Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Cap. Sesenta y Dos

Bram golpea en el rostro de Ivoh con un puñetazo enviándolo lejos, el mismo pura sangre está marcado por los golpes que su adversario le ha propinado pero parece tener aún más energía para seguir en pie, sonríe de lado cuando Evelyn se interpone en su camino haciéndole frente; los puños de la mestiza se tornan aún más blancos por la fuerza que esta le imprime y las sombras que suele controlar la muchacha aparecen en escena para apoderarse de los pies del inmortal hundiéndolo en el suelo, como si de arenas movedizas se tratara.

― ¿Qué crees que hará esto? ― masculla el hombre sonriéndole. ― Te falta mucho querida.

― Ni siquiera estoy calentando ― responde ella.

La pelinegra salta por el aire dando un giro para asestarle una fuerte patada en el cráneo, seguido de ello Ivoh lo golpea de un puñetazo para lanzarlo lejos mientras sus brazos se encienden en llamas y su aliento cae varios grados bajo cero incendiando los alrededores de Bram; Ev deja salir sus garras y colmillos para correr hasta el vampiro caído y someterlo con fuerza.

― ¿Dónde está mi hija? ¡Dímelo! ― farfulla.

― Morirás sin saberlo ― le responde con sorna.

― No amigo, tú lo harás ― agrega Ivoh a unos pasos de distancia.

Drakkar despliega poder de su cuerpo envinando a la pareja lejos hasta dar contra lo poco que quedaba del edificio para que los sepulten los escombros, poniéndose de pie con una sonrisa y haciendo tronar su cuello emprende el acercamiento a las ruinas; con el dorso de su mano derecha quita rastro de sangre que caen por su labio mientras se relame los mismo –donde aun yacen rastro de la sangre de la líder Paria-.

― Para ser una escoria tienes la sangre más dulce y apetitosa que he probado, si pudiera te hincaría el diente de nuevo  ― suelta entre sonrisas.

Vladimir entra en acción lanzándole proyectiles de fuego, el pura sangre los evade con facilidad para encontrarse cara a cara con el niño quien con solo pestañear provoca que la superficie que sostiene al vampiro comience a moverse con brusquedad y desestabilizarlo; por su parte Bram toma la oportunidad de atacarlo manipulando algunos escombros más sin embargo comienzan a deshacerse en el acto y no solo ellos, todos los que se encuentran cerca, el suelo, hasta el atuendo de Drakkar parece desvanecerse bajo la azulosa mirada del niño –cuyos ojos se han encendido al usar el mismo poder que su padre y Absalón, aunque tenga este don más desarrollado y de mayor alcance-.

― No me imagino cuan poderosa debe ser tu hermana si tú eres capaz de tanto a tan corta edad, mestizo, te creería más cobarde. ― masculla con una sonrisa cruel y desquiciada.

― Si estuviera aquí, ambos te patearíamos el trasero idiota ― le responde. ― Solo eres un mediocre más que pisa el mundo, ni siquiera puedas pelear contra mi madre sin tus secuaces, ¿Quién es el cobarde?

― ¡Te voy a enseñar a no ser tan atrevido! ― grita con furia y en dos segundos esta frente al infante para golpearlo duramente y lanzarlo al suelo.

― ¡Aléjate de mi hermano! ― la voz de Gaia hace voltear a Bram, este se ve confundido y asombrado de verla en el lugar pero su sorpresa es aún mayor cuando varios sujetos encapuchados respaldan a la pequeña.

― ¿Qué es esto? ― susurra incrédulo.

― ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo idiota? ― farfulla Vlad jadeando al ponerse de pie.

― Déjame ponerte claro el panorama ― Evelyn golpea algunos escombros abriéndose camino mientras su hijo corre hasta ella aferrándose a una de sus piernas con actitud inocente –aunque sabemos que no hay tal cosa en él, al menos no en esos momentos-. ― Te voy a presentar al Consejo Superior de Orión, los vampiros más antiguos, poderosos y de linajes tan extensos que tardarías años en aprender sobre ellos.

― Y hemos acudido aquí para terminar con tus crímenes Bram Drakkar ― comenta Haspped quitando su capucha con lentitud.

― ¿Crímenes? ¿Quiénes son ustedes para juzgar que crímenes son o no castigables? ― Pregunta ― No los vi presentes cuando masacraron a toda mi familia.

― Tu familia obtuvo lo que merecía, llevaban años exterminando razas, especies, familias y todo por poder y creencias de pureza que se dejaron atrás hace muchos milenios ― la mujer de rubios cabellos camina mostrando su rostro ― Yo conocí a tus padres, puedo decir que te criaron odiando el mundo y esto que haces es un claro ejemplo; si tan solo hubieras visto el mundo tal cual es, quizás, solo quizás podrías haber sido distinto. Pero llegamos tarde, no pudimos evitarles la tragedia y básicamente no merecían ser salvados, no había nada que salvar de ellos… El que tú estés aquí solo muestra que no hicimos un buen trabajo manteniendo el equilibrio de la vida sobrenatural.




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