde suspirando ― La amo, va más allá de si me imprimé o no, o de cuando sucedió realmente; no voy a dejar que sigas haciéndole daño, ni siquiera puedes estar cerca de ellos por miedo a que Drakkar los encuentre.  ― Rasca su nuca ― Mira, no tenía intenciones de decirte nada de esto pero se dio y creo que ha sido lo mejor.

― ¿Ella lo sabe? ― pregunta en un tono de voz bajo.

― Sí, lo sabe ― se encoge de hombros ― Tuve que decirlo, no podía quedarme callado y cuando le di mi sangre fue el mejor momento para explicar o de lo contrario hubiera creído que estaba siendo obligado o algo así, ya la conoces.

― Espera, ¿Bebe de ti? ¿Pero qué…? ― niega molesto.

― No es algo especial pero la mantiene en pie al menos ― rueda los ojos ― Me tengo que ir.

Samuel emprende la caminata sin voltear a ver, dejando a un vampiro lleno de sentimientos encontrados, dolor, celos, confusión, molestia y miedo son algunos de los que llenan su cuerpo en esos momentos y se incrementan al saber que no recibió una respuesta favorable la última vez que vió a la mestiza, pensar que tal vez la chica haya encontrado algo de cariño en el lobo le revuelve el estómago pero no sería algo erróneo teniendo en cuenta las palabras de Sam después de todo él hizo lo que Ivoh no, si Evelyn tiene sentimientos por el lobo se los habría ganado limpiamente.

Lejos de ellos y lleno de ira Bram camina de un lado a otro encerrado en lo que solía ser el despacho de Absalón, su vista ha disminuido considerablemente, no se siente débil pero ha notado la baja considerable de energía y algunas de sus habilidades le causan estragos a su cuerpo si intenta usarlas; el espejo frente a él muestra como el veneno que Evelyn introdujo en su sistema viaja por su anatomía a gusto y placer tornando sus venas negruzcas, se pregunta cómo es que la mestiza pudo darle semejante dosis de veneno si ella no lo produce, ¿Dónde lo guardaba? ¿Cómo logró llevarlo hasta su propia boca para luego envenenarlo? ¡Era más astuta de lo que recordaba! Pero eso solo avivaba su interés por ella, quizás fuera una obsesión o el gusto de tener un juguete con el cual divertirse a mansalva, vaya uno a saber qué era lo que impulsaba al inmortal pero una cosa era cierta; iba a destruirla lentamente, atacaría el punto más fuerte y a la vez débil hasta terminar con lo que le daba fuerza a su causa, así es, Bram acabaría con Sophie Armes y su legado de una vez por todas y esta vez Armes no podría intervenir como lo hizo antaño –de haber sabido que los mellizos engendros de su viejo rival serían un gran problema en el futuro los hubiera asesinado en aquella oportunidad cuando aun siendo niños caminaban por la calle volviendo de sus clases estatales-. 




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