Everest: La elegida [1]

Capítulo IV "El desconocido"

Una semana después

Lunes, 10 de octubre. 2016

Everest se encontraba tumbada en su cama con mucha fiebre, la chica había cogido un resfriado, pero de los fuertes, North se encontraba con ella midiéndole la temperatura porque al parecer el orgullo de Tamía es mucho más grande que su preocupación por su hermana. Los padres de Everest y North se encontraban de viaje, un viaje importante de negocios, tanto para su mamá, como su papá. Los mellizos pensaban que al mudarse a Alaska no tendrían que hacer tantos viajes, pero al parecer esto era muy grande, la familia Allen siempre habían vivido bien, pero al parecer ahora vivirían mejor, al ser una familia grande los costos también eran mayores

–Santo cielo Everest–Murmuro North–. Tienes la fiebre a 40, debemos ir al medico

–No…–Logro decir débilmente Everest–. Me pondré bien, te lo aseguro

– ¡40 Everest! ¡Fiebre a 40!–Exclamo su hermano

–Solo dame una pastilla–El chico hizo lo que ella dijo y le dio una pastilla para la fiebre, ella miro el reloj que se encontraba en la pared, marcaba las 1:50am, ella miro a su hermano

–Deberías ir a descansar

–Everest, estás enferma… Aunque me vaya igual no podré dormir

–Entonces acuéstate aquí conmigo–Con mucho esfuerzo ella se rodó a un lado de la cama, dejándole espacio a North, él se acostó y ambos agotados se durmieron al instante.

 

 

 

Martes, 11 de octubre

El molesto timbre del despertador hizo que los mellizos despertaran, North se incorporó y miro a Everest, le coloco la mano en la frente y abrió mucho los ojos

– ¿Qué pasa?–Inquiere Everest

– ¿Cómo te sientes?–Le pregunta North

–Muy bien

–Pues no tienes fiebre Everest

–Eso es bueno ¿No?

–Sí...–Asiente dudoso North

– ¿Iremos al instituto?–Pregunta Everest

–¿Te sientes bien como para ir?–Cuestiona North, Everest asiente y ambos se levantan, North se va a su cuarto a asearse mientras Everest hace lo mismo, cuando baja a la cocina espera que Tamía haya hecho algo para Tiana y Teo, pero se la consigue comiendo lo que se preparó para ella, que consiste en cereal.

–¿Despertaste a los chicos?–Le inquiere Everest tajante ella niega y Everest abre mucho los ojos y sale corriendo escaleras arriba pues sabe que sus hermanos son muy dormilones, entra al cuarto de Tiana, ella se encuentra dormida en su cama

–Tamía es increíble–Susurra Everest para sí misma, camina hasta la cama y mueve a Tiana–. Tiana despierta–Le dice Everest a Tiana, su hermana se queja y Everest sale a despertar a Teo

–Teo despierta–Mueve Everest a Teo, luego sale de la habitación de su hermano y en el pasillo grita:

– ¡Muevan su trasero! ¡Levántense! ¡Ya es tarde! –North sale de su cuarto

– ¿Y a ti que mosca te pico? –Inquiere el chico con el ceño fruncido

–No tengo tiempo para explicaciones, vigila que ya hayan despertado, iré a hacer el desayuno–Él se queda parado sin hacer nada de lo que su melliza ordenó– ¡¿Qué esperas?! Haz lo que te dije–Y con eso su hermana baja corriendo las escaleras y él termina de despertar a sus hermanos, cuando Everest llega a la cocina se consigue con Tamía, quien está en el teléfono, Everest suelta un bufido y camina hasta la cafetera, agregando un poco de agua y café para que la maquina empiece su labor, Everest le cocina a sus hermanos huevos revueltos y tostadas con mantequilla, busca entre las frutas y le coloca una manzana a North y Teo y una pera para Tiana, pues sabe que a ella le encantan. Cuando el café por fin está listo, Everest lo endulza y le agrega leche y crema, coloca todo en el comedor

– ¡El desayuno está listo!–Exclama, mientras suelta un resoplido, sus tres hermanos bajan y se sientan

–Eres la mejor–Susurra North, ella solo le guiña el ojo y se dedica a comer su desayuno

–Mmm, esto está muy rico–Dice Teo señalando con su tenedor los huevos–. ¿Qué le echaste Tamía? –Le pregunta a su hermana. Everest la mira cautelosamente

–Oh ya sabes, un poco de esto, un poco de aquello–Le responde Tamía, Everest niega con la cabeza pensando que sin duda su hermana no tiene remedio, ¿Qué paso con aquella chica que enorgullecía a Everest? Aquella que era su modelo a seguir ¿A dónde ha ido?

–Tamía no ha hecho esto Teo, ha sido Everest. Si no fuera sido por ella aún estarían durmiendo–Les informa North

–Pero si mamá y papá la dejaron a cargo de todo esto…–Murmura Tiana

–Sí, pero Tamía no hizo nada de esto–Le explica North a Tiana, Tamía molesta salió a regañadientes de la casa, dejando a Tiana, Teo, North y Everest solos

***

– ¿Qué hay plateaditos3? –Les dice Andrew animadamente a los gemelos, sólo North le sonríe ampliamente, Everest solo le dedica una sonrisa sin mostrar los dientes, North junto a Mary y Andrew comienzan a conversar, pero Everest sumida en sus pensamientos no logra saber de qué hablan, cansada se levantó tomando su bolso y se dirigió a la biblioteca, los demás en la mesa se le quedaron mirando extrañados por su repentina actitud. A la chica la tenía muy decepcionada la actitud de Tamía, de todo el mundo jamás pensó que Tamía le diría algo como lo que dijo la otra noche, ¿Qué le estaba pasando a su hermana? Ni siquiera les preparo el desayuno a sus hermanos menores. A parte de eso había algo que atormentaba más a Everest, sus dibujos, su arte, North, los ojos brillantes, los extraños acontecimientos, algo les estaba pasando a ella y su hermano, algo extraño. Aquel bosque… tenía algo, ¿Por qué se sintió atraída a él? ¿Por qué North también? Era como si el bosque tuviera una fuerte conexión




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