Fairbanks-Alaska. 1999
La tormenta no cesaba en el pueblo remoto de Alaska, IceLand[1] dicho pueblo no aparecía en los mapas, y nadie literalmente normal sabía de su existencia, para la familia real esto era de mucha importancia, les convenía que no supieran. Los soberanos y los reyes eran los que mandaban en este hermoso pero recóndito pueblo, al igual que los demás reinos, la familia Frost reinaba el pueblo, eran felices, vivían felices, para el rey Noel la vida en el pueblo era de calidad, su esposa Destiny era lo mejor que le había pasado en la vida, juntos hacían del pueblo un gran hogar. Noel no vio venir tanta felicidad cuando el médico personal de la familia les dio la gran noticia de que esperaban a un bebé, Destiny se encontraba por los 3 meses de embarazo, ella no podía explicar cuan feliz la hacía tener un hijo del hombre que amaba.
El Rey empezó la compra para este precioso bebé que iba a llegar a sus vidas, ordenó al mejor carpintero del reino construir una cuna y a las mejores costureras confeccionar la ropita. Cuando los reyes dieron la noticia, el pueblo entero se regocijó de alegría, muchos infiltrados en el otro mundo le llevaron presentes al rey y la reina los cuales recibieron gustosos y felices.
Destiny se encontraba de 26 semanas y su vientre crecía, al igual que su amor por su bebé, Noel se encontraba tan feliz y tan enamorado de su esposa que la consentía en todo lo que quería, ambos estaban cada vez más ansiosos y nerviosos mientras se acercaba la fecha. Cuando ya su reina tenía 39 semanas el nacimiento llegó, trayendo consigo una gran sorpresa, no era solo un bebé, sino dos. Dos hermosos gemelos con cabellera grisácea al igual que su padre, tez tan blanca como la porcelana, al igual que su madre y unos ojos tan grises como una tormenta, el primer llanto lo dio una hermosa niña que hizo que la piel de Noel se erizara, él no se imaginaba que su esposa continuaría en labor de parto, hasta que nació un hermoso niño, ambos sanos y fuertes, la niña tuvo por nombre Everest, sí como la montaña, y el varón North.
El rey impresionado mando a la costurera a diseñar más atuendos para sus hermosos mellizos, ambos bebés recibieron un regalo de sus abuelos, un hermoso collar con una media luna de dije para Everest y un sol para North. Destiny logró recuperarse tan bien como imagino Noel, su esposa era muy fuerte.
Lo que no se imaginaron Noel y Destiny, fue que un enemigo nuevo apareciera, los desterrados como hacían llamarse invadieron el reino a solo un 30 días de nacidos los mellizos, destruyendo gran parte del pueblo en búsqueda de algo, y eso eran los bebés.
Noel y Destiny tenían que tomar una decisión que los heriría a ambos pero era algo que debían hacer por el bien de sus hijos, Noel tomó a sus hijos y se los llevó del reino, con ayuda de algunos infiltrados pudo salir del pueblo hacia otra ciudad, ahora él se encontraba en Sourthern Pines, Carolina del norte.
Noel se consiguió con una mujer al parecer de su misma edad, y la siguió hasta dar con su casa, los infiltrados residentes en aquella ciudad supieron de su escapada y decidieron ayudar al pobre padre primerizo con la tarea, investigaron a la familia que de aquella mujer para saber si podían confiarle a los hijos del Rey, imprimieron dos actas de nacimiento, una para North y otra para Everest, con la información de los habitantes de la casa, la madre de los bebés que ahora se encontraba a kilómetros de distancia estaba tan devastada que no quería siquiera comer, acababa de ver a sus hijos fuera de su vientre, apenas tenían un mes y ya les eran arrebatados, merecía venganza.
En Carolina del Norte muchas cosas estaban por suceder pues el Rey se encontraba en la entrada de la casa de los desconocidos, dejo a los bebés en sus portabebés que había comprado allí mismo, coloco los papeles en los portabebés, cada uno correspondiente al niño, tocó el timbre y corrió a ocultarse detrás de los arbustos, en la puerta se asomó una castaña, que casi le da un infarto al ver a los dos pequeños, tomó las hojas donde ya se encontraba transcrito sus nuevos nombres
Everest Taiza Allen Gray
North Thián Allen Gray
Ya estaba hecho, ahora debía regresar al reino a mandar una guerra, las lágrimas acumuladas en los ojos de Noel bajaron por sus mejillas. La castaña tomo a los bebés casi llorando y los metió a la casa, cerrando la puerta detrás de ella, y así Noel sintió que acababa de dejar lo más bello que había tenido en su vida, a parte de su esposa.
Ice Land1: Ciudad ficticia