Everest: La elegida [1]

Capitulo XVI - Corazones a la par

Somos del material que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños

—William Shakespeare

Jueves, 02 de febrero. 2017

Miro a North que se encuentra tumbado en un pentagrama hecho por Mónica con lo que al parecer es sal, una estrella de cinco puntas, y un círculo alrededor de esta, Mónica coloco un hechizo protector para que él no pueda salir de allí, mientras busca la solución con el brazalete.

Estoy sentada leyendo un antiguo grimorio, perteneciente a su antiguo aquelarre, miro el brazalete que se encuentra en el centro de la mesa, es de cuero negro y el cuarzo resalta por ser de un tono rojo intenso, en el grimorio dice que el rojo significa tiene fuertes vibraciones, se utiliza más que todo en la magia negra pues es un color que crea desarmonía.

Mónica dijo que al quitarle el brazalete a North no habíamos revertido la magia que ha infligido en él, hay que deshacerse de él.

–Conseguí algo–La voz de Mónica corta el silencio–. Como saben, no sé cómo deshacer este tipo de magia negra porque nunca había tenido que presenciarla–Suelta un suspiro que me hace mirarla.

»Pero ya sé que tengo que hacer–Se recompone antes de salir a buscar velas, las coloca en la mesa y me mira, entonces comienza

Avec de la lumière neque salvabit impietas impium–Recita Mónica, y de pronto las velas se encienden, Mónica cierra los ojos y sube las manos a la altura del pecho como si sostuviera algo y un viento helado recorre la sala–. Avec de la lumière neque salvabit impietas impium–Las llama de las velas se enciende aún más, entonces repite–. Avec de la lumière et conteret

El brazalete se enciende en fuego, haciéndome pegar un brinquito sorprendida, me alarmo cuando de la nariz de Mónica, empieza a caer una gota de sangre, me acerco a ella

– ¿Estás bien?–Le pregunto, ella se limpia con el dorso de la mano la sangre y asiente, pero puedo notar lo débil que el hechizo la ha dejado, la ayudo a levantarse y ella camina al pentagrama conmigo. Miro a North aún desmayado, ella frunce el ceño

–Ya debería haber despertado–Dice confusa–. Se está tardando demasiado–Su tono de voz hace que me aterrorice y estoy empezando a entrar en pánico.

En la habitación solo estamos ella, North y yo, los chicos permanecen afuera, a petición de Mónica

Mis manos tiemblan, me quedo mirando a North

Despierta. Despierta. Por favor

Intento acercarme a él pero el pentagrama me lo impide, miro a Mónica y ella entiende, asiente e intento de nuevo entrar, está vez puedo entrar, me arrodillo frente a North y coloco su cabeza en mi regazo, sus mejillas están heladas y me produce un escalofrío, cierro los ojos.

Despierta. Despierta. Pelea, por favor, no me dejes

Mis palmas empiezan a calentarse no sé con qué, y después de unos instantes percibo unos movimientos abro los ojos y las irises grises tormentosas de mi hermano se topan con las mías, sin poder evitarlo sonrío, él frunce el ceño con confusión.

– ¿Dónde estoy?–Pregunta confundido

–En casa de los chicos–Le digo–. ¿No recuerdas nada?–Pregunto, él niega

–Lo último que recuerdo es a ti entrando a mi habitación, del resto son imágenes difusas que no logro descifrar–Dice, entonces Mónica interviene

–Recobraras tu memoria poco a poco, pero North, debes entender que lo que hiciste no fue tu culpa, todo fue infundado–Le dice a North, él luce angustiado y me siento mal, porque sé que se sentirá culpable por haberme atacado

–No hiciste nada terrible–Intento calmarlo, él solo asiente y se incorpora, me ayuda a levantarme, North camina hasta quedar frente a Mónica ella frunce el ceño, entonces mi hermano hace algo que me deja impresionada, la abraza, Mónica no reacciona de una vez, pero luego envuelve sus brazos alrededor de él dándole un gran abrazo.

–Gracias, gracias, gracias–Le dice North con entusiasmo y sonrío, ese si es mi hermano

***

Viernes, 03 febrero. 2017

Andrew se encuentra a mi lado y Mary frente a mí en la cafetería, North se encuentra a su lado, siento que hacía mucho que no estábamos así, es como si nada fuera pasado, hace unos meses todo era así solo nosotros cuatro.

Sin saber que soy La elegida, sin tener un hermano domador del fuego, sin hombres lobos, sin brujas, sin desterrados, ¡Sin nada sobrenatural!

Toda esta responsabilidad que cayó sobre mis hombros es abrumadora, he intentado sobrellevarla lo mejor que puedo, pero en ocasiones es demasiado, Andrew hace algo que hace que suelte una carcajada, los demás ríen también.

Andrew es... De todos los chicos que he conocido, el más dulce, comprensivo y apuesto. La verdad es que si me he llegado a sentir atraída por Andrew, pero no creo que él sienta lo mismo por mí

–Everest–Llama Andrew, lo miro

– ¿Si?

–Estabas distraída

–Lo siento–Me rio, él niega

–No lo sientas–Dice al tiempo que aparta un mechón de mi cara, lo observo envilecida.

–Está bien–Le digo rompiendo el contacto, diviso a los chicos sentados en otra mesa y un escalofrío me ataca cuando veo la mirada fija e impenetrable de Gunter, luce sombrío y molesto, su mandíbula esta contraída, él se levanta de golpe y sale de la cafetería lanzando las puertas, dejándome pasmada.

¿Cuál es su problema?

Sábado, 04 de febrero. 2017

Aliso la falda que llevo puesta con nerviosismo, André vino hace unas horas a notificar que Purple Roe estaba llegando, y que pronto vendría, yo estaba nerviosa por su llegada, el fuego es uno de los poderes que no he dominado, solo ha salido unas cuantas veces y en momentos de presión, espero que no se me haga tan difícil.

Todos están aquí, Gunter, Sivor, Mónica, Macaia, Gracie y North, no me pasan desapercibidas las miradas que se dan Gracie y North pero no digo nada, no queremos una pelea entre Gunter y Northie.




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