Everest: La elegida [1]

XXIII-Monstruo

A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita a una copa

—Edgar Allan Poe

Lunes, 13 de marzo

Mary me mira nerviosamente mientras me ve sentarme frente a ella con mi bandeja de comida, creo que es hora de arreglar todo esto porque ella sin duda me importa, lo que hizo Andrew no tiene nada que ver con ella.

—Everest...—Su voz es baja, ahora viéndola de cerca no me gusta lo que veo, bajo sus ojos hay bolsas levemente purpuras, sus ojos lucen irritados y cansados, incluso está algo pálida, esta no es la Mary que yo conocí, me duele lo que veo.

—Mary... ¿Estás bien?

—Claro—Dice con voz quebrada.

—No luces bien. Mary, eres mi amiga, me preocupo por ti—Le digo tomando su mano, ella mira nuestras manos ahora enlazadas. Su labio inferior comienza a temblar antes de que ella empiece a llorar, quiero entender porque llora, de verdad quiero hacerlo, pero no lo logro ¿Por qué está llorando?

Me levando y me siento en la silla que está a su lado para envolverla en un abrazo, ella me aprieta fuerte, como si en cualquier momento yo fuera a desaparecer.

Sigo sin entender porque llora, su hermano cometió un error y ni siquiera fue algo súper grave ¿Qué la hace llorar así? ¿Qué está mal en ella o en su vida?

—Lo siento...—Susurra, paso mi mano por su espalda continuamente calmándola, a lo lejos diviso a Gunter observándonos con un semblante serio, algo que me sorprende, pero por ahora solo me enfoco en Mary

—Shhh ¿Por qué? —Le pregunto

—Si lo supieras...—Dice con voz rota

— ¿Saber qué? —Inquiero.

—No hay nada que saber—La voz de Andrew me hace estremecer

Mary se separa de mí limpiando sus lágrimas. Observo fijamente a Andrew

—Sólo hay algo que me gustaría decirte y es que lo siento. Me sentí mal por tú rechazo y actué de mala manera, de verdad, lo siento por todo lo que pasó esa noche y también lo siento por haberte llamado de ese modo—Andrew se balancea sobre sus pies, de verdad no quiero que él me odie.

—También lo siento

—Entonces... ¿Amigos? —Sonríe

—Amigos

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Una semana después

Lunes, 20 de marzo

No puedo creerlo, hay un rayo en mi mano, como un rayo, de esos que aparecen en el cielo, estoy atónita, no lo puedo creer.

Mermie ríe de mi cara, apuesto a que parezco una niña con juguete nuevo

—Debes enfocar el rayo hacia un punto en específico—Me dice Mannie. Asiento y lo enfoco hacia un árbol a la distancia que, sorpresa, después puedo hacer que se regenere.

El rayo se dirige de mis manos al árbol formando un estruendo, es increíble.

Descubrí que mis emociones influyen en el clima, ¿Saben cómo? Antier hubo un espectáculo de truenos y relámpagos en el cielo por mi culpa y la de Tamía. Debido a que tuvimos una pelea, que ya ha sido arreglada, cabe destacar

—Increíble—Digo antes de dirigirme al árbol y regenerarlo, incluso me disculpo con él.

¿Eso me hace una loca?

Un poquito nomás

Miro la hoja blanca de mi cuaderno de dibujos, estoy seca, mi cerebro está seco, no sé qué dibujar. En todo lo que puedo pensar es en Gunter ¿Qué está mal conmigo? Voy a ser parte de una guerra sobrenatural y solo pienso en Gunter.

Estás jodida.

Por primera vez te doy la razón consciencia.

Trazo líneas mientras pienso en todo lo que está por venir, no puedo negar que estoy asustada, temo por todas esas personas y por mí

Temo por mi familia, por mis verdaderos padres, por mis nuevos amigos, por Andrew y Mary, temo por todos, tengo miedo de que todo se arruine.

Observo la bonita silueta de la flor que he dibujado, solo falta perfeccionarla, pero decido dejarlo para después

Bajo a la cocina dirigiéndome hacia el refrigerador, la abro buscando el zumo de naranja, cuando siento los vellos de mi nuca erizarse, un escalofrío me recorre y la fuerte sensación de que alguien me está observando es una tortura. Miro a todos lados mientras lentamente saco la jarra con el zumo, alerta de todo movimiento a mí alrededor

No estoy sola, North, Tiana y Teo están en sus habitaciones, Tamía se está quedando en casa de una amiga y mis padres llegarán pronto.

Sirvo mi vaso de zumo de naranja, y regreso la jarra al refrigerador.

Las manos han empezado a temblarme y mi corazón se acelera, a mis hermanitos no le pueden hacer nada, a North no le pueden hacer más daño. Escucho pasos y me alarmo pero me doy cuenta de que solo es North, pero no me relajo debido a que él me mira con alarma en sus ojos, como si también tuviera esa sensación.

Entonces la puerta de en frente es pateada y en la casa ahora se encuentra alrededor de quince desterrados, North abre mucho sus ojos y yo no puedo evitar sentir esa llamita de rabia ardiendo en mi

Un hombre da un paso al frente y yo alzo mis manos en posición para atacar, él se tensa. Sus ojos lucen aterradores con esa franja negra a sus alrededores, los hace lucir vacíos

—No puedo creer que los otros desterrados hayan sido derrotados por una niñita—Dice el hombre con ironía

—Pues, soy muy poderosa—Maldigo por tener la voz temblorosa

—Oh nena, nosotros somos poderosos, tu eres simplemente una chica desperdiciando todo ese poder dentro de ti

—No creo que lo desperdicie ¿Quieres que te lo demuestre? —Digo amenazante, nadie dice nada todos están en posición para pelear, imploro porque Tiana y Teo no bajen a ponerse en peligro.

North es el primero en mandar una oleada de fuego haciéndolos jadear, uno es herido y cae al suelo.

El que anteriormente estaba hablando lanza hielo en mi dirección que hábilmente esquivo, fuego sale de mis manos dirigiéndose a él, suelta un aullido de dolor pero se recupera lanzando una ráfaga de hielo, al mismo tiempo otro desterrado lanza fuego hacia mí, con aire lo aparto de mí.




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