Evelyn |libro 2 Saga Inmortal|

Epílogo

Puedo decir con certeza que la vida cambió rotundamente desde aquel día en que Bram Drakkar desapareció de nuestras vidas, el Supremo Consejo de Orión no volvió a hacerse presente pero constantemente veo a sus discípulos cerca, sé que nos observan, nos custodian y no los culpo, lo que Evelyn logró hacer con su cuerpo aquel día realmente nos dejó consternados a todos.

Las preguntas surgen con frecuencia, ¿Qué más puede hacer ella? ¿Qué más pueden hacer mis hijos y a qué escala?

No lo sé, sinceramente, ¿Tengo miedo? Claro, pero no de ellos sino de lo que el mundo crea que son ya que es más que obvio que nunca creen cosas buenas, sin embargo, estoy dispuesto a volver a luchar con tal de verlos felices y a mi lado. Nunca más me volveré a separar de ellos, jamás.

― Sigues en las nubes Coll ― mi esposa me besa en la mejilla mientras lleva una canasta de panecillos hacia el jardín.

Sí, como dije, mi esposa. Evelyn y yo finalmente nos casamos, fue una ceremonia pequeña pero nunca me sentí más vivo y completo como cuando me dijo que sí frente a todos, que maravillosa sensación… Al fin ambos estábamos completos, nuestros vínculos eran inquebrantables y nunca más podrían ser rotos de nuevo, solo la muerte nos puede separar ahora y planeo vivir junto a ella eternamente.

― Aléh, deja de comerte todo ― rueda los ojos mi hermana mientras río.

Calendra y Aléh llevan las cosas con calma, formalizaron su relación y la marca en el cuello de cada uno demuestra lo mucho que se aman y que la relación que tiene la llevan muy en serio, más sin embargo están muy lejos de contraer nupcias puesto que después de tanto tiempo y con sus historias de amor no es fácil volver a intentar tener lo que una vez tuvieron.

― Parece que ya te dicen que hacer ― se burla Draco.

― No tiene nada de malo con que escuche a su mujer ― Diana rueda los ojos, divertida.

Diana y Draco discuten entre risas, esos dos van de mejor a excelente y pronto tendremos una boda –sí, mi hermano le ha pedido matrimonio y ella aceptó mientras las demás mujeres de nuestra singular familia gritaban como locas-.

Finalmente decidimos que nuestra mansión no era suficientemente grande para todos nosotros, nos fuimos lejos de allí y nos asentamos felizmente recibidos en la hermosa Villa Paria. Gracias al trabajo de tofos, e incansable esfuerzo de Evelyn y Lyon y la aceptación de la misma por parte de los demás vampiros se ha convertido en una ciudad completamente moderna pero aun alejada de las demás familias vampíricas; parece que queremos ser exclusivos pero la realidad es, que así estamos seguros, tranquilos y felices…

¿Quién hubiera imaginado que serían tan iguales a mí?

Queda mucho trabajo por hacer, hay cosas que debemos mejorar y puesto de vamos a ocupar, incógnitas que nos llenan de incertidumbre como esa mujer, Erina Drakkar… ¿Quién es? ¿Por qué ocultar su nombre? ¿Por qué dejó que Bram fuera destruido? ¿Son familia, parientes quizás? No lo sabemos y no hemos vuelto a verla como para poder interrogarla al respecto…

Constantemente visitamos a Milo en el cementerio, su tumba siempre está adornada con flores y no hay vez que su hermana no lo llore como el primer día…

Gaia habla de Bram a veces, parece que logró entenderlo o encariñarse con él cuando estuvo bajo su poder pero no sabemos hasta donde llegó a conocerlo… tampoco quiere hablar de ello y su madre lo respeta aunque a mí me preocupa un poco; suelo pensar en las palabras de ese infeliz, en que él pudiera ser su compañero…

― Samuel está llegando ― Vladimir se acerca a nosotros seguido de su hermana.

Verlos siempre me provoca felicidad, han crecido mucho, aparentan ya tener unos catorce o quince años de edad humana y los cambios en sus anatomías comienzan a hacerse presentes al igual que en sus comportamientos.

― ¡Sam! ― Gaia corre hasta él en cuanto este aparece en su campo de visión.

― Pensé que se quedaría con sus perros ― farfulla Vlad viéndolos.

― ¿Celoso? ― Devin lo ve divertido.

― Cállate, es mi hermana ― rueda los ojos.

― ¿Y eso qué? ― Jeremía se le une.

Ellos han formado una linda amistad y tal parece que Vladimir si siente celos de Samuel aunque se esfuerza en ocultarlos, no sé bien cuál es el destino de mis mellizos pero estoy seguro de que serán capaces de afrontarlo sin ningún problema, estoy orgulloso de ellos.

Ev recibe a Sam con un beso en la mejilla, no puedo evitar verlo de mala manera cuando sus ojos brillan por este acto y es que saberlo imprimado de mi mujer aun me cuesta y francamente es lo más extraño que podía pasarnos pero, ¿Por qué no? Somos una familia extraña, llena de peculiaridades y si esto no es normal para nosotros entonces nada lo es…




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