Cap. Sesenta y Tres

La energía se concentra alrededor de Drakkar, está más que decidido a terminar la situación y no planea ser vencido ni mucho menos aprendido por lo que con rapidez azota el aire con su mano para que la energía golpee a los presentes; la mujer de largos cabellos dorados toma a Gaia con agilidad protegiéndola del golpe, Vlad es resguardado por Samuel mientras que Evelyn le hace frente y con solo extender su mano absorbe el golpe para ver al pura sangre con seriedad.

― Sigues sorprendiéndome ― farfulla Bram.

― Voy a darte tantas sorpresas que terminarás alabando a los míos, porque Bram, soy superior a ti ― sonríe.

― ¿Quién crees que eres? Una simple e impura mestiza ― escupe.

― Impura, sí, es cierto; mis padres, un Paria y un humano, me alimenté de Ivoh, de Absalón quien era un pura sangre y de mi padre y hermano; ¿Quién crees que tiene tanto poder como tú sin ser “perfecta”? ― pregunta acercándose.

― No es lo mismo, no puedes querer compararte conmigo ― ríe.

― No me comparo, soy mejor que tú, en todo sentido ― se encoge de hombros.

El pura sangre frunce el ceño iracundo por semejante atrevimiento y ofensa, con rapidez acorta la distancia esperando asestarle un duro golpe a la fémina cuando es ivo0h quien o intercepta para bloquear e golpe y darle un fuerte puñetazo enviándolo lejos; los miembros del Supremo Conejo de Orión observan atentos, listos para intervenir de ser necesario y es que a presencia de tales vampiros se da solamente cuando el equilibrio de la vida inmortal se ve afectado, cuando las especies no saben convivir entre ellas aun cuando las rencillas están presentes desde tiempos inmemorables pero nunca poniendo en peligro a continuidad de las especies.

Ivoh bloquea los ataques cuerpo a cuerpo proveniente de su adversario quien fervientemente intenta asesinarlo con ahínco, Evelyn entra en acción saltando por detrás de su compañero para que sus largas garras rasguen el rostro del pura sangre sacándole un quejido y haciéndolo retroceder, nuevamente Ivoh lo ataca golpeándolo.

Samuel y sus lobos no se quedan atrás, en esta batalla deben pelear todos si lo que desean es que Bram deje de pisar esta tierra. La jauría rodea al vampiro atacándolo de manera metódica y sistemática, justo como Jackson los había entrenado antes de desaparecer, justo como Sam les hizo practicar sin papar hora tras hora, día tras día, semana tras semana con un solo propósito.

― ¡¿Creen que siquiera pueden ganarme?! ― farfulla algo cansado el pura sangre, su cuerpo pelea interiormente con el veneno de Milo que parece no dejarlo en paz.

― ¡Ríndete Bram! ― grita Evelyn girando en el aire y asestándole una patada justo en la quijada.

Ivoh enciende sus ojos violáceos para que todo lo que sostiene al vampiro se desintegre con velocidad y antes de que este pueda siquiera reaccionar los lobos logran aprisionar sus extremidades superiores con sus mandíbulas sacándole un alarido, el heredero Coll lo ve sin siquiera inmutarse, sin sentir un ápice de nada puesto que ese hombre le causó tantos males como le fue posible y no puede tenerle compasión o misericordia, no después de lo que su madre sufrió por su egoísmo… De un solo golpe veloz y certero la mano de Ivoh atraviesa el torso de Drakkar sorprendiéndolo sin dudas.

Bram escupe sangre mientras cae de rodillas al suelo, los lobos mantienen la distancia mientras que Draco y Calendra observan todo asombrados, Vladimir frunce el ceño desconfiando de la situación mientras que su hermana casi al borde de un colapso nervioso corre escapando de la supervisión adulta para acercarse al pura sangre.

― ¡Gaia! ― Su mellizo abre los ojos preocupado.

― No pelees ― pide la niña tocando su rostro. ― Ya no, morirás.

― Es el único destino que me queda pequeña Gaia ― contiene el aliento, incluso para él es difícil regenerar semejante herida con el veneno en sus venas, pero allí está, su cuerpo sigue luchando.

― ¡Gaia, aléjate de él! ― Evelyn se adelanta unos pasos preocupada.

La niña voltea a ver a su madre rogando con la mirada que detenga todo esto pero en ese preciso instante de descuido Bram aprovecha para tomar por el cuello a la infanta y amenazar su vida esperando poder conseguir tiempo para escapar en un acto meramente cobarde y desesperado.

― Suéltala ― Ivoh muestra sus colmillos iracundo, de haber podido atacarlo antes la niña estaría a salvo pero usar sus habilidades estando su hija en el medio era demasiado peligroso.

― No des un paso más Joseph ― ríe mostrándose aún invencible ― O terminarás sepultándola.

Ev se adelanta unos pasos tomando por el hombro a su hijo y empujándolo hacia Calendra y Draco quienes lo sacan de la escena rápidamente, gracias a la habilidad del muchacho Coll han podido saber cuáles son las intenciones de la mestiza. La pelinegra observa a Sam y este con cautela retrocede sin quitarle los ojos de encima a su adversario, sus lobos lo siguen al pie de la letra sabiendo que no tienen otra opción más que confiar en el recién ascendido nuevo alfa.