Cap. Cincuenta y Cinco

Samuel observa la lápida de la tumba de su hermano, tras velarlo y ver a su familia llorar desconsoladamente a Jackson no tuvo más remedio que aceptar ser el nuevo líder de la manada –aunque a él no le agradara mucho la idea-; suspira, cierra los ojos emprendiendo el camino de regreso a su hogar pensando sin parar en Evelyn y los suyos, en lo que le dijo antes de separarse de ella y masculla por lo bajo.

El aire helado sopla con fuerza, parece estar aproximándose una tormenta pero mucho no le interesa, observa a varios de los jóvenes lobos recién ingresados a la jauría cuchichear y reunirse unos metros delante de él; eleva una ceja y se acerca con rapidez esperando poder saber cuál es el motivo del alboroto.

― Dicen que la Villa de los Parias ha sido destruida por ese tal Bram, parece que no pudieron hacer nada contra él ― comenta uno de los más jóvenes.

― Caray, ese tipo debe ser una máquina ― responde otro negando.

― ¿Qué has dicho? ¿Cómo sabes todo eso? ― pregunta de pronto Sam y el grupo le rinde una especie de asentimiento de cabeza sabiendo cual es el nuevo estatus del chico –aunque lo consideren un cobarde y traidor por haber desaparecido tanto tiempo de la jauría siguiendo a Evelyn-.

― Es el comentario en todos lados, los vampiros y los humanos sirvientes están hablando de ello sin parar ― responde una jovencita ― Parece que no quedó mucho del lugar.

― Eve… ― susurra para sí desviando la mirada mientras gira sobre su eje dispuesto a salir camino a la villa cuanto antes.

― ¿Irás? ― pregunta un chico ― No puedes dejarnos, no de nuevo, necesitamos que alguien nos guíe y lo sabes.

― Nunca he sido bueno para formar parte de un rebaño ― responde serio.

― Pero Jackson confiaba en ti, decía que podías hacer lo que te propusieras ― agrega Travis desde uno de los extremos.

Samuel observa a su padre, la presión es muy grande pero sabe que es lo que debe hacer, siempre ha sido conocido por hacer lo que su instinto dicta y esta vez no será la excepción.

Bram camina por la ciudadela seguido de todo su séquito –el cual se encuentra en pésimas condiciones y cubiertos de sangre-, todos los presentes los observan intrigados, los murmullos no se hacen esperar y en cuanto pisan suelo del Consejo los guardias de la entrada les hacen frente; Drakkar sonríe, sigue su curso sin importarle nada mientras los miembros más importantes del lugar salen del edificio atraídos por el aroma y el barullo de los transeúntes.

― ¿Qué es esto? ¿Qué has hecho Bram Drakkar? ― Uno de los más antiquísimos vampiros lo encara mientras baja las escaleras.

― He venido a comunicar que al fin he hecho lo que tantos han deseado y no han tenido el valor de concretar ― comienza mientras sube las ultimas escalinatas ― Quiero contarles cómo es que he destruido su tan “imposible” de descubrir Villa Paria.

― ¡¿Qué?! ― Kauris abre los ojos impresionado mientras que Erosh frunce el ceño.

― Como lo escuchan, no fue muy difícil rastrear su cueva inmunda y el resto fue solo mera rutina ― se encoge de hombros con una sonrisa ― Les devolví el favor ― Su sonrisa desaparece recordando como todo su clan desapareció de la noche a la mañana a manos de Armes. ― Por lo que he venido a reclamar y tomar el Consejo como de mi propiedad, yo impartiré las reglas ahora.

Evelyn sana las heridas de cuantos puede, su habilidad se desprende de su cuerpo con gran dificultad pues el cansancio está presente en ella pero no quiere detenerse, porque no deseaba dejar pasar el momento, porque Bram no iba a ganarle; nunca más.

― Creo que ya está ― asiente Salvatore moviendo su brazo con una sonrisa.

― Supongo que sí, es lo menos que puedo hacer ― responde cabizbaja.

― Deja de culparte, tú no viste lo que yo. Todos unidos luchando por una vez en miles de años una buena causa, nosotros mismos ― susurra suspirando ― No te preocupes, nadie te culpa y no estamos en tu contra, hoy más que nunca queremos pelear a tu lado.

― Tenemos compañía ― Lyon aparece en la sala y su hermana lo sigue rápidamente.

En la entrada de la Villa Sam y los suyos se reúnen, los enormes animales olfatean el entorno notando la presencia de la comunidad atacada, Evelyn es la única que se acerca a ellos y observa a su líder esperando alguna reacción; el lobo camina algunos pasos hasta quedar frente a ella, su hocico toca el brazo derecho de la joven y esta le sonríe.

― Es bueno verte Sam ― suspira ― Supongo que ya sabes lo que pasó.

― Por eso estamos aquí ― asiente una vez su forma humana se ha abierto paso ― Soy el nuevo líder de la jauría, hemos venido a brindarte apoyo, nosotros vamos a pelear a tu lado Ev.